Tenemos una nueva banda de enmascarados llamando a las puertas del éxito comercial; se llama Sleep Token y viene del Reino Unido. Si bien sus dos primeros discos ya habían llamado la atención de los más eruditos, seguían siendo unos perfectos desconocidos para el gran público hasta hace unos meses donde el hype creado alrededor del lanzamiento de su tercer y último disco crecía a cada nuevo adelanto que publicaban. «Take Me Back To Eden» se posicionaba como uno de los mejores discos del año incluso antes de ver la luz. La pregunta es: ¿responde el álbum a la expectación creada?. Pues mi respuesta es «sí», y a la vez «no». No soy gallego, pero es que este disco es un tanto desconcertante, por lo que no quiere uno sacar conclusiones precipitadas. De lo que no tengo ninguna duda es de que es un disco valiente, muy bien ejecutado y con momentos de auténtica brillantez, pero para ser sincero, tampoco creo que sea ese disco que va a cambiar el paradigma del rock y el metal de aquí en adelante, tal y como nos han querido vender. «Take Me Back To Eden» empieza fuerte con un corte como «Chokehold» que ya genera confusión con esa mezcla de estilos representada en este caso por los dejes propios del R&B de la voz de Vessel, mientras que las líneas de guitarra (cuando explotan, que aquí son pocas veces) son puro djent. Otros hitos del álbum son «The Summoning», que puede enganchar a seguidores del prog del más amplio espectro, desde el rock clásico hasta el metal contemporáneo, incluyendo una concesión al trap más fino al estilo Post Malone en el tramo final; «Granite» o «Ascensionism» donde siguen un camino inverso a la anterior, moviéndose por derroteros cercanos al trap en el tramo principal para estallar al final con las típicas guitarras downtone distorsionadas que harán las delicias de todos los metaleros de nuevo cuño; «Vore» y su prog-djent de calidad al estilo de Tesseract, «Aqua Regia» y su rollo jazz, «Are You Really Okay?» con su pop-rock fino y elegante que por momentos me recuerda a Elton John (sí, sé que suena raro) o la que da titulo al álbum, que situada en el tramo final del mismo, se nos muestra como un tema arquetipo del metal progresivo genérico y de su propia concepción del género, ya que a lo largo de sus ocho minutos de duración tenemos las clásicas subidas, bajadas, cambios de ritmo y ambientes… pero dejando hueco también para esas estrofas de pop modernete con las que nos han ido obsequiando a lo largo de los cortes precedentes. Buenos riffs, buenas atmósferas, ¿qué más queremos? Pues que se hubieran ahorrado un corte como «DYWTYLM» no hubiera estado mal, pero bueno, la conclusión es que estamos ante un álbum notable que parece indicar que el culto hacia los enigmáticos Sleep Token irá en aumento en los próximos tiempos, al menos hasta que se desvele la identidad de sus miembros, que ya hay informaciones más que fiables al respecto… En cualquier caso, aunque eso les pudiera hacer perder cierto atractivo, no creo que les hiciera perder la magia, ya que ésta está en su música.
Lo mejor: Sleep Token han apostado fuerte por romper barreras y fusionar estilos que a priori parecen antagónicos, y han salido vencedores. La producción es excelente y la fórmula ganadora les puede dar para sacar varios discos de nivel notable.
Lo peor: El disco se hace un poco largo y hay momentos en los que se les va la mano con la experimentación y los ambientes «traperos».
01. Chokehold
02. The Summoning
03. Granite
04. Aqua Regia
05. Vore
06. Ascensionism
07. Are You Really Okay?
08. The Apparition
09. DYWTYLM
10. Rain
11. Take Me Back to Eden
12. Euclid
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