“Siete” es el primer LP de la banda madrileña Megara. La banda surge a raíz de la unión de Kenzy (voz) y Rober (guitarra) en 2014, que atraídos por unas influencias musicales comunes y un objetivo muy claro comienzan a componer canciones que plasman lo que realmente les apetece hacer en ese momento. Comienzan la búsqueda de batería y bajista. El primero en incorporarse es Pol DQ (batería) que tras responder a los anuncios publicados se presenta como un candidato con muchas posibilidades. Solo una prueba fue suficiente para decidir que sería el batería de la banda. Tras Pol llega Pablo (bajista), recomendado por un amigo común, y que encaja también perfectamente desde el primer momento. Con la banda ya formada, en febrero de 2015 comienzan los ensayos y tras perfeccionar algunos de los temas compuestos se toma la decisión de grabar material con el que poder darse a conocer musicalmente. A mediados de marzo y tras barajar varias posibilidades comienza la grabación de su primer EP, “Muérase quien pueda”, de la mano de Jorge Escobedo (Sôber) como productor.
Y en 2016 llegó “Siete”. El estilo musical que define estos temas está englobado dentro del metal melódico moderno. Catalogados como una mezcla perfecta entre lo siniestro y el algodón de azúcar, Megara se ha situado en poco tiempo en el punto de mira tanto de prensa como de público. Su faceta bipolar mezcla la tenebrosidad con el lado totalmente opuesto, lo que la propia banda ha denominado «Fucksia rock». Han tenido oportunidad de abrir para bandas internacionales como Anthrax o Three Days Grace, lo cual no es moco de pavo.
La voz de Kenzy me recuerda a Belén Arjona y la influencia de Sôber (Jorge Escobedo también ha producido este LP) en las melodías también es palpable, pero es inevitable pensar en las grandes bandas de rock actual con vocalista femenina al frente como Halestorm o Paramore si queremos bucear en sus influencias. “Siete” está plagado de canciones directas y accesibles, sin embargo mis cortes favoritos son aquellos en los que se ponen intensos y potencian su lado oscuro y emotivo con guiños al rock gótico de principios de siglo como “Héroes”, “Sin ti” o “Alas”.
Son el claro ejemplo de la conocida frase «Una imagen vale más que mil palabras» así que si quieres conocer más de ellos sumérgete tú mismo en su mundo. Escuchar “Siete” es una buena manera de empezar.
Lo mejor: Buenas melodías y canciones con gancho.
Lo peor: Su imagen y puesta en escena pueden inducir a pensar que tan solo venden sensualidad.
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