Voyager es ese grupo que por estos lares se ha hecho conocido por participar en la última edición de Eurovisión. Lo ha hecho con una propuesta prog, lo cual es casi tan sorprendente como que Australia participe en un concurso europeo, aunque de ese circo ya nada debería sorprendernos. El caso es que con «Promise», Voyager cosechó elogios en todo el mundo logrando que el sencillo se posicione en las listas virales de Spotify, iTunes y otras plataformas. A mí me gustó, sí, pero tampoco me entusiasmó, sin embargo cuando recibí el correo promocional con el disco que lo incluye, el poderoso «Fearless In Love» que vio la luz el 14 de julio a través de Season Of Mist, me decidí a darle una oportunidad, y la verdad es que me convenció desde la primera escucha. Es el octavo de su discografía, pero es perfecto para empezar. Tan solo su líder «Danny» Estrin (voz y teclados) permanece en el combo desde su fundación en la prestigiosa University of Western de Perth en 1999, pero la esencia sigue intacta en su vocación de innovar. Su propuesta a menudo es catalogada de synth-pop progresivo, y la verdad es que por extraña que pueda parecer esa categoría, es realmente acertada. Un híbrido de rock progresivo clásico y metal contemporáneo con notorios aportes de pop electrónico que tiene un gancho incuestionable. Si «Promise» representa la facción más accesible del grupo, «Ultraviolet» (en la que cuentan con la colaboración de Sean Harmanis de la banda de metalcore Make Them Suffer) representa la más oscura y metálica. Dos almas que conviven perfectamente en «Fearless In Love», quizá porque tampoco están tan separadas entre sí. Y entre ambas, otras nueve canciones de gran categoría que rezuman fuerza y elegancia. Han compartido escenarios con bandas como Deftones, Leprous, Devin Townsend o Vola, y con todos ellos encajan en mayor o menor medida. ¿Conseguirán consolidarse como el último gran nombre en engrosar la lista de referentes prog? Solo el tiempo lo dirá.
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