Domingo 30:
La segunda jornada del Welcome To Rockville se presentaba de lo más interesante. El día estaba nublado y aunque el calor seguía siendo intenso, no era tan sofocante como en el día anterior. Tras llegar al recinto en el Taxi River de Jacksonville que nos dejó a las puertas, accedimos al mismo pasadas las 11:30, con el tiempo justo para ver finalizar la actuación de Kyng y desplazarnos al escenario principal donde iba a tener lugar la actuación de Rival Sons. Resulta curioso que un grupo tan reconocido ya como el californiano tenga que tocar tan temprano pero es cierto que el nivel del festival, en general, era muy alto y que a alguien le tenía que tocar… La banda liderada por Jay Buchanan demostró por qué son considerados por muchos como los herederos de Led Zeppelin. Imagen, energía y elegancia en su sonido son algunas de sus virtudes. Tocaba cambio de escenario y de estilo. Era el momento de Beartooth y su hardcore salvaje. Muchos brincos sobre el escenario así como entre los fieles seguidores que se agolpaban en las primeras filas. La banda de Caleb Shomo (ex-Attack Attack!) se ha hecho en poco tiempo con un lugar privilegiado dentro de la escena musical extrema americana y aquí demostró el porqué. Tras un breve descanso en la zona habilitada para la prensa nos acercamos de nuevo al Metropolitan Stage para presenciar la actuación de Motionless In White. Entre el público mucha gente joven con maquillajes tétricos imitando la estética de esta banda que viene pegando fuerte desde hace un lustro. No puede negar Chris Cerulli (el vocalista) su gusto por Marilyn Manson, tanto en su estética como en su forma de cantar, pero no solo de Manson y su metal industrial viven estos chicos puesto que también se aprecia en su música elementos del rock gótico o del metalcore. Su concepto del espectáculo también es muy atractivo y desde luego, provee de buenas estampas para los fotógrafos. Esto último también se puede decir de nuestros siguientes protagonistas: In This Moment. Es una pena, desde mi punto de vista, el cambio estilístico que ha dado la banda liderada por María Brink y Chris Howorth. Poco queda ya del metalcore emocional que facturaban en sus inicios. Con los años, a medida que ha ido aumentando el peso de su espectáculo visual ha ido decreciendo el nivel de sus composiciones. Las canciones son más simples y machaconas, y a veces no se sabe muy bien si estás presenciando un concierto de black metal o de Madonna. Centraron su actuación en temas de “Blood” y “Black Widow”. Una lástima, con lo que me gustaban a mi “Beautiful Tragedy” y “The Dream”…
A partir de aquí, átense los machos… En el Monster Energy Stage hace aparición el último grupo en ser incorporado al cartel del festival, Of Mice & Men. Era una de las primeras actuaciones con el bajista Aaron Pauley haciéndose cargo de las voces tras la salida de Austin Carlile del grupo. La banda no ha desvelado aún cuando publicarán un nuevo álbum, pero todo hace indicar que ya están trabajando en él después de que hayan publicado los singles “Unbreakable”, que interpretaron aquí, y “Back To Me”, cuyo vídeo está repleto de imágenes extraídas de esta actuación en Jacksonville. En ellos se puede apreciar un registro más melódico, que también plasmaron en la adaptación al directo de temas antiguos como “Bones Exposed”.
Pasadas las 16:00 era el momento de Alter Bridge. La banda de Orlando nunca defrauda en directo, y tocando tan cerca de casa no iba a ser ésta la primera vez… Arrancaron su show pisando a fondo el acelerador con “Come To Life” y “Addicted To Pain” para después dejar a su vocalista Myles Kennedy lucirse también con la guitarra en la intro de “Cry Of Achilles” con ese punteo de aires flamencos que precede a la tormenta metalera que desataría Mark Tremonti instantes después. Hicieron un breve repaso a su discografía en los escasos cuarenta minutos de los que disponían, por lo que tan solo tocaron “Show Me A Leader” de su último disco “The Last Hero”. Yo eché de menos algún clásico como “Broken Wings” o “Blackbird” pero es normal que en tan poco tiempo se tengan que quedar muchos temas fuera.
Otra de las bandas con más tirón del domingo era Three Days Grace. La verdad es que no estoy muy puesto en la discografía de los canadienses, pero lo que desde luego no se puede negar es la actitud sobre el escenario. La ya veterana banda, con diversos cambios en su formación desde sus inicios (cantante incluido), tiene una legión de seguidores que disfrutaron recordando los temas de más éxito de la banda como “I Hate Everything About You” o “The Good Life”.
Una de las actuaciones más esperadas por nosotros era la de Seether. Tenemos especial devoción por los sudafricanos. Era difícil elegir un mejor set-list para una actuación de esa duración y es que arrancaron con clasicazos de su repertorio como “Gasoline”, “Fine Again” y “Rise Above This”. Shaun Morgan nos dio la bienvenida recordando que tan solo faltaban doce días para el lanzamiento de su próximo álbum, “Poison The Parish”. Un gran disco, por cierto, del que interpretaron el single de presentación “Let You Down”. Sonaron genial, a lo cual contribuyó la presencia de un guitarrista de apoyo, ya que cuando la banda toca en formato trío le falta un poco de chicha en algunos momentos. Finalizaron su actuación con “Fake It” y “Remedy”, y con el subidón nos fuimos corriendo al escenario en el que Papa Roach iban a montar su show. Estos héroes del nu metal y post-grunge de principios del milenio desataron la locura entre los asistentes ya desde el principio con esos temazos que son “… To Be Loved” y “She Loves Me Not”. Hay gran parte del público que más que a escuchar a los artistas van a desmadrarse con el crowd surfing, lo cual produjo problemas en el foso de fotógrafos ante la avalancha de gente cayendo sobre los empleados de seguridad que no daban abasto para recoger a la gente que se abalanza y a la vez proteger a los que se encuentran allí haciendo su trabajo. Alejándonos un poco más de la zona pudimos disfrutar de clásicos de nuestra tierna juventud como “Scars” y “Last Resort”. Uno de los momentos estelares es cuando apareció en el escenario María Brink para cantar junto a Jacoby Shaddix “Gravity”. Gran show el de Papa Roach pero no nos podíamos quedar a verlo entero (la tónica general del evento) porque iba a comenzar la actuación de una de nuestras bandas favoritas, Chevelle. Por fin llegaba el día en el que iba a poder ver en directo al trío de Chicago. Me alegra ver que en Estados Unidos es un grupo reconocido que puede encabezar un gran festival, ya que en España son más bien desconocidos. Empezaron a soltar decibelios con dos temas de su “This Type Of Thinking (Could Do Us In)” como son “Another Know It All” y “The Clincher” con un sonido ciertamente mejorable. Afortunadamente mejoró, y pudimos disfrutar de los singles de su último disco “Door To Door Cannibals” y “Joyride (Omen)” así como de clasicazos del calibre de “Send The Pain Below” (no podía faltar), “I Get It” o “The Red”, que fue uno de los momentos épicos de la noche, al interpretar Pete Loeffler las primeras estrofas tan solo con su guitarra, dejando que se escuche al público cantar, hasta que se incorporan Sam y Dean con la batería y el bajo respectivamente. Un gran momento y un gran show, pese a que yo hubiera hecho algún cambio en el set-list.
Y tras la actuación de Chevelle y comer un poco de pizza para cenar, nos dirigimos de nuevo al escenario principal donde Def Leppard iban a poner punto y final a esta edición del Welcome To Rockville. Los británicos eran los sorprendentes cabezas de cartel, ya que un grupo de hard-rock ochentero no parece encajar mucho en la filosofía del festival pero ¿a quién le importan las etiquetas? Gran parte del público joven había abandonado ya el recinto pero por otra parte, vimos a gente más talludita que no habíamos visto antes preparada para recordar sus años de juventud con la mítica banda liderada por Joe Elliot. Contaban con un gran equipo de luces y sonido que nos deslumbró a todos, y los vídeos proyectados a sus espaldas con imágenes de sus primeros años incentivaban la nostalgia de algunos. A nosotros, lo que más nos impactó, es la habilidad de su batería, Rick Allen, para tocar con un solo brazo, teniendo que multiplicar su trabajo con los pies. Todo un virtuoso. Junto a Soundgarden el día anterior, Def Leppard fue la única banda del festival en contar con más de una hora para su set. Ellos lo aprovecharon tocando casi una veintena de temas en los que destacaron los extraídos de su disco más exitoso, “Hysteria”.
Pues se acabó lo que se daba. El último fin de semana de abril vivimos en Jacksonville (Florida) un gran evento de rock, con sus pros y sus contras. Entre los primeros, destacamos la puntualidad con la que se desarrolló, lo bien organizado que está en cuanto a infraestructuras, baños públicos demás, y sobre todo, la calidad de los grupos programados. Entre los contras diremos que hay demasiados grupos para tan solo 2 días de festival. Hay muchas actuaciones solapadas que no puedes ver enteras, y otras de las que no puedes ver nada, lo cual es una pena cuando el cartel es tan atractivo.
No te pierdas la galería fotográfica de este segundo día de festival
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