The Amity Affliction están de vuelta. La banda de Queensland ha regresado con su sexto álbum de estudio, «Misery», y con él no van a dejar a nadie indiferente. Los australianos continúan con su giro hacia una música más comercial, pero si en trabajos anteriores resultaba interesante en esta nueva entrega podemos decir que se les ha ido la mano con los arreglos electrónicos.
La continuación de «This Could Be Heartbreak» (2016) llega también de la mano de Roadrunner Records y nos muestra a The Amity Affliction tejiendo unos beats electrónicos y elementos pop-rock en su característico sonido pesado, pero lo hacen de tal manera que apenas queda nada del sonido con el que se dieron a conocer hace una década con «Severed Ties». Estos elementos suponen un paso completamente nuevo para la banda, una formación que ahora solo está compuesta por el vocalista, tecladista y bajista Ahren Stringer, el vocalista Joel Birch, y el guitarrista Dan Brown, después de la salida del batería Ryan Burt a principios de este año.
El tema de apertura, «Ivy (Doomsday)» ya muestra por dónde van a ir los tiros, pero los arreglos electrónicos están muy cuidados y todavía nos muestran en el estribillo a una banda reconocible. Con vocación de himno es uno de los mejores cortes. Pero luego nos topamos con «Feels Like I’m Dying», una canción que sería pasable de no ser por ese estribillo inofensivo diseñado para sonar en las discotecas de moda, con un puente en el que repiten el título de la canción con esa voz robotizada digna de la peor idiosincrasia de esta tendencia. Algo que se va a repetir en muchos momentos de «Misery», por ejemplo en el tema que da título al álbum. La cosa remonta ligeramente con «Holier Than Heaven», un corte donde salen a relucir elementos del metalcore que los hizo famosos y las narrativas oscuras y personales («He visto al diablo en el fondo del pozo») con las que consiguen tocar la fibra sensible de sus fans. El pop más descarado vuelve con «Burn Alive». En realidad nunca se ha ido, pero en temas como éste la intención de pegar el pelotazo en el mainstream es de lo más evidente. Lo mismo se podría decir de «Kick Rocks», y en este caso hay que reconocer que el tema tiene un gancho del que carecen otros. «Black Cloud» también tiene su aquel; los arreglos electrónicos se fusionan con coherencia con las guitarras pesadas en una suerte que dominan los suecos Dead By April y a los que parece que The Amity Affliction han querido emular en muchos momentos del álbum. «D.I.E.» sigue por unos derroteros similares al anterior, repitiendo perezosamente el título de la canción y eso sí – atención – ¡incluyendo un solo de guitarra!. ¿Qué decir de los falsetes en «Drag The Lake»? forzados, en el mejor de los casos… En «Beltsville Blues», en cambio, asoma tímidamente la contundencia de la que una vez hicieron gala. Un tema, por otra parte, muy bailable. «Set Me Free» tiene un mejor uso de la electrónica y los samples, incluso cuenta con cambios de tonalidad ¡y con otro solo de guitarra!, el segundo y último que escucharemos a lo largo de todo el disco, un disco que culmina con una balada como «The Gifthorse» que si no fuera por los guturales de Ahren Stringer en el estribillo que tiene un rollo industrial parecería un tema de los Backstreet Boys, ¡ojo! sin prejuicios, que me parece uno de los temas más destacados de «Misery».
En definitiva, podemos decir que con este nuevo álbum los australianos se han tirado a la piscina. Y lo han hecho de cabeza, emulando el salto que en su día dieron Linkin Park o Bring Me The Horizon, por citar los casos más conocidos. Está bien la experimentación y el deseo de no quedarse estancado en el mismo lugar pero hay que tener cuidado con los experimentos que a veces te explotan en la cara. La electrónica, aplicada en su justa medida y con clase es una herramienta muy útil y efectiva en el rock y el metal, y puede ser un factor determinante para dar un plus de calidad, pero The Amity Affliction y muchos otros, lo están convirtiendo en algo aburrido. El factor sorpresa ya es muy difícil de conseguir con esto y aunque no se puede decir que sea un disco infumable – no cabe duda de que tiene buenos momentos – me atrevo a decir que les ha salido el tiro por la culata…
Lo mejor: Siguen teniendo temas con gancho.
Lo peor: Se les ha ido la mano con la electrónica.
01. Ivy (Doomsday)
02. Feels Like I’m Dying
03. Holier Than Heaven
04. Burn Alive
05. Misery
06. Kick Rocks
07. Black Cloud
08. D.I.E.
09. Drag The Lake
10. Beltsville Blues
11. Set Me Free
12. The Gifthorse
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