Hemos acabado un año repleto de conciertos con uno de los grupos favoritos de esta casa. Los Zigarros volvían a La Riviera para, en este caso, cerrar el año en el que se han consolidado como una de las referencias del rock nacional. Con más de veinte minutos de retraso saltaron a la palestra los hermanos Tormo y compañía para desencajarnos las caderas con su rock & roll macarra, que se extendió a lo largo de una veintena de temas y casi dos horas de energía desbordante.
Con una efectiva triada formada por «Antes De Los Muertos», «¿Qué Harás Amor?» y «Voy Hacia El Mar», no fue hasta el cuarto tema cuando Los Zigarros hicieran su primera parada en «A Todo Que Sí». Se trataba de «Tenía que probar», y a esas alturas ya tenían la sala a sus pies. Cierto es que los valencianos con una máquina perfectamente engrasada, pero esta noche estuvieron especialmente inspirados. Son unos soldados del rock & roll que no hacen prisioneros y dan lo mejor de sí – o al menos se ve que lo intentan – en cada directo.
Con tan solo dos discos en el mercado pocas variaciones pueden hacer en el repertorio, pero sí que nos sorprendieron con algunas versiones de lo más variopintas y con varias colaboraciones, que si bien no eran sorpresa ya que estaban anunciadas con antelación, sí que aportaron un plus de variedad y calidad a su soberbia actuación. «No Obstante Lo Cual» y «Desde Que Ya No Eres Mía» dieron paso a la primera de ellas: Nacho Carballo, vocalista y guitarrista de Gallos, saltó a la palestra para acompañarlos en «Baila Conmigo». Bonito duelo de solos de guitarra el que mantuvieron Nacho y Ovidi en medio de la canción, arrodillados sobre las tablas igualando así un poco la diferencia de estatura. Previamente, un pedazo del «Mystery Train» de Elvis Presley sirvió para entretener y enardecer al público mientras Álvaro trataba de solventar los problemas técnicos que finalmente le impidieron cambiar de guitarra. «Odiar Me Gusta», «¿Qué Demonios Hago Yo Aquí?» y «Tendrías Que Haberla Visto Bailar» con un espectacular interludio bluesero dieron paso a «Cayendo Por El Agujero», y con él a Ángel Vera (“el quinto Zigarro”, Ovidi Tormo dixit) dando un máster de como rocanrolear con la armónica. La gran sorpresa de la noche fue cuando tras este tema, se arrancaron a interpretar medio «Smells Like Teen Spirit» de Nirvana para empalmar con «Resaca». Un poquito de grunge entre tanto rock & roll a mí me sentó de maravilla. No obstante lo cual las aguas volvieron a su cauce con «Voy A Bailar Encima De Ti», para la cual contaron con la colaboración de Adrián Díaz de Desvariados, y con el momento soul de la noche, en el que Aurora García, vocalista de Aurora & The Betrayers, subió al escenario para versionar «River Deep, Mountain High» de Tina Turner. «Suena Rock And Roll», «Hablar, Hablar, Hablar» y «Dispárame», medley mediante del mítico «My Sharona» de The Knack, cerraron el bolo. Pero todos sabíamos que esto no podía quedar así…
Las sirenas sonaban mientras el escenario permanecía vacío. Todo indicaba que reaparecerían para terminar con “Dentro De La Ley”, y así fue. Puro rock & roll canalla con el que no puedes evitar bailar y gritar, pero quedaba una última sorpresa para, esta vez sí, finalizar su concierto: versionaca de “You Really Got Me”. ¿Quién no conoce el temazo de The Kinks?. Descarga de adrenalina y retirada.
En pocas palabras, podemos decir que disfrutamos de un gran concierto de Los Zigarros, pese a que sufrimos inhalando bastantes cigarros (con y sin adulterar) entre el nada respetable que enturbió el ambiente festivo que rodeaba una gran noche de rock & roll con la que la banda valenciana ponía el broche final a su gira «A Todo Que Sí» en lo que respecta al 2017. Esperamos volver a verlos pronto, y si es con nuevo disco debajo del brazo, mejor que mejor.
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