Tarque (Sala But, 21 de diciembre, Madrid)

Este año no teníamos el ya (casi) tradicional concierto de Los Zigarros para despedir el año en La Riviera, pero teníamos uno que no le va a la zaga. Su amigo, Carlos Tarque, venía a la capital a presentar su espléndido álbum «Tarque» que, publicado hace un par de meses, supone el debut en solitario del cantante de M Clan. Agotaron entradas – poco tiempo después de haberse puesto a la venta – para el concierto de presentación en Madrid el 22 de diciembre, por lo que añadieron otra fecha un día antes, a la misma hora y el mismo lugar, para dar una nueva oportunidad a los que se habían quedado sin tickets. El 21 no se colgó el cartel de no hay entradas, pero apunto estuvieron. Buen ambiente en estas fechas pre-navideñas que con rock & roll se llevan mucho mejor.

Precisamente, el rock & roll es la piedra angular sobre la que se cimenta el sonido del álbum y, por supuesto, el contundente directo del vocalista murciano y su banda. Para que no quede duda suena a modo de introducción el «I love Rock & Roll» de Joan Jett mientras el cuarteto hace su aparición en el escenario de la sala But. Enchufan sus instrumentos y comienza la descarga de electricidad con «Ahora Y En La Hora», el que fuera el primer adelanto de «Tarque» y uno de los temas más destacados del mismo. La contundente pegada de Coki Giménez a la batería y las melodías creadas por «la asociación del riff» (Carlos Tarque dixit) formada por Chapo González al bajo y Carlos Raya a la guitarra son la base que permite a Tarque lucirse, demostrando porqué es uno de los mejores cantantes de nuestro país. Los aires de heartland rock de «Heartbreaker», de rock sureño de «Bailo» o de rock n’ roll sensual y macarra de «Juicio Final» continuaron en esa parte inicial del concierto enardeciendo a unos fans entregados a la causa.

Muchos de los fans de M Clan reclaman desde hace tiempo una vuelta al sonido de «Un Buen Momento» y «Coliseum»; quizá por ello o más bien porque a él le apetecía, simple y llanamente, hacer un disco de rock n’ roll puro y duro, Carlos Tarque ha parido este disco de sabor añejo que interpretaron al completo durante el concierto. No podía ser de otra forma, pero este discazo que se ha colado irremediablemente entre nuestros mejores discos nacionales del año no da para un concierto completo, por lo que hubo tiempo para alguna versión de algunos de sus artistas favoritos así como alguna reinterpretación de varios de los clásicos de su banda matriz. El primero en caer fue «Perdido En La Ciudad», el primer tema que compuso para M Clan, tal y como nos confesó. Free es una de las bandas de cabecera del vocalista de origen chileno y tocaron «Fire And Water» para rendirle tributo. Tras la descarga de adrenalina, bajaron el ritmo con «Lobo Solitario» y «Janis, Amy, Billie», los dos temas más calmados del álbum que venían a presentar, para acto seguido volver al terreno de las versiones con otra de M Clan como «Se Hizo De Noche Cuando Te Conocí» y las dos más sorprendentes de la velada. Interpretaron en castellano el «Evil» de Cactus bajo el título de «Peligro» y homenajearon a Rosendo, que días antes se había despedido de los escenarios en el WiZink Center, versionando «Qué desilusión» de Leño. La profundidad de «Cactus En El Corazón» y «Calle Sin Luz», y la electricidad desenfrenada de «Electroshock» sirvieron para bajar el telón por primera vez. Había transcurrido poco más de una hora desde el inicio de la actuación por lo que era evidente que se nos avecinaban bises, aunque fueran más breves de lo que nos hubiera gustado… Volvían a las tablas tan solo Carlos Raya – inconmensurable toda la noche – y Carlos Tarque para interpretar tan solo con voz y guitarra otro clásico de M Clan como «Miedo», un tema precioso, muy coreado por sus seguidores en cuyo final ya se incorporaron bajo y batería para enfatizar el climax del tema. Y tras las presentaciones pertinentes «Donde Nace El R N’ R» sirvió para poner el broche final por todo lo alto a un concierto de rock atemporal, lleno de energía, donde estos cuatro viejos rockeros demostraron que la experiencia es un grado y que aún tienen mucha cera por repartir.

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