«Beside Myself» es el cuarto álbum de estudio de Basement. Los de Ipswich nos vuelven a entregar una colección de canciones directas y emotivas impecable. Desde que reaparecieran en 2016 tras un parón de cuatro años, la banda ha conseguido crecer de manera exponencial y a pesar de que cuatro de sus cinco componentes se hayan ido a vivir a Estados Unidos, su sonido sigue siendo plenamente reconocible, y lo consiguen sin acomodarse y manteniendo una evolución coherente, siendo este «Beside Myself», seguramente, el mejor disco de su carrera.
En su primer álbum publicado con el sello Fueled By Ramen nos encontramos cuarenta minutos de rock alternativo repartidos en doce canciones que van directas al corazón. En las letras de muchas de ellas, Andrew Fisher habla de sentirse desconectado, de la sensación de ahogo al tratar de mantener una relación a distancia, algo que puede haber sido inspirado por la situación actual de la banda y que también puede extrapolarse al plano personal. O quizá es a la inversa… en cualquier caso, la capacidad emotiva de las canciones está fuera de toda duda, y no hace falta entender las letras para sentirla pues son las atmósferas que crean con sus instrumentos y esa característica voz de Fischer que suena al filo del alambre, a punto de romperse pero sin llegar a explotar, los elementos que consiguen que se nos ponga la piel de gallina escuchando este álbum que eleva el revival emo a otro nivel. El principal hilo conductor son las guitarras desatadas de Alex Henery y Ronan Crix, de marcada influencia americana, que encuentran su contrapunto en la melancolía que transmite la voz de su vocalista. En la enérgica «Disconnect» con la que se abre el álbum, vemos que Basement son el enlace perfecto entre Fightstar y Jimmy Eat World. Un auténtico temazo que define el nivel del LP. En una senda similar, aunque con un sonido algo más alegre tenemos cortes como «Be Here Now», «Nothing Left» o «New Coast». La influencia de los primeros Foo Fighters también queda claramente patente en temas como «Keepsake» o «Just A Life». La vertiente más oscura de su propuesta la podemos encontrar en «Stigmata» y la más abiertamente punk en «Slip Away». El disco es vibrante de principio a fin y se palpa la energía y la tensión a lo largo de todo su minutaje, incluso tenemos guiños a The Smashing Pumpkins en canciones como «Reason For Breathing». La única concesión que tenemos a ritmos más pausados la encontramos en el interludio acústico «Changing Lanes», amén de dos temas en los que navegan por terrenos de emo, más clásico digamos, como «Ultraviolet» y «Right Here». En el primero nos sumergen en un ambiente más depresivo, mientras que en el segundo, el elegido para cerrar el álbum, se atisba un halo de esperanza con esos maravillosos arreglos de cuerdas.
Basement fue mi gran descubrimiento del pasado Resurrection Fest. Quedé prendado de su directo y esperaba expectante su siguiente paso en estudio. He de reconocer que las expectativas han quedado cubiertas, incluso superadas con este «Beside Myself» que os recomiendo a todos los que sabéis apreciar, sin prejuicios, ese género ahora denostado por muchos, que en su día fue predominante: el emocore. En la actualidad, nadie lo hace como ellos.
Basement (Alex Henery, Andrew Fisher, Ronan Crix, James Fisher & Duncan Stewart)
Lo mejor: Tiene un sonido potente y profundo que transmite emoción de una forma cruda, sin artificios. Basement están en un momento de madurez e inspiración envidiable y demuestran con «Beside Myself» porqué son la punta de lanza del emo de su generación.
Lo peor: La portada.
Basement «Beside Myself» (Fueled By Ramen)
1- Disconnect
2- Be Here Now
3- Nothing Left
4- Ultraviolet
5- Keepsake
6- Changing Lanes
7- Stigmata
8- New Coast
9- Just A Life
10- Slip Away
11- Reason For Breathing
12- Right Here
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