Último fin de semana de abril. Fecha marcada en nuestro calendario desde hace varios meses. Arranca en Jacksonville (Florida) una nueva edición del festival Welcome To Rockville, y esta vez vamos a poder acudir. El viaje desde España no es moco de pavo así que hay que disfrutar de la experiencia y agradecer a los organizadores que hayan contado con nosotros para cubrir un festival de tal envergadura.
Sábado 29:
Nos dirigimos al Metropolitan Park para disfrutar de la primera jornada del festival. Tras acreditarnos en el stand de prensa situado en el aparcamiento del estadio de los Jacksonville Jaguars, accedemos al recinto sobre las 12:00. Sí, muy pronto para nuestras costumbres, pero las actuaciones también acaban antes. Esa es una de las principales diferencias entre un festival español y uno americano. Nos acercamos al Metropolitan Stage (el escenario mediano) donde estaba actuando el grupo encargado de abrir la jornada, Badflower. Tan solo disponían de media hora para presentar su EP de debut, “Temper”, y nosotros llegamos con su actuación comenzada pero el joven grupo angelino nos transmitió muy buenas sensaciones, con un sonido muy fresco. Sin duda, un grupo a tener en cuenta en el futuro.
Antes de que finalice su actuación tenemos que desplazarnos al Monster Energy Stage (el escenario grande) para poder ver el comienzo de la actuación de Goodbye June. Las carreras son la constante del fin de semana y es que los dos escenarios principales están separados por unos 400 metros por lo que lo ajustado del calendario y los solapes hacen que nos perdamos gran cantidad de actuaciones, en especial las del River Stage (el escenario pequeño) que estaba situado entre los otros 2, y del cual tuvimos que pasar de largo durante todo el fin de semana porque es imposible para dos personas cubrir más de la mitad de las actuaciones. El combo de Nashville venía a presentar su primer disco, “Magic Valley”, publicado recientemente, en el que dan buena cuenta de su gusto por el rock setentero con reminiscencias de blues.
Poco antes de finalizar su actuación volvemos al Metropolitan Stage para ver a Dinosaur Pile-Up. El parecido de su cantante, Matt Bigland, con Kurt Cobain no es solo físico, las canciones de los británicos beben mucho del grunge de los 90, son enérgicas pero con melodías algo más edulcoradas por lo que para los que aún no los conozcan, les diría que el grupo al que más se pueden parecer es Weezer. Después de su set, ya eran casi las 13:30, hora de comer en aquellas tierras, y nosotros necesitábamos un descanso porque además del trajín del propio evento teníamos que soportar un calor agobiante.
En las horas centrales del día no se recomienda estar al sol pero es que se avecinan los platos fuertes del festival. Una de las bandas revelaciones del rock actual hacen su aparición pasadas las 15:15 de la tarde; hablamos de Highly Suspect. El trío de Massachusetts que cuenta con dos álbumes en el mercado y una canción de cada uno nominada a los Grammy como mejor canción rock en las últimas dos ediciones, no estaba dispuesto a dejarse nada en el tintero y aprovechó sus 40 minutos sobre el escenario para interpretar algunos de sus mejores temas donde el rock alternativo influenciado por el blues es el hilo conductor. Tienen un puñado de buenas canciones pero “My Name Is Human” merece mención aparte. Aclamada en directo y recomendada para los que no estuvisteis ahí.
Nuevo cambio de escenario para disfrutar de la actuación de Eagles Of Death Metal. Algunos descubrieron la existencia de esta banda por el repugnante ataque terrorista que sufrió la sala Bataclan en noviembre de 2015 cuando la banda de Palm Desert estaba sobre las tablas de la sala parisina. Los que ya los conocían de antes habrán podido comprobar en sus actuaciones que han vuelto aún más fuertes y con más ganas aún de hacer disfrutar a sus seguidores con su rock & roll directo y vigoroso. No estaba Josh Homme, como suele ser habitual en sus actuaciones en directo, pero sí que estuvo en las primeras canciones Brent Hinds de Mastodon acompañándolos con la guitarra. Cameo especial e inesperado que le serviría para ir calentando de cara a la actuación de su banda dos horas y pico después. Jeese Hughes es un torbellino sobre el escenario y no paró de interactuar con un público que enloqueció en temas como “I Only Want You”.
El siguiente plato fuerte de la tarde es The Pretty Reckless. La banda liderada por Taylor Momsen era de las más esperadas entre el público e intercaló en su set temas de su último disco como “Oh My God” o “Take Me Down”, que por cierto, sonaba a todas horas en los escenarios mientras no había actuaciones, con clásicos como “Heaven Knows” o “Make Me Wanna Die”.
Gran actuación que iba a dar a paso a una de mis bandas predilectas, Coheed And Cambria. La banda neoyorkina arrancó, sorprendentemente, su actuación con dos de los temas más épicos de su discografía: «The Willing Well IV: The Final Cut» y “Welcome Home”. El vello como escarpias desde el primer momento, y es que los cincuenta minutos de su show fue un greatest hits en toda regla, donde la mayoría de las canciones interpretadas pertenecían a sus tres primeros discos, lo cual seguro que agradecieron sus fans más longevos. Como siempre, Claudio Sánchez y los suyos estuvieron sublimes en la interpretación pese a su nula comunicación con el público, pero al fin y al cabo lo que queremos la mayoría en un concierto es escuchar buena música. Bueno, hay otros que están más pendientes del crowd surfing pero eso es harina de otro costal…
Era el momento de una de las bandas del momento, Mastodon. Los chicos de Atlanta desplegaron su arsenal de metal progresivo delante de un público entregado. Troy Sanders con su bajo se hace con la parte central del escenario y mueve a las masas, de por sí dispuestas a pasar un buen rato con esta banda de múltiples voces y registros. Venían a presentar su flamante disco, “Emperor Of Sand”, y centraron su repertorio en él, interpretando temas como “Sultan’s Course”, “Andromeda” o “Show Yourself”.
El lineup del festival está centrado en los grupos punteros del rock y el metal actual pero sin dejar de lado a grandes figuras de los 90 e incluso de los 80. Los cabezas de cartel de esta primera jornada así lo demuestran y es que cuando comenzaba a anochecer llegaba el momento de The Offspring. La banda californiana nunca ha cesado en su actividad desde 1985 y ha publicado nueve discos de estudio pero su época de grandeza se quedó en los 90. En aquella época parieron numerosos himnos que hoy en día todo el mundo conoce y que son clásicos del punk-rock. Arrancaron fuerte su actuación con “You’re Gonna Go Far, Kid” y “All I Want” pero se guardaron lo mejor para el final. “Pretty Fly (For A White Guy)”, “The Kids Aren’t Alright” y “Self Esteem” fueron los temas elegidos para finalizar un set donde todos recordamos nuestros años mozos coreando a todo pulmón las letras de Dexter Holland.
Cuando el sol ya casi se había puesto por completo comenzó la actuación más fantasmagórica que he presenciado nunca. A Perfect Circle era un grupo muy esperado dada su inactividad en los últimos años, y sus fans llegaban al éxtasis con su música porque lo que se dice ver, vieron poco. Entre el humo y las luces elegidas apenas se podía distinguir el contorno de las siluetas de Billy Howerdel y James Iha. Casi ni rastro de Maynard James Keenan, posicionado en el fondo del escenario con tan solo un haz de luz brillando sobre él. “The Package” fue el tema elegido para arrancar su místico show. Tampoco faltaron clásicos como “Weak And Powerless” o “3 Libras” ya en el ecuador del mismo.
Soundgarden fueron los encargados de cerrar la primera jornada de esta edición del Welcome To Rockville. El haber presenciado una actuación de la mítica banda de Seatle ya es de por sí algo para recordar, pero ha alcanzado un estatus de hito después de la trágica muerte de Chris Cornell días después… no podíamos imaginar que sería una de sus últimas actuaciones. Tras sonar, a modo de intro, la versión que el gran Johnny Cash hizo de su “Rusty Cage”, Soundgarden saltaron a escena para darlo todo desde el primer momento con “Spoonman”, probablemente mi tema favorito de su repertorio, interpretando también otros clásicos como “Outshined” o “Black Hole Sun” sin dejar de lado algún tema de su último álbum, “King Animal” con el que regresaron en 2012. Matt Cameron a la batería, Ben Shepherd al bajo, Kim Thayil a la guitarra solista y Cornell a la voz y guitarra rítmica estuvieron a un nivel magistral y nos brindaron una gran actuación con la que despedirnos. Tocaba descansar, aún quedaba otro día de festival…
No te pierdas la galería fotográfica de este primer día de festival.
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