Soen – Memorial (2023)

Siento ser yo quien baje el suflé, pero alguien tenía que hacerlo. Y es que estoy leyendo por ahí muchas críticas de «Memorial» como un discazo de Soen, que si su disco definitivo, que si la culminación de su sonido, que si obra maestra, etc, etc. Y la verdad es que aún siendo verdad que es un buen disco, dista mucho de ser su mejor trabajo. Es solo mi opinión, la cual sé que no es muy relevante, pero es la mía y está bastante bien fundamentada – modestia aparte – por lo que nadie me va a hacer bajar del burro.

Con el lanzamiento del primer single, «Unbreakable», y el look de chaqueta de cuero y gorra para suplir la falta de melena de Joel Ekelöf ya fruncí un poco el ceño porque se hacía evidente la ambición del grupo de convertirse en un grupo arena rock. Menos progresivo y más cercano el heavy metal clásico. Lo evidencia también el solo de guitarra y ese final con coros – podríamos decir – a lo Queen. Buen tema, pero no es mi rollo. Luego, la tónica general del disco no es exactamente esa, aunque sí que peca, a mi parecer, de ese exceso de celo por gustar. Recordemos que el núcleo duro de Soen lo forman el propio Ekelöf, y el batería Marín López, un uruguayo que es toda una institución por haber formado parte de Amon Amarth y, sobre todo, Opeth. Estos fundaron la banda hace casi dos décadas, y el resto de miembros han ido variando bastante en este tiempo hasta que recientemente han consolidado la formación con el guitarrista Cody Ford, Lars Åhlund (que se encarga tanto de guitarras como de teclados) y Oleksii ‘Zlatoyar’ Kobel al bajo. Con este lineup han grabado sus dos últimos discos, «Imperial» (2021) y «Memorial», las dos caras de la misma moneda. Pero ahora iremos con eso…

Sus dos primeros álbumes, «Cognitive» (2012) y «Tellurian» (2014), eran más densos y alternativos que sus sucesores. Puro metal progresivo en el que la alargada sombra de Opeth, y sobre todo de Tool, estaba muy presente, quizá demasiado, pero fueron una buena forma de iniciar la andadura de la banda. Donde sobrepasaron barreras fue con su tercer álbum, un «Lykaia» (2017) inmenso con el que empezaron a pulir ese metal enrevesado más áspero de sus inicios aderezándolo con elementos más tradicionalmente europeos. La melodía ganó terreno y comenzaron a llamar mucho la atención. Y ya dieron con la tecla con su sucesor, «Lotus» (2019). Se hicieron más amables al oído (radio friendly incluso) sin por ello perder complejidad. Esos dos discos están, sin duda, entre mis preferidos de la última década. Los he escuchado bastante y con deleitación porque son realmente espectaculares. Ahí ya dieron con su sonido, pero claro, se dieron cuenta y quisieron afianzarlo. Es lógico, pero el problema es que sus siguientes trabajos no han estado igual de inspirados y parecen un calco entre sí, además de ser una versión descafeinada de «Lotus». Hay muchos grupos a los que no les pasa factura seguir grabando el mismo disco durante décadas, pero yo, de un grupo prog, y del talento que atesora Soen, espero algo más. Volviendo a «Memorial», nos encontramos con que después de «Unbreakable», publicaron el tema que da título al álbum y «Violence», dos canciones potentes y efectivas, pero donde se hace inevitable esa sensación de «esto yo ya lo he escuchado antes», especialmente en la primera de ellas. No aportan nada que mejore, o cuanto menos que las diferencie, de lo ofrecido en «Lykaia» y «Lotus», y lo malo es que esta sensación de volver escuchar lo mismo ya la tuve con «Imperial», por lo que me temo que no es un bajón de creatividad sino una apuesta deliberada por ofrecer canciones clónicas para dar a su público, que eso sí, no deja de aumentar, lo que se espera de ellos. Y lo mismo podríamos decir de «Sincere» e «Incendiary», copias de otras copias. Muy buenas, pero copias al fin y al cabo. Sí que encontramos algo diferente en cortes como «Icon», un futuro himno donde destaca la agresividad del riff principal y el tramo final donde incluyen disonancias y atmósferas desconcertantes, y «Fortress», que apoyado en otro riff vertiginoso pasa por ser uno de los mejores temas del álbum, logrando que esa vertiente de heavy clásico que ahora explotan suene como algo innovador para el que hasta ahora era su estilo. Sin embargo, donde están más acertados – de largo – es en los temas más lentos. «Tragedian» es un medio tiempo elegante marca de la casa, mientras que «Hollowed» es una preciosa balada en la que cuentan con la colaboración de Elisa Toffoli, y eso ya es una novedad notable ya que es la primera artista invitada en toda su discografía. Una balada clásica y emotiva. Y donde destapan el tarro de las esencias es en el cierre, con un corte como «Vitals» realmente oscuro, tétrico más bien. Sumamente melancólico y con un cierto aroma a Radiohead, evoluciona de menos a más con toques jazzísticos hasta llegar a un clímax mágico. Una demostración de que si quieren, pueden. Aunque parece evidente que su misión ahora es hacer canciones cortas, concretas y concisas. «Las tres ces», como diría un profesor mío de instituto. Se dejan de complejidades y tiran por el camino recto, algo que ya se notó en «Imperial». De hecho, la regularidad de sacar un álbum exactamente cada dos años es un claro síntoma de que van con el piloto automático puesto. Yo espero que en un futuro vuelvan a ofrecerme algo que me enganche como lo hicieron en el pasado, porque estos dos últimos discos no están mal, claro que no, cumplen perfectamente para un «aquí te pillo, aquí te mato», pero no enamoran.

Soen (Lars Åhlund, Joel Ekelöf, Cody Ford, Oleksii ‘Zlatoyar’ Kobel & Martín López)

Lo mejor: «Memorial» es un disco directo, melódico y con mucha energía, lo cual le hará llegar a un amplio público.

Lo peor: La fórmula está agotada. Empiezan a caer en el autoplagio.

Soen «Memorial» (Silver Lining Music)

  1. Sincere
  2. Unbreakable
  3. Violence
  4. Fortress
  5. Hollowed
  6. Memorial
  7. Incendiary
  8. Tragedian
  9. Icon
  10. Vitals

The following two tabs change content below.
Fundador y director de Rock4Spain. Esposo y padre de dos. Funcionario del rock & roll. Tras aparcar sus proyectos musicales propios y con la experiencia que le dan varios años de colaboración como redactor en cylcultural.org decide lanzarse a esta empresa.

Deja un comentario