The Menzingers – After The Party (2017)

“After the party” es ya el quinto disco de The Menzingers y sale a la luz precisamente diez años después de que lo hiciera su debut “A Lesson in the Abuse of Information Technology”. En este tiempo la fórmula de los de Scranton (Pennsylvania) no ha variado en exceso, eso sí, se ha refinado sustancialmente.

Cuando uno se enfrenta a un nuevo disco de The Menzingers sabe más o menos lo que se va a encontrar. “After the party” no ofrece novedades estilísticas reseñables respecto a su última referencia, “Rented world” (2014). Personalmente, ni las espero ni las quiero, y estoy seguro de que la mayoría de sus fans estarán de acuerdo. “After the party” está plagado de trallazos como “Tellin’ lies”, “Thick as thieves”, “Charlie’s army” o la canción que da título al disco, en los que muestran por qué siguen estando en el top de esa hornada de bandas que hace una década se propusieron fusionar el punk con el rock americano de toda la vida y cuyo máximo exponente sería The Gaslight Anthem.

Hay temas más relajados, medios tiempos como “Midwestern states” – bonito, bonito – o “Livin’ ain’t easy” que sirve de perfecto cierre del álbum. “Black mass”, justo en el epicentro, es el tema más diferente del disco, la típica balada que te imaginas escuchando en el porche de tu casa – si vivieras en Pennsylvania por ejemplo –  con una Budweiser al lado y la bandera norteamericana ondeando. También nos encontramos con canciones como “Your wild years” o “The bars” donde el rock & roll gana peso en su ecuación sonora y mención aparte merecen “Bad Catholics” – elegido como primer single – o “Lookers”, temas pegadizos donde combinan grandes melodías vocales con riffs afilados que sirven muy bien de muestra para que te hagas una idea de a qué suenan The Menzingers si eres de los que aún no se han sumergido en la discografía de la banda. Si es así, no sé a qué esperas…

Lo mejor: “After The Party” es uno de esos discos que puedes escuchar del tirón y que te hacen sentir bien. Levantan el ánimo en un día lluvioso como el de hoy.

Lo peor: ¿Que no innoven?