20 años infestados por Papa Roach

A finales de los 90′, un híbrido de rock duro y metal alternativo con elementos de rap comenzó a surgir y a afianzarse en los medios. Era el llamado nu metal, y entre los elegidos para despuntar en ese contexto estaba un grupo emergente de Vacaville (California) llamado Papa Roach, cuya popularidad se disparó tras el lanzamiento de su álbum «Infest» el 25 de abril del 2000. No era su primer álbum, tres años antes habían publicado de forma independiente un LP titulado «Old Friends From Young Years» que no tuvo gran repercusión, además de un EP y algunas demos en sus tiempos pretéritos, pero habían comenzado a llamar la atención. Warner Music Group contempló ficharlos y de hecho respaldó la grabación de un CD de cinco pistas. Si bien Warner no los firmó, cuatro de las pistas de aquella demo («Infest», «Last Resort», «Broken Home» y «Dead Cell») pusieron en marcha lo que se convertiría en «Infest», un álbum que de la mano de DreamWorks Records se convertiría en el pistoletazo de salida de una carrera envidiable que aún continúa en nuestros días. Mal ojo tuvieron en Warner, desde luego… 

Llevamos, como quien dice, veinte años infestados por Papa Roach, aquel grupo que tomó su nombre del apodo del abuelo de Shaddix, Howard William Roatch. A lo largo de estas dos décadas el sonido de la banda ha ido evolucionando y ha oscilado entre el nu metal, el hard rock, el rock alternativo y el pop-rock con toques electrónicos de sus últimos tiempos, pero el grupo siempre ha mantenido su gran prestigio en la escena en virtud de sus incendiarios directos, los cuales nunca han bajado de calidad ni intensidad al margen del nivel de inspiración mostrado en sus discos. Ahora vamos a hacer un breve inciso en los meses en los que se gestó el que siempre será su gran álbum.

Papa Roach se instalaron a finales de 1999 en los NRG Studios en Hollywood con el productor Jay Baumgardner que logró explotar el lado más creativo de la banda. Muchas de las pistas comenzaron con las ideas del bajista Tobin Esperance y tenían una marcada orientación hacia el hip-hop, algo que se aprovechó para sacarle el mejor rendimiento a su combinación con los sonidos más punkarras de sus inicios. La mayoría de las letras de Jacoby Shadixx versan sobre experiencias personales y tratan de transmitir esperanza dentro de la desolación, de luchar contra los monstruos interiores, y es que, por lo visto, el cantante no tuvo una infancia feliz. El primer single de aquel álbum fue «Last Resort», un auténtico himno de la época dorada del nu metal que concentra todas las virtudes de la primera época de Papa Roach: riff poderoso, estrofas infecciosas en clave de rap y estribillo pegadizo digno del mejor punk-rock. Shadixx escribió aquí sobre la depresión y el tratamiento de pensamientos suicidas, muchas personas se identificaron con la canción y se convirtió en un gran éxito, el primer single número 1 de la banda. El videoclip dirigido por Marcos Siega también explotó en la MTV y no pasó mucho tiempo antes de que todos supieran quién era Papa Roach, pasaron de ser un grupo pequeño en el cartel del mítico Warped Tour a hacer giras de estadios abriendo para bandas como Korn o Linkin Park. Los fans se multiplicaron, así como las ventas del disco, no en vano «Infest» sigue siendo su disco más vendido a día de hoy con más de siete millones de copias. El segundo sencillo, «Broken Home», no replicaría el éxito de «Last Resort», pero aún así disfrutó de una carrera bastante larga y sólida tanto en la radio como en la televisión, donde el videoclip – el segundo de Siega para la banda -nos muestra la historia de la relación rota del vocalista con su padre a través de una serie de flashbacks y con la banda finalmente destrozando la casa y sus propios instrumentos. El tercer sencillo, «Between Angels And Insects», fue publicado a finales de la primavera de 2001 y también fue un rotundo éxito, de hecho es el tema con el que yo descubrí a la banda. Es una de esas canciones que te vuela la cabeza y rápidamente se convirtió en una de las favoritas del público y nunca puede faltar en sus sets en vivo. Si bien esas tres canciones mencionadas son las que obtuvieron la mayor difusión, pistas como «Dead Cell» y «Blood Brothers» también se han mantenido entre las más populares para sus seguidores.

Con el paso del tiempo y la decadencia del nu metal, Papa Roach pasó a explorar otros terrenos, pero los característicos guitarrazos de Jerry Horton y, sobre todo, el estilo vocal y lírico de Shaddix se mantuvo y la conexión con los fans ha perdurado a lo largo de los años. Quizá, otra de las claves de su éxito sea el haber conseguido mantener un lineup estable que permanece inmutable desde «Infest» a excepción del cambio de Tony Palermo por Dave Buckner en la batería. El caso es que aquel álbum con el que debutaron con una gran discográfica se convirtió en un nuevo clásico, en un disco imprescindible en la colección de cualquier amante del nu metal y el rock alternativo. No sé vosotros, pero yo me lo voy a poner ahora mismo. Nada como escuchar un disco que te marcó a tus dieciocho años para olvidarte por un momento de este arresto domiciliario al que nos vemos sometidos y dejarte llevar como si aún pudieras comerte el mundo…

Papa Roach en 2000 (Jerry Horton, Tobin Esperance, Jacoby Shaddix & Dave Buckner)

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Fundador y director de Rock4Spain. Esposo y padre de dos. Funcionario del rock & roll. Tras aparcar sus proyectos musicales propios y con la experiencia que le dan varios años de colaboración como redactor en cylcultural.org decide lanzarse a esta empresa.

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