Hace un año en Rock4Spain publicábamos la crítica del primer álbum del supergrupo Bad Wolves, hoy os traemos lo nuevo de este grupo, su segundo disco, “N.A.T.I.O.N.” que vio la luz este pasado 25 de octubre a través de Eleven Seven Music.
En el primero mostraron los toques de lo que parecía iba a ser la línea de Bad Wolves, con este siguiente lanzamiento han ido definiendo aún más esta guía. A fin de cuentas, aún tienen mucho que recorrer como grupo y mucho para enseñar. Con sus 12 canciones, «N.A.T.I.O.N.» mantiene el formato de su predecesor, «Disobey», pensado como un álbum de supergrupo influenciado por aquellas bandas anteriores que les han hecho ser lo que son. No tiene una clara dirección aún pero como digo, es solo su segundo LP.
Ya habían avanzado en su canal de YouTube dos sencillos para hacer una idea al oyente de lo que se podía esperar, las podéis encontrar fácilmente en este link junto con una entrada sobre el tema. Con “I’ll Be There” nos ofrecían el primer videoclip para este álbum. Algo simple, únicamente una escena de ellos tocando la canción que da comienzo a las 12. Es una muy buena forma de abrir, rápida y fuerte; te prepara sin duda para lo próximo. Una mezcla entre voz rapeada y melódica, característica del estilo de Tommy Vext, coordina a la perfección con la rapidez de las notas propuestas con las guitarras que sin duda llevan la misma velocidad que las aspas de un helicóptero. El segundo fue “Killing Me Slowly”. Las canciones de Bad Wolves han tenido un motivo para las letras de autosuperación o guerra interna para conseguir lo que ansiabas y superar aquello que te oprimía; con Killing de nuevo tenemos esta temática, dualidad entre querer y no poder, luz y oscuridad, algo típico, pero bien resuelto como siempre.
La escucha del disco te hace variar constantemente entre un groove muy fuerte y agresivo y un sonido de metal alternativo que bien podría parecerse en ocasiones a ciertas canciones de Three Days Grace mezcladas con Five Finger Death Punch, esa es la unión. En ese punto creo que se encuentran tanto “No Messiah” como “Learn To Walk Again”. Enérgicas, pero con cierto toque nostálgico hacia esos sonidos de un estilo que vimos nacer en los 90′. A continuación tenemos “Better Off This Way” cuyo comienzo se da en acústico con una voz limpia incluyendo sonidos electrónicos hasta llegar al estribillo donde la instrumentación eléctrica y la batería llegan. Claramente plantean darle toda la importancia a la voz enmarcándola con estos elementos de producción y al significado de angustia que presenta en la letra. Musicalmente se encuentra mucho parecido con la décima canción, “Heaven So Heartless”, pero en esta última los solos instrumentales llaman más la atención. Es más dinámica y ofrece otros sonidos más interesantes.
Completamente rompiendo la sensación de desesperación tranquila que nos ofrecía esta quinta canción nos rompen el clímax introduciendo unos fuertes toques de batería, un coro voceado, un grito desgarrador y rasgueos de guitarras en “Foe Or Friend” que parece sacada de algún disco de Slipknot. Con esta canción ya han ido al extremo de lo que ofrecían en su estilo, staccatos, rap, screams, distorsiones, rapidez rítmica…. Para de nuevo romper esta sensación con la siguiente canción, “Sober”. Desde luego no hay ningún tipo de unidad sonora. Es como si hubiesen compuesto una serie de canciones suficientes de los estilos que mejor controlan, les gustan o quisieran probar, y las hubiesen unido sin ningún tipo de criterio bajo este disco. No son malas en absoluto, pero vuelve bastante loco. “Sober” de nuevo es una canción lenta que más parece acercarse al pop rock que al metal, algo similar a Nickelback.
De las cuatro canciones restantes son reseñables particularidades de cada una, como las anteriores, pero ninguna sobresale para mí ante ninguna otra. Siguiendo con el orden del disco la siguiente sería “Back In The Days” de la cual lo mejor es la batería, sin duda. Tiene secciones de mucha potencia y fuerza y desde luego es lo que le aporta el verdadero efecto a la canción. “The Consumerist” vuelve a tener ese toque de nu metal con un comienzo bastante agresivo recuperando los rasgados vocales en un fraseo de rap y con secciones instrumentales basadas en staccatos. Sin duda, esta técnica es algo que fundamenta mucho a «N.A.T.I.O.N.» La temática también varía notablemente a las anteriores pues habla directamente del consumismo y nuestra cultura envuelta en las compras y obedecer. Por otra parte, “Crying Game” posiblemente sea una de las canciones que más vaya a gustar al público porque tiene todo aquello que llama la atención de forma genérica. La línea melódica vocal principal es bastante pegadiza, rítmicamente es activa y tienen unos acentos muy marcados que son fácilmente identificables para seguir, el solo de guitarra por su parte ofrece lo necesario para que observemos la gran técnica y el sonido que se requiere en este estilo. Como digo, lo tiene mayormente todo para que se escuche y se quede en la cabeza. La conclusión del disco la hacen con “L.A. Song”, una canción más para que observemos la calidad de todos los músicos que componen Bad Wolves. Vext de nuevo desarrolla todas las técnicas vocales extremas que controla mezclándolas fácilmente, Boecklin en su batería no ha dejado ninguna canción libre de buen ritmo ni voracidad, acompañando esta definición encontramos en el bajo a Konkiel quien asume los mismos sonidos dando una profundidad a las canciones necesaria para ciertos efectos. Por último, a las guitarras, Coyle y Cain quienes se complementan muy bien y demuestran constantemente sus habilidades.
En un solo disco han ofrecido muchos estilos. Tanto si es lo que buscan para demostrar que no se ciñen a nada, como si realmente es a causa de la rapidez por seguir en la industria discográfica, tened la escucha abierta a unas canciones que van a sonar por festivales y directos.
Sonia Jiménez Carrillo
Lo mejor: Sin duda alguna lo mejor que encuentro en este disco es la voz de Tommy Vext (ex-Divine Heresy) y la batería de John Boecklin (ex-DevilDriver). Sin ellos tanto el disco como el grupo perdería el buen sonido que tienen.
Lo peor: El disco no aporta nada diferente que no se pueda escuchar ya en otros grupos consolidados a esos estilos que buscamos. Bad Wolves ofrece de todo, como un buffet musical en el disco. El álbum es muy bueno; buena producción, buen sonido, buenas canciones… pero sin una unión a nada que te haga asentar lo escuchado.
Copyright © 2016-2019 Rock4Spain
0 comments