White Polo es el proyecto musical de Juan Sáez (guitarra y voz) y Santi Polo, dos zaragozanos afincados en Madrid desde hace años, en los que al igual que en sus inicios musicales en su ciudad en los noventa, pasaron por diversas formaciones de pop y rock como músicos de apoyo, bandas en las que no pudieron dar rienda suelta a la rabia y euforia de sus raíces más cercanas al hard rock o el blues, y que ahora escupen tras años contenidas, en forma de canciones que mezclan blues, rock, riffs con vocación setentera y melodías de doble filo para untar y cortar por igual. Su disco de debut, «A Million Miles», recorre la nostalgia de mejores tiempos, la resistencia al cambio y el hartazgo generacional ante lo que se ve y se oye en nuestros días en demasiados medios. Se trata de un disco autoeditado y mezclado, de bajo presupuesto, pero con colaboraciones de calado como Marcelo Novati en algunas baterías o Santi Comet en los teclados. Contiene once temas fundamentalmente de inspiración rock y blues, aunque también con pinceladas alternativas y dotados de mensajes sinceros y crudos, sin grandes pretensiones pero sin barreras de ningún tipo en letras o estilos.
Hasta aquí, la información que nos proporcionan en su hoja de prensa y que nos sirve como carta de presentación. Con eso nos tenemos que conformar porque carecen de redes sociales, lo cual hace que estemos ante una banda y un trabajo enigmáticos, a la vieja usanza, donde hay que bucear en su música sin prejuicios ni ideas preconcebidas en base a su imagen más o menos pública. Tenemos pues, todos los condicionantes para que «A Million Miles» se convierta en un futuro en un disco de culto. Este dúo maño-madrileño bien podía ser de Tucson, por ejemplo, y es que es evidente que su música bebe de los pozos cavados en las áridas tierras del lejano oeste norteamericano donde el country, el blues y el rock n’ roll son el credo de los feligreses que acuden a cualquier garito polvoriento a disfrutar del sonido que emana de unas guitarras crujientes.
Tras encandilarnos con un sencillo pero elegante y trabajado digipack procedemos a la escucha del disco y nos damos cuenta, ya desde los primeros acordes, de que estamos ante un trabajo poderoso y aguerrido. White Polo atacan fuerte y no hacen prisioneros. Es cierto que tampoco inventan nada nuevo pero es que todo está hecho con mucho gusto. La tormenta eléctrica con la que arranca «Lone Gone» tiene un cierto aire stoner que recuerda bastante a los Queens Of The Stone Age de «Rated R». Aunque estén muy influenciados por el rock clásico, los brochazos propios de los grupos de su generación, aquellos que partieron la pana a finales de los 90′ y principios de los 00′, salen a relucir constantemente. Me recuerdan mucho, y positivamente, a The White Stripes. Quizá sea por el gran parecido de la voz de Juan Sáez con la de Jack White, o quizá por el sonido garajerolo-fi del que han dotado al álbum, pero el caso es que bien sea en cortes semi-acústicos como «A Million Miles» (qué delicia de slide y harmónica) o en otros más viscerales como «This Is A Hole», la influencia del extinto dúo de Detroit es más que flagrante, y yo creo que los que los echamos de menos lo agradecemos. Juan se ha encargado de las guitarras, las voces y la harmónica, además de los bajos, tarea esta última que ha compartido con su tocayo Juan Ximénez, al igual que la mezcla, por lo que es fácil deducir que es la principal cabeza pensante en este proyecto, y en esa cabeza cabe mucha música… El grueso de las canciones que componen «A Million Miles» podrían englobarse en lo que llamaríamos hard rock primigenio, las cuales van sobradas de groove y melodía, y se construyen sobre unas potentes bases rítmicas. En este grupo podríamos destacar «Slow Down», «Stealing Your Love» o «Maniac Soul». Tampoco difieren demasiado «Shotgun» de la cual destacaría el toque que le dan esos cencerros acoplados a la batería, y «The Season», las más sabbathiana del lote, en una línea muy explotada por sus/nuestros compatriotas ’77, y en la que llama mucho la atención el sonido cascado del bajo. Por el otro lado, y como cortes más diferentes, podemos destacar «Lights Are Out», un corte muy dinámico, sexy, sucio y con dos partes bien diferenciadas, unas más eléctrica al principio y otra más reposada en la segunda parte que coquetea con el pop; «How Was I To Know», cuyo peso lo lleva un riff muteado muy roquero que puede recordar a cientos de bandas y canciones, pero que no por más escuchado resulta menos reconfortante; y la final «Stay Away», un medio tiempo con mucha clase. En definitiva, «A Million Miles» es un disco que no puedes perderte si te gusta el blues-rock crudo y pantanoso. Un trabajo que pasará desapercibido para casi todo el mundo, pero que hará las delicias de los que lleguen a descubrirlo, y nosotros ponemos nuestro granito de arena para intentar que sean los más posibles.
Juan Sáez Comet, guitarra y voz de White Polo
Lo mejor: «A Million Miles» es un disco contundente de blues-rock con una pegada brutal y una producción cruda que hace honor al espíritu underground y garajero que rodea al disco. Un imprescindible del 2021.
Lo peor: Tiene pinta de que será uno de esos discos que pasan totalmente desapercibidos para el público roquero.
Fundador y director de Rock4Spain.
Esposo y padre de dos.
Funcionario del rock & roll.
Tras aparcar sus proyectos musicales propios y con la experiencia que le dan varios años de colaboración como redactor en cylcultural.org decide lanzarse a esta empresa.
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