Con su cuarto disco de estudio recién salido del horno, Larkin Poe se presentaban en Madrid el primero de diciembre para dar a conocer este «Venom & Faith», con el que pretender revolucionar el blues contemporáneo, entre sus fans españoles. Estos formaban ya una larga cola que daba la vuelta a la calle antes de que se abrieran las puertas de la Cool Stage a las 20:30. Había expectación por presenciar el directo de las hermanas Lovell y, desde luego, no pudimos salir más satisfechos…
Sobre las 20:50 hicieron su aparición en escena Joan Queralt & The Seasicks, sorpresa mayúscula para nosotros ya que no sabíamos que iba a haber teloneros. Debían haberlo anunciado pocas fechas antes porque en la programación original no aparecía banda invitada, pero bueno, ya que estaban allí no perdimos ojo de su actuación que como bien advirtió el líder de la banda, estaba muy limitada por el escaso tiempo que tenían. Su propuesta no terminó de enganchar al público que, en gran parte, permaneció impasible durante los veintitantos minutos de concierto. El sonido era bastante pulcro y las canciones se veían bien ejecutadas pero con unos aires indies que no encajaban mucho con la banda principal de la noche, no obstante, en algún tema como «Cheap Guitar», con Joan tirando de slide, salían a la superficie las raíces de rock sureño de las que se nutre la banda barcelonesa.
Con la sala rozando el lleno y con un público variopinto de todas las edades, saltaron a las tablas las hermanas Lovell para deleitar a unos fans entregados. El dúo se ha hecho conocido por su forma de entender la música, modernizando el viejo blues con sonidos más propios del pop y los géneros alternativos, en gran medida gracias a la incorporación de arreglos electrónicos. Pero eso es cosa de los discos ¿Cómo presentarán su música en directo? Pues las dudas que pudiera haber en este aspecto se disiparon rápidamente con el inicial «Summertime Sunset»: rock n’ roll directo a la yugular, sin concesiones. Apoyadas en la sobria y eficaz base rítmica de sus gregarios, las hermanas de Atlanta edificaron un repertorio en el que repasaron todos sus trabajos discográficos e intercalaron varias de sus famosas versiones como el «Black Betty» de Lead Belly o el «Preachin’ Blues» de Son House. El toque más alternativo aparece en temas como «Look Away» o «Honey Honey». Lo que me llamó la atención es que apenas tocaran cuatro temas de su último disco, el que venían a presentar. Quizá por lo difícil de adaptar ese sonido al directo, aparte del citado «Honey Honey», los que cayeron fueron los maravillosos «Bleach Blonde Bottle Blues», «Blue Ridge Mountains» y «Hard Time Killing Floor Blues», que están más cercanos a la concepción clásica del blues.
Impresiona tanto la pasión de Rebecca en su tarea vocal como la destreza de Megan con su viejo Lap Steel, el cual toca colgado casi como si de una guitarra tradicional se tratara, algo que nunca había visto. Larkin Poe sonríen, interactúan entre ellas y con el público, y fundamentalmente, se ve que disfrutan sobre el escenario. Con «Black Echo», en el ecuador de su actuación, ambas se recrearon en sus habilidades como guitarristas, enardeciendo al respetable, y como es tradición en ellas, dedicaron «Mad As A Hatter» a su abuelo que falleció tras padecer demencia, aprovechando para hacer un llamamiento a la comprensión con la gente que padece enfermedades mentales y al coraje para la superación de las mismas por parte de quien las sufre. Con la enérgica «Wanted Woman / AC/DC» se retiraron de las tablas para regresar rápidamente con los bises que tenían preparados. Dos temas con los que la sala acabó de explotar, dando a la banda el cariño que merecen y que Megan no se cansó de agradecer, visiblemente emocionada. Entre el country y el blues, «When God Closes A Door» de su «Reskinned» (2016) sirvió de aperitivo para la versión del «Come On In My Kitchen» de Robert Johnson con el que cerraron la actuación de una forma que nos retrotrae a otra época, con la única instrumentación del Lap Steel de Megan, el batería tocando de pie la caja, el bajista acompañando con una pandereta y Megan embelesándonos con su vozarrón.
Estas chicas tienen un directo que no te puedes perder. Nosotros ya hemos hecho los deberes…
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