A muchos les sorprenderá que cite a un grupo portugués como el artífice de uno de los trabajos más relevantes de la escena en esta web. No debería, porque tampoco es la primera vez, y es que ya llevo un tiempo avisando de que deberíamos prestar más atención a lo que se está cociendo en nuestro país vecino. Muchos grupos están tratando de hacerse un hueco desde el underground y la independencia más absoluta a base de talento y esfuerzo. Y si a menudo, muchas de esas sorprendentes bandas lusas que han aparecido por aquí se movían en terrenos áridos dentro de los parámetros del stoner, la que hoy nos ocupa centra su propuesta en el post-metal, con el mar como telón de fondo, ahondando en la relación inherente e inevitable que cualquier portugués siente en mayor o menor medida con este. Algunos ignoran esa conexión, mientras que otros se deleitan en ella y crean lo que siempre debería haber estado ahí. El caso es que hablar de banda no es del todo exacto cuando estamos hablando de Zero Massive. Detrás de este proyecto se encuentra Pedro Porto Fonseca, un talentoso músico y cineasta que no se ha marcado un «Juan Palomo», porque cuenta con varias colaboraciones que citaré a continuación, pero casi. Lo cual llama aún más mi atención, por el hecho de sentirse identificado y esas cosas, ya sabéis… Zero Massive, como sugiere el nombre, es tan intrincadamente pesado como atmosférico. La enorme inmensidad de los fondos oceánicos presenta un concepto de base apasionante sobre el que se construye la base equilibrada pero sonoramente polarizada de la identidad de la banda. Las introducciones prolongadas y detalladas, y las partes suaves se acumulan como sedimentos antiguos para construir una imponente montaña de sonido: Zero Massive es contraste. Este leviatán se sienta sobre los hombros de un trío poderoso de guitarras arrolladoras, líneas de bajo imponentes y percusión aplastante. De las primeras se encarga el propio Fonseca, alter ego de la banda. Las baterías corren a cargo de João Colaço. Y los bajos, teclados, sintetizadores y percusiones puntuales son obra de Mike Ghost, a la sazón, productor del disco. «Zero Massive» ha sido grabado en O Santo Estudio, a excepción de las baterías que se registraron en Black Sheep Studios, ambos en Portugal. La mezcla y la masterización se han hecho en el Reino Unido por Jim Pinder y Ste Kerry respectivamente, este último conocido por sus trabajos junto a Sleep Token, Malevolence y Bring Me The Horizon entre otros. El artwork que podemos disfrutar en el precioso vinilo en el cual han presentado este trabajo (además, obviamente de en su versión digital) es obra del directo creativo Zyan Capristano.
Este primer trabajo de Pedro Porto Fonseca bajo el nombre de Zero Massive lleva por título el nombre del proyecto, algo habitual en un primer disco, ya que supone toda una declaración de intenciones. Un golpe sobre la mesa para decir «este soy yo y esto es lo que hago». En este caso un rock-metal instrumental de muchos quilates. Se nota el gusto del autor por el metal progresivo de bandas como Tool en sus composiciones, donde los largos desarrollos y los cambios de ambientes son los comunes denominadores. Buena muestra es «Peaceful Trap», probablemente el corte más destacado, en el que hay que destacar que es Pedro Simão el que se encargó de la grabación de los bajos. En contraposición tendríamos «October Storm», en tanto en cuanto es el corte más breve y directo del lote. No obstante, no penséis que la tensión se relaja aquí, más bien al contrario, eso sí, tiene una atmósfera que me recuerda a los primeros Toundra y eso no puede sino encantarme. Riff demoledor de inicio, puente central relajado y parte in crescendo para acabar de nuevo por todo lo alto. Estructura sencilla, menos enrevesada, que de vez en cuando echo de menos entre los tantos tirabuzones que protagonizan los temas prog de la actualidad. Tampoco conviene redundar en las estructuras y sonoridades de cada una de las siete piezas que componen este «Zero Massive», ya que no distan en exceso unas de otras. La excepción podría ser el bello «The Beginning», mucho más calmado salvo el tramo final donde vuelven los riffs demoledores. Pero ese dato, que en otros casos podría considerarse como una crítica, en este debería entenderse más bien como un halago, puesto que el nivel se mantiene muy alto a lo largo de todo su minutaje, no excesivamente largo, consiguiendo que la experiencia de sumergirte en la música de Zero Massive sea de lo más placentera. Atrévete.
Lo mejor: La versatilidad y el talento a la hora de componer y ejecutar metal instrumental. Vanguardista sin resultar pretencioso. Sublime.
Lo peor: Que trabajos de este nivel pasen desapercibidos para tantos.
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