Sons Of Alpha Centauri – Continuum (2018)

By rock4spain on julio 18, 2018

Si tuviera que definir con una sola palabra a los británicos Sons Of Alpha Centauri, esta sería timidez. Y es que, han pasado ya muchos años desde que editaron su trabajo debut, más de una década, y durante todo este tiempo se han dedicado a aparecer en múltiples splits, sobre todo junto a Karma To Burn, pero también con otras como Treasure Cat o A Death Cinematic. Como si les diese miedo entrar haciendo mucho ruido y prefirieran ir dejando pinceladas de sus composiciones diseminadas aquí y allá. Obviamente, el hecho de que sus apariciones en directo puedan contarse con los dedos de las manos y los pies, acrecienta esa imagen… Pero entremos de lleno en este «Continuum», que para eso es a lo que habéis venido aquí.

El trabajo ha sido producido y mezclado por Aaron Harris, a quien conocemos sobre todo por su bien hacer tras los parches en dos grupazos como Isis o Palms; y ha sido masterizado por John McBain que, entre otras cosas, fue guitarrista en los comienzos de Monster Magnet y participó en su debut «Spine Of God». Con semejantes créditos, podemos hacernos una rápida idea de por dónde van los tiros con Sons Of Alpha Centauri: Efectivamente, y resumiendo, es un grupo de post-rock espacial e instrumental. Lo primero que sorprende al enfrentarnos a «Continuum», es la duración de los cortes. Solo tres superan los cinco minutos y tan solo uno de ellos atraviesa la barrera de los diez, lo cuál no es lo más habitual en esta clase de trabajos. Las canciones, de una estructura bastante clásica, con sus estrofas y estribillos marcados, dejando espacios que podrían ser ocupados por una voz si así lo pretendiesen, lo que les acerca más al concepto de los ya mencionados Karma To Burn que a otros grupos instrumentales como podrías ser los españoles Toundra, etc… Tienen un tono oscuro, que trata de utilizar la electrónica para generar atmósferas y huye a menudo del manido recurso de las transiciones entre momentos de calma que terminan chocando y rompiéndose a través de la distorsión; jugando quizás con un concepto más minimalista (quizás derivado de la timidez que comentaba al comienzo de la crítica), que utiliza la aparente linealidad de las composiciones para tratar de atraparte de manera hipnótica dentro de las canciones.

El trabajo está compuesto como un todo, lo que provoca que la progresión de los temas sea muy fluida y que, junto a una producción nítida y muy equilibrada, nos sumerja y nos meza hasta llevarnos a un agradable letargo. Espero que no tengamos que esperar otros once años para escuchar la continuación de este proyecto.

Bruno Díaz