Se podría decir que (de forma maravillosamente inexplicable) «Rich Men North Of Richmond» se ha convertido en la canción del verano. Tanto ella como su autor son un fenómeno viral, y eso es para estar de enhorabuena. Déjate de autotune, sobreproducciones repletas de electrónica, letras vacías y mierdas varias. Un tío con un dobro tocando en medio del bosque rodeado de sus perros ha sido suficiente para reventar las listas de éxitos y poner Estados Unidos patas arriba. Y lo hace además con una canción protesta de las que no se hacen hoy en día, centrada en las miserias de la clase trabajadora y de cómo los políticos nos expolian, hoy más que nunca en la historia contemporánea. Nada de falacias identitarias. Y eso hay a quien le escuece… Puro country-folk old school al estilo de su admirado Hank Williams.
Christopher Anthony Lunsford, más conocido como Oliver Anthony, es un joven que vive junto a su mujer y sus tres perros en Farmville (Virginia), en un terreno que aspira a convertir en una pequeña granja para criar ganado (cuidado que así empezaron los Dutton). Se hace llamar así en homenaje a su abuelo, que es el que se llamaba Oliver Anthony, y también a los Apalaches de los años 30 donde aquel nació y creció. Tierras polvorientas, siete hijos… tiempos difíciles. Nuestro protagonista ha trabajado en una fábrica en Carolina del Norte haciendo turnos de doce horas, seis días a la semana, y posteriormente trabajó en ventas de productos para la construcción haciendo mucha carretera, por lo que sabe de lo que habla en sus canciones. No es algo impostado, como ocurre con gran parte de los artistas. De hecho, acaba de rechazar un contrato discográfico millonario, no como aquellos que pregonan la revolución mientras van de concierto a concierto en primera clase. Durante un tiempo ha estado componiendo y grabando sus canciones con un teléfono móvil hasta que la vida le cambió a principio del mes de agosto cuando grabó «Rich Men North Of Richmond» para Radiowv, un canal de YouTube de Virginia Occidental. Cosechó varios millones de reproducciones en tan solo unos pocos días. Una locura. Ahora mismo, mes y pico después de su publicación, cuenta con 65 millones ya. Se ha colado en las listas de éxitos de todas las plataformas y ha sido el primer artista en la historia en colocar su primer single directamente en el número uno del Billboard. Y ojo, porque las siguientes canciones que ha publicado días después, como «I Want To Go Home» o «90 Some Chevy», llevan un camino similar. Oliver quiere dar esperanza al joven trabajador promedio que ha perdido la esperanza en que su esfuerzo por intentar salir adelante sirva de algo. Al haber conectado de esta manera con tanta gente y en tan poco tiempo, podemos decir que lo está consiguiendo. Al menos, ha hecho que muchos recuperemos la fe en la música en su estilo más auténtico y primario. Como él mismo dice: «Sin edición, sin agentes, sin tonterías. Sólo un idiota y su guitarra. El estilo de música del que nunca deberíamos habernos alejado». Claro, que para eso hace falta tener un vozarrón como el suyo.
¡Feliz fin de semana!
Oliver Anthony
0 comments