Hands Like Houses – -Anon. (2018)

De nuevo vuelven a la carga los australianos Hands Like Houses  con su nuevo disco «-Anon.». Ya se adelantó en esta revista una canción del nuevo disco que por solitario dejaba las expectativas altas, no era menos de esperar. Sin embargo, las giras continuas y nada de descanso para los componentes de un grupo pueden dejar bastante exhaustos a los mismos. Por mucho que nosotros como fans deseemos que siempre rueden por el mundo dándonos ese placer que solo la música puede crearnos, son humanos aunque divinicemos a los artistas, y como tal necesitan su época de descanso. ¿El por qué de esta meditación? El disco, ni más ni menos.

El disco no tiene un mal resultado en absoluto, son buenas canciones. Unas mejores que otras, de eso no hay duda, pero lo que realmente choca es la diferencia entre ellas. Parecen singles sin más, agrupadas dentro de un mismo álbum. Una concepción un poco curiosa que o bien han decidido que sea así, o es a consecuencia de cómo creo, el poco tiempo de procesamiento ante la composición del disco. Bajo mi opinión creo que se han perdido un poco intentando renovarse de forma individual en un conjunto de canciones bajo un mismo nombre. Esto no quiere decir que lo que tengamos entre manos sea malo, repito, solo diferente a lo que nos han ofrecido previamente.

Si escuchamos «-Anon.» encontramos como primera canción «Kingdom Come”. Empieza bastante emocionante, un sonido gracioso, guitarra, voz limpia y una percusión que asemeja ser palmadas. Sin embargo nos deja un poco en tensión porque no hay ningún momento en que la canción rompa como se suele decir. Hay bastantes zonas en las que parecería que podría darse pero simplemente no está. Seguidamente sin método de unión pasamos a “Monster”. Es difícil ponerse a percibir esto sin más ya que al principio me da un aire indie que mi cabeza matiza aún más con los “Wo-hoo”. Tocan de todo un poco, un estilo más potente, coros que permiten a la gente acercarse a la canción y un significado bastante profundo al estilo del grupo donde nos hablan de sus demonios interiores. Entre “Sick” y “Monster” podríamos encontrar una primera relación, muy cogida por los pelos, sobre significados de letras ya que ambas tratan temas relacionados y se podrían pensar como continuaciones líricas. Y si continuamos a la siguiente vemos un trío de coherencia junto con “Overthinking”. La única relación que podemos encontrar en todo el disco es esta. Con “Overthinking” se termina de soldar la idea en torno a nuestros pensamientos, los demonios que pueden acarrearnos si dejamos que las malas sensaciones nos coman y como puede resultar eso para nosotros. “Through Glass” es una canción bastante parecida a “Monster” en composición y en los adornos incluidos en coros y el estilo de canto. Mucho más relajada que todas las que hemos escuchado anteriormente eso sí, aunque si Hands Like Houses de pronto quisiera dar el salto a trabajar otros estilos y abandonar el post-rock, debería hacerlo con esta canción. Es la que suena mejor con vistas a una radio popular. “Half-hearted” de pronto suena a grunge. No hay nada que pudiera prever que se iban a escuchar este tipo de sonidos en las guitarras ni el ligero desgarro vocal pero ahí está el grunge y su dolor en todas las facetas de la canción. “No Man’s Land” no es la mejor musicalmente hablando pero sí tiene una letra muy importante sobre algo de lo que últimamente se está hablando mucho, y menos mal. Sobre las enfermedades mentales, algo con lo que personalmente estoy muy volcada. Solo quiero dejar una oración de “No Man’s Land” para que penséis sobre ello «We’re killing ourselves ‘cause nobody taught us that it ain’t weakness to open up and reach for help» – nos estamos matando porque nadie nos enseñó que no es una debilidad abrirnos y buscar ayuda. Tras esto nos deja un momento para reconectar con la siguiente canción “Black” con unas ligeras ondas creadas con la guitarra que hace retomar sus toques electrónicos y presenta la fuerza de discos anteriores en una sola canción, para mí la mejor de todo «-Anon.». Emerge “Tilt” y parece que han dejado lo mejor para el final, las canciones que en directo serán las que enloquezcan al público, qué alivio. Nos dirigimos a “Bad Dream” la última canción y he de decir que me recuerda bastante a Muse por ese toque de voz casi a capella y de pronto una máxima de instrumentos que se van bastante al agudo y nos lleva a enloquecer con la cantidad de sonidos que tenemos que procesar. Como decía han dejado lo mejor para el final.

Sonia Jiménez Carrillo

Hands Like Houses

Lo mejor: Tenemos 10 singles en un solo disco con los que podemos disfrutar sin necesidad de pensar más allá.

Lo peor: No hay un mínimo sentido entre canciones. Aunque encontremos algunas con relación, el disco no tiene coherencia.

Hands Like Houses «Anon» (Hopeless Records)

  1. Kingdom Come
  2. Monster
  3. Sick
  4. Overthinking
  5. Through Glass
  6. Half-hearted
  7. No Man’s Land
  8. Black
  9. Tilt
  10. Bad Dream

 

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