Avenged Sevenfold: Todos sus discos, de peor a mejor

Pues al final resultó inevitable actualizar esta lista publicada en noviembre del año pasado tras el lanzamiento de «Life Is But A Dream…», el octavo disco de estudio y última locura de Avenged Sevenfold. Nos hemos lanzado a reclasificar la discografía del que a buen seguro es el grupo más grande de la denominada New Wave Of American Heavy Metal, y no solo incluyendo el último sino modificando el orden de algún otro ya que he aprovechado a escuchar más todos sus discos últimamente y ha cambiado ligeramente mi percepción de su obra… A7X es un grupo que desata filias y fobias por igual, lo cual suele ocurrir en los que tienen éxito, pero que es innegable su capacidad de atraer la atención de crítica y público, así como de reinventarse y añadir nuevos ingredientes a su receta sonora en cada disco. Comenzamos…

 

Sounding The Seventh Trumpet (2001)

En verano de 2001, unos bisoños Avenged Sevenfold publicaban su álbum debut. Siendo una banda aún en formación, de la cual todavía no formaban parte ni el bajista Johnny Christ ni el guitarrista Synester Gates, lanzaron su opera prima con el sello belga Good Life Recordings. Su sonido aún estaba por definir; lo que aquí plasmaron era una mezcla de metalcore y hardcore realmente ruidoso donde las voces melódicas de M. Shadows tan solo se dejan oír en la balada «Warmness On The Soul» y poco más. Mucho grito y muy poco que rascar en este disco grabado con poco presupuesto y poco tiempo, que eso sí, sirvió para sentar las bases de lo que estaba por venir.

 

Life Is But A Dream… (2023)

Un disco raro, muy raro. La verdad es que han demostrado que les importa todo una mierda y que no tienen tantas aspiraciones de grandeza como algunos les presuponían. O sí, no sé como interpretar esta ida de olla. En cualquier caso, y aunque es de alabar su valentía y su voluntad de no encasillarse y pillar desprevenido al personal, eso no quiere decir que «Life Is But A Dream…» sea un disco memorable que vayamos a poner cuando queremos escuchar un buen disco de Avenged Sevenfold. Como la crítica es muy reciente, y ni mi opinión (a grandes rasgos) ha cambiado, ni tengo ganas de escribir más acerca de lo mismo, os remito a ella y seguimos al lío…

 

 

The Stage (2016)

«The Stage» es un disco potente y variado que sin embargo, peca de ser un tanto pretencioso. Y ya no os contamos la edición deluxe publicada un año después que incluía un tema nuevo, seis versiones de bandas tan dispares como Pink Floyd, The Rolling Stones o Mr. Bungle, y cuatro versiones en directo de temas recogidos en «The Stage». Vamos, que si la versión original dura hora y cuarto, a la versión deluxe hay que añadirle otra hora. Demasiado, incluso para ellos. «The Stage» es el séptimo álbum de estudio de la banda y el primero publicado a través de Capitol Records. Lo lanzaron así, un 28 de octubre, por sorpresa, sin avisar, sin promoción, sin hype… Y bueno, la verdad es que el disco está muy bien, canción por canción, pero en su conjunto se puede hacer pesado. Con un enfoque, musicalmente hablando, progresivo, también es considerado su primer álbum conceptual, versando sobre la inteligencia artificial y la autodestrucción de la sociedad. También es el primer álbum de Avenged Sevenfold que presenta al baterista Brooks Wackerman. Vamos, que era un álbum destinado a marcar un punto de inflexión. Y ya hemos podido valorar que no muy positivo, porque después de esperar siete largos años, lo que nos han entregado después es «Life Is But A Dream…».

 

 

Hail To The King (2013)

Su sexto disco de estudio es también el más polémico de todos, y lo es porque por muchos fue tomado casi como un álbum de versiones. Su intento de sonar más como una banda de metal clásico se les fue un poco de las manos y sí que es verdad que hay varias canciones que se parecen demasiado a las de otros gigantes del género en los que el quinteto californiano se ha inspirado. El caso más evidente lo tenemos en el riff de «This Means War» que es clavado al de «Sad But True» de Metallica, pero hay guiños constantes tanto a los reyes del thrash, como a AC/DC, Guns n’ Roses, Black Sabbath o Iron Maiden. Aún percibiéndose su disco menos original o carente de personalidad propia, es un álbum de lo más disfrutable, eso no se puede negar. Menos pretencioso que cualquiera de los que completan su discografía y más directo al grano. Como curiosidad, este «Hail To The King» es el último álbum que publicaron con Warner Bros. Records y el único que cuenta con el batería Arin Ilejay en los créditos.

 

 

Avenged Sevenfold (2007)

El cuarto álbum de su carrera, el homónimo también conocido como «el disco blanco», es para muchos su mejor disco, aunque para mí no llega a tanto. Eso no quiere decir que no sea un discazo, que lo es. Quizá esté también muy mitificado porque es el último con «The Rev», no lo sé, el caso es que estamos ante un trabajo que en su día pegó muy fuerte y argumentos no le faltaban. Además, ha envejecido bastante bien. La rabia y la melodía van al unísono, es un disco directo y pegadizo, y a excepción de la grandilocuente «A Little Piece Of Heaven» impregnada de prog y avant-garde (más propia de su posterior «The Stage») y de la balada «Dear God» que cierra el álbum (curiosamente, dos de las más exitosas de su carrera), «Avenged Sevenfold» está repleto de hits como «Critical Acclaim», «Almost Easy» o «Alterlife» que entran a la primera, golpeando sin concesiones.

 

 

Nightmare (2010)

«Nightmare» siempre será el disco del duelo, el disco impregnado del aura oscura que dejó sobre la banda el fallecimiento de Jimmy «The Rev» Sullivan.  Es el primer álbum que grabaron sin él, sin embargo, escribió partes de batería antes de su fallecimiento que se usaron para las grabaciones finales, por lo que este sería el último álbum en el que figura en los créditos. También hay tomas vocales que se incluyeron en el álbum como tributo. El resto de las pistas de batería fueron grabadas por Mike Portnoy de Dream Theater, quien también tocó con la banda en todas sus giras hasta fines de 2010. Luego contrataron a Arin Ilejay, quien tocó con la banda entre 2011 y 2015 participando en la grabación de «Hail To The King». La portada del álbum presenta también un tributo a Jimmy Sullivan con una la lápida que dice «FOREVER» poniendo especial énfasis en las letras «REV», de mayor tamaño. Aparte de todos estos guiños hacia la figura del fallecido batería, tenemos un discazo de metal variado con el que se consolidaban como una de las bandas más relevantes de su generación. Destacan los cortes grandilocuentes, oscuros, melancólicos y versátiles musicalmente hablando como «Victim», «Buried Alive» o el homónimo «Nightmare», los directos y pesados «Welcome To The Family», «Natural Born Killer» y «God Hate Us», y su balada por excelencia, la desgarradora «So Far Away» compuesta como homenaje a «The Rev» complementada con un emotivo videoclip. Un disco sin fisuras a pesar de las circunstancias que lo rodearon.

 

 

Waking The Fallen (2003)

Pese a que lanzaran dos años antes «Sounding The Seventh Trumpet», el disco que marca el comienzo de su fulgurante camino hacia el éxito es «Waking The Fallen», su segundo disco de estudio y el primero en el que cuentan con el guitarrista Synyster Gates y el bajista Johnny Christ, conformando así su formación clásica. Publicado por el sello Hopeless Records, paso intermedio entre el underground más absoluto y el salto a una multinacional, «Waking The Fallen» presentaba un sonido más maduro, menos histriónico, pero a la vez muy denso y oscuro. Un álbum largo, de casi una hora y diez minutos de duración, que sin embargo no llega a hacerse pesado y eso tiene un mérito enorme. El incipiente metalcore tenía en ellos a unos de sus nuevos héroes, aunque rápidamente se desviaron de ese camino. Aquí lo que tenemos es un disco repleto de épica, con canciones tremendamente grandilocuentes como «Clairvoyant Disease» o las dos partes de «I Won’t See You Tonight» y otras más crudas y penetrantes como «Second Heartbeat» o su carta de presentación, el supersingle «Unholy Confessions». Una auténtica obra maestra que parece un disco austero en comparación con los que vinieron después, pero que en realidad es un trabajo muy bien producido, con buenos arreglos orquestales incluidos, y que daba muestras de que eran ambiciosos y que no pensaban limitarse a liderar los añorados Warped Tours, algo que ni siquiera hacían todavía con este disco.

 

 

City Of Evil (2005)

Y llegamos a «City Of Evil», «the best of the best». Quizá sea porque es el álbum con el que descubrí a Avenged Sevenfold y por eso le tengo un cariño especial, pero vamos, es que es un auténtico pepino. Seguro que no soy el único que quedó impactado con este disco y es que fue su primer gran éxito comercial y supuso el salto de calidad que llevaban tiempo buscando, aunque a decir verdad, tampoco les costó tanto. Su gran talento hizo que en menos de un lustro pasaran de ser un grupo de metal del montón, completamente desconocidos para el gran público, a ser los abanderados de una nueva generación de bandas de metal que aspiraban a tomar el relevo de los gigantes de la industria. En gran parte esos siguen siendo los mismos; Metallica, Megadeth, Iron Maiden, Judas Priest siguen en la palestra, pero si hay una banda nacida en este siglo que se haya colado entre ellas encabezando grandes tours y festivales esa es Avenged Sevenfold, y en gran medida se lo deben a «City Of Evil». «Waking The Fallen» atrajo la atención de varios sellos discográficos importantes y finalmente fue Warner Bros. Records quien se llevó el gato al agua. Coproducido por Andrew Murdock (quien ya trabajó con ellos en el anterior) y la propia banda, «City Of Evil» se desmarcaba del metalcore abrazando sonidos más clásicos de heavy metal y hard rock, pero llevándolos a su terreno y a su época, logrando un sonido realmente fresco. El álbum se destaca por la ausencia de voces gritadas, M. Shadows tuvo serios problemas en las cuerdas vocales por abusar de los guturales y trabajó durante meses antes del lanzamiento del álbum con el entrenador vocal Ron Anderson, cuyos clientes han incluido a Axl Rose y Chris Cornell, para lograr que su voz siguiera sonando agresiva pero limpia y en el tono que le corresponde. Gran trabajo hizo, así como el resto de componentes que se destaparon como virtuosos de sus respectivos instrumentos firmando algunas de las canciones más populares de Avenged Sevenfold como las poderosas «Bat Country» (certificada como Oro por la RIAA), «Burn It Down» y «Beast And The Harlot» o el baladón «Seize The Day». Una auténtica joya contemporánea.

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Fundador y director de Rock4Spain. Esposo y padre de dos. Funcionario del rock & roll. Tras aparcar sus proyectos musicales propios y con la experiencia que le dan varios años de colaboración como redactor en cylcultural.org decide lanzarse a esta empresa.

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