Ciclonautas + Malaputa (21 de noviembre, Changó Club, Madrid)

La noche del viernes 21 de noviembre de 2025 la teníamos marcada en el calendario desde hace un año cuando Ciclonautas y Malaputa anunciaron una gira conjunta por toda España para presentar sus últimos trabajos discográficos. «La suerte está echada» lleva por nombre, y ha recorrido prácticamente toda la piel de toro, además de algunas fechas en Argentina (país de origen de «Mai» Medina, vocalista y guitarrista de Ciclonautas), y que en la sala Changó madrileña tenía su penúltima cita, una semana antes de echar el telón por todo lo alto en su Pamplona querida. Los seguidores madrileños de ambos tríos se engalanaron (esto, más que nunca, es solo un decir) para recibir a dos de los grupos más en forma de la escena nacional. Dos grupos muy diferentes entre sí, pero muy hermanados, bien avenidos y con la pasión como común denominador a la hora de hacer rock & roll.

Kolibrí (Malaputa)

En esta gira los dos son cabezas de cartel, las bandas disponen del mismo tiempo en el escenario. Hora y cuarto cada una. Al menos así fue en Madrid, y en esta lid fueron los Malaputa los que dispararon primero. Su propuesta va más dirigida a los de la vieja escuela, aquellos que disfrutan de ese rock aguerrido norteño, entre el rock calimochero y el punk. Con Eduardo Beaumont «El Piñas» tomando el control de la nave, el trío descerrajó un repertorio en el que interpretaron prácticamente sus dos discos de estudio al completo. No se dejaron nada en el tintero y desde la primera bala que llegó con «De Raiz» hasta que vaciaron el cargador con «Su Nombre Es Ruido», los navarros apenas levantaron el pie del acelerador en un show enérgico y cargado de interacción con el público. Su propuesta punkarra y grasienta se refina en gran modo en el momento en el que «Kolibrí» Díaz muestra su clase a la hora de los solos y añadir toques puntuales con su slide que hacen las delicias del personal. Una de las muchas muestras de camaradería entre las bandas son las colaboraciones. En la actuación de Malaputa, fue «Mai» el invitado a acompañar con su voz en «Mar De Trigo», mientras que en la posterior actuación de Ciclonautas fue «El Piñas» quien devolvió la invitación apareciendo en escena para cantar en «Dele Al Play». Ambos momentos, ocurridos en los tramos finales de sus respectivos sets fueron de los más celebrados por los allí congregados, y también sospecho que fueron los más divertidos para ambos artistas invitados, ya que pudieron desinhibirse más aún al poder centrarse en cantar y moverse por el escenario sin la atadura que conlleva cargar con su instrumento a cuestas. Y tocarlo, claro está. 

Disfrutamos pues de un gran show en el que el sudor y la cerveza corrían casi a partes iguales, y donde el cantante/bajista y el guitarrista pudieron sentir la cercanía de un público que en los multitudinarios conciertos de Marea tiene que conformarse con ver a sus ídolos desde la distancia. De hecho, una vez finalizada su actuación, bajaron del escenario y pudieron saludarse y fotografiarse con muchos de estos seguidores que seguro guardarán un gran recuerdo del momento.

Piñas (Malaputa)

Y tras un breve descanso en el que se cambian algunos bártulos y se acaba de preparar el escenario para los co-headliners, allí aparecieron los Ciclonautas dispuestos a deleitar al personal con su particular forma de entender el rock & roll. Otro trío poderoso, pero menos visceral, que deja mucho más espacio a los matices y a esas pinceladas de stoner y rock psicodélico que convierten a su propuesta en algo tan especial. Creadores de uno de los mejores discos del presente año, «Ecdisis», no se limitaron a centrar en él su repertorio (aunque evidentemente le dieron el protagonismo que merece) sino que hicieron un repaso general a su ya extensa discografía. Eso sí, abrieron por todo lo grande con «Mi Espacio Sideral», uno de sus temas recientes más emblemáticos, que todo sea dicho, no sonó como debería por lo problemas técnicos que sufrió el grupo en este primer tramo y que rápidamente desaparecieron y nos permitieron disfrutar del concierto plenamente. Al menos en el aspecto musical, porque cierto es que las proyecciones con los videolyrics que ponían en la pantalla trasera nunca iban coordinadas con la música.

Mai (Ciclonautas)

La guitarra de «Mai» Medina siempre brillando sobre el groove impuesto por la sección rítmica de «Txo» Pintor al bajo y Alén Ayerdi a la batería. Este último derrochó talento y buen hacer en un gran solo de batería que intercaló entre dos de los temas más destacados de su última obra: «Huellas» y «Animal». La sala, que presentaba un muy buen aspecto, vibró durante toda su actuación, disfrutando de su sonido denso y dinámico, a la par que melódico. Su concierto fue una experiencia catártica amplificada por la colaboración de un público que coreó desde las letras hasta los riffs, destacando la traca final en la que se despidieron con «¿Qué Tal?» y «Bienvenidos Los Muertos». Ciclonautas y Malaputa. Malaputa y Ciclonautas. Dos bandas importantes dentro del underground y pequeñas dentro del mainstream, pero imprescindibles en cualquier caso, que nos brindaron una gran noche de rock que traspasa generaciones.

Alén (Ciclonautas)