La magia ha vuelto, la que crean Adam Dutkiewicz y Jesse Leach al margen de Killswitch Engage bajo el nombre de Times Of Grace y que sus seguidores llevábamos una década esperando, se dice pronto… Ya sabemos que se trata de un proyecto paralelo, pero tardar diez años desde la publicación de su magnífico debut «The Hymn Of A Broken Man» se nos antoja demasiado tiempo a los que cada enero colocábamos el segundo disco de Times Of Grace como uno de los más esperados del año, disco que nunca llegaba. Ahora, por fin, la espera ha terminado y ya hemos podido disfrutar de «Songs Of Loss And Separation». Llegados a este punto, la pregunta es obvia: ¿Ha merecido la pena esta vigilia? ¿cumple este disco las expectativas creadas?. La respuesta es un rotundo «sí». Quizá alguno pueda pensar que no es para tanto, o que después de una década – en la que realmente tampoco sabemos cuanto tiempo se ha dedicado en realidad a su gestación – se podía esperar algo más, sobre todo, si lo que te esperas es una réplica de aquel «The Hymn Of A Broken Man», pero la verdad es que ahora están en otro punto. Por los títulos de ambos discos, es fácil intuir que son discos liberadores, hechos desde las entrañas, y musicalmente tampoco son, ni mucho menos, trabajos antagónicos, pero si bien su debut era un tratado de metalcore, una obra maestra de un género que ahora parece denostado, esta segunda referencia es más compleja, abierta y difícil de encasillar.
Publicado bajo el sello Wicked Good Records, «Songs Of Loss And Separation» es una colección de diez canciones que constituye una montaña rusa emocional de casi cincuenta minutos en la que los géneros pasan a un segundo plano. Esta roller coaster arranca con «The Burden Of Belief», que también fue el single escogido para presentar el álbum un par de meses antes de salir a la luz, y la verdad es que la elección fue de lo más acertada porque supone una gran piedra de toque. Un corte de tempo lento repleto de emoción y sensibilidad que se muestra sosegado hasta que rompe en el tramo final con algo de la rabia contenida. «Mend You» se mueve por unos derroteros similares aunque con algo más de ritmo, es un medio tiempo sobrado de melodía y capacidad para llegar al corazón, coqueteos con el prog incluidos en su segunda parte, destacando las baterías intrincadas de Dan Gluszak (incorporación al lineup oficial de la banda con este disco) y las guitarras juguetonas de Adam D. «Rescue» es un pepino, es el tema que guarda más parecido con las composiciones de Killswitch Engage, por lo que nos lleva a unos terrenos de sobra conocidos pero siempre reconfortantes. Cambio de tercio casi total con «Far From Heavenless» que arranca con el clásico arpegio de Times Of Grace envuelto en unos arreglos electrónicos que dan un ambiente etéreo sobre los que se eleva la voz de Leach hasta que entran la sección rítmica y las guitarras distorsionadas, irrumpiendo los guturales y aumentando la tensión que permanecía latente y que no desaparece en ningún momento de los seis minutos de duración de un corte en el que las partes pesadas y las de calma tensa se suceden sin solución de continuidad. «Bleed Me» tiene un parecido más que evidente al «Something In The Way» de Nirvana en cuanto al tempo y melodía (especialmente en el primer tramo) pero con su propio estilo, más complejo y metalizado que el de la icónica banda de Seattle aunque igual de visceral. «Medusa» enlaza con el anterior y nos presenta a la vertiente más innovadora y progresiva de la banda. Estamos probablemente ante el tema más denso y oscuro del álbum en el que nos sorprende el recurso de la voz distorsionada en las estrofas. «Currents», en cambio, es un corte que liga muy bien con lo que nos mostraron en su álbum debut, cobrando mayor protagonismo las voces de Adam Dutkiewicz que aquí no se limitan a los habituales coros. «To Carry The Weight» es un temazo profundo y tremendamente melódico, se podría considerar una balada metalera del siglo XXI, un nuevo paradigma en el que parecen sentirse muy a gusto. «Cold» sigue esa tendencia y empieza donde lo dejó la anterior, pero va in crescendo, ganando en intensidad y emotividad, dejando clara su marca registrada y llevándonos así hasta el broche final, un «Forever» que podría considerarse como la segunda parte de «Far From Heavenless» pero en este caso liberándonos de gran parte de la tensión y permitiéndonos regocijarnos en los momentos de calma, adquiriendo una nueva perspectiva que nos aporta algo de claridad toda vez que nos hemos desprendido de aquello que nos ata a un pasado turbulento.
«Songs Of Loss And Separation» habla de esos sentimientos y pensamientos que deseamos que desaparezcan y que, a menudo, nos negamos a reconocer; una avalancha de emociones que está a punto de estrellar y que una vez lo hace y lo asimilas, consigues la paz que tanto deseas. Esperamos que la continuación a este álbum, tan bello como triste, no tarde otros diez años en llegar.
Lo mejor: «Songs Of Loss And Separation» es un trabajo en el que la emotividad está al servicio del metal, y viceversa. Música pensada para sentirla y dejarse llevar, sin cortapisas y con la habitual genialidad del binomio Dutkiewicz-Leach.
Lo peor: Que hayamos tenido que esperar tanto para poder degustarlo.
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