Sôber, referencia imprescindible del metal nacional, presenta estos días su último disco, «La Sinfonía Del Paradÿsso». En él, y con motivo del decimoquinto aniversario de la publicación de «Paradÿsso», la banda madrileña ha reinterpretado el mítico álbum en clave sinfónica, con la ayuda de la O.C.A.S. (Orquesta de Cámara de Siero). Para hablar de tan grandioso proyecto nos hemos reunido con sus guitarristas, Antonio Bernardini y Jorge Escobedo, con los que hemos charlado largo y tendido sobre este nuevo trabajo y demás temas relacionados con la banda…
R4S: El año pasado se cumplieron 15 años desde la publicación de “Paradÿsso”, el primer disco que publicasteis con una multinacional y con el que pasasteis de ser una banda muy reconocida a nivel underground a ser uno de los grupos de rock más conocidos del país. Está claro que «Paradÿsso» se merecía un homenaje pero ¿cómo se os ocurrió la idea de reinterpretarlo con una orquesta sinfónica?
J.E.: Bueno, hicimos en 2002 un tremendo disco que traspasó un poco las fronteras de lo que estábamos acostumbrados, veníamos de trabajar en compañías pequeñas, más underground, y aunque sí teníamos un buen público ya, el cambio a Muxxic nos facilitó el llegar a la cima del éxito, por así decirlo. Vendimos más de 100.000 copias, fuimos disco de platino, y ya en este disco, «Paradÿsso», empezamos a jugar con elementos sinfónicos. En canciones como «Hemoglobina» o «Paradÿsso» hay un cuarteto de cuerda y empezamos a ver que hay connotaciones que conjugaban muy bien con nuestra música y la verdad es que se quedó un poco ahí, como anécdota. Con el tiempo hemos ido haciendo una serie de discos, una serie de canciones, y siempre ha habido pinceladas de orquestaciones por debajo, y era momento de rendir homenaje a una época, a un momento a nivel social, a nivel conceptual… Fue un disco que nos hizo ser quienes somos a día de hoy, un punto de inflexión, y a partir de ahí empezamos a pensar las cosas de otra manera y a dirigir nuestros pasos hacia lo que somos ahora. Entonces se nos presentó la oportunidad de trabajar con Manuel Paz, que ha sido el director de todo esto, con Javier Blanco como arreglista y la participación de una serie de personas que conocemos desde hace años, y cuando nos dimos cuenta pues ya estábamos pensando en ello… Nos remontamos a finales de 2015, principios de 2016, y empezamos a hacer pruebas con algunas canciones de «Paradÿsso» hasta llegar al punto de ver que esto se iba a materializar en la grabación de un disco. Se puede decir que la idea surge de la necesidad de dar vida a nuestras inquietudes.
R4S: Precisamente ahora que lo has citado, os iba a preguntar que si bien canciones como “Hemoglobina” o “Paradÿsso” ya tenían arreglos de este tipo y era más fácil imaginarlas en este formato, otras como por ejemplo “Diez Años” o “No Perdones”, que son más directas, más cañeras, supongo que habrán sido más difíciles de adaptar…
A.B.: Sí, ha sido todo un poco más complicado sobre todo por el tema de los sonidos; el hecho de juntar la orquesta más el grupo era un reto a la hora de grabar en estudio. Lo hemos dicho otras veces, las canciones más difíciles han quedado un poco como más banda sonora, por ejemplo hay partes de «No Perdones» que te recuerdan a cosas de James Bond, hay muchos metales, muchas historias… Como la canción de Chris Cornell, y hay otras que son mucho más sinfónicas, como pueden ser “Hemoglobina” o “Paradÿsso”, pero le hemos dado un toque siempre intentando que sea lo más fiel al disco, haciendo los cambios precisos para los arreglos, pero que la gente cuando lo escuche no diga «han cambiado todo el tema y ya no me gusta». Ha habido muchos cambios a nivel de ritmos, riffs de guitarra…
R4S: ¿Por qué la Orquesta de Cámara de Siero? ¿Cómo os las habéis apañado para trabajar los arreglos? ¿Habéis podido ensayar las canciones juntos antes de la grabación o el proceso se ha tenido que llevar a cabo desde la distancia?
J.E.: Ha sido un poco lo que decíamos antes, cuando se plantea esa necesidad se ponen a nuestro alcance una serie de mecanismos como son personas que se encargan de hacer este tipo de labores, entonces a través de un gran amigo, nos comentan que hay una persona en Oviedo que lleva ya tiempo trabajando con algunos artistas de fuera del ámbito sinfónico como Jorge de Ilegales, Ana Belén… Incluso con algún artista de dentro del hip hop, por lo que estaba más acostumbrado y más abierto a todo esto. Nos conocimos, vimos que había sinergias un poco chulas y cuando nos dimos cuenta estábamos ya trabajando en unos arreglos que había hecho Javier Blanco, que se los había pasado al director y los estaba llevando a cabo. Hicimos un par de pruebas en Gijón y en Oviedo, un par de incursiones en acústico con la filarmónica y funcionaba a la perfección. Entonces ha sido un poco casualidad, podría haber estado en cualquier parte de España, pero este director dirige la Orquesta de Cámara de Siero… Hemos tenido la suerte de dar con una serie de personas que también tienen este tipo de inquietudes a nivel musical y no se cierran a nada por lo que la experiencia ha sido muy positiva. Lo pudimos ver y disfrutar en el concierto del Palacio de Congresos de Madrid y vamos a intentar que este proyecto llegue a todos los puertos posibles.
R4S: ¿Qué viene después de “La Sinfonía del Paradÿsso”? El concierto del pasado febrero en el auditorio del Palacio de Congresos de IFEMA se anunció como un evento único y resultó algo espectacular. Me imagino que a nivel logístico, sobre todo, es complicado el hacer una gira con este formato…
A.B.: No lo sabemos exactamente porque el primer concierto va a ser en el Rock Fest (Barcelona), y si podemos hacer eso en un escenario donde estarán todos los grupos guiris con todas sus infraestructuras pues veremos a ver si se puede hacer en otros sitios. Muchos promotores verán ese escaparate y se animarán a festivales. Tenemos ya fechas cerradas para hacer teatros, auditorios y tal, que las anunciaremos en breve, tenemos que cerrar algunos detalles. Hay que decir que vamos a trabajar con tres o cuatro orquestas por toda España, no va a ser siempre la misma porque lógicamente no puedes mover a una orquesta de Oviedo a Cádiz, por ejemplo, es una locura y es inviable para los promotores, pero tenemos una orquesta para Cataluña y Levante, la O.C.A.S. para el norte, etc. Por ahora, el reto más grande es el Rock Fest, si sale bien todo se andará…
R4S: El meterse en un proyecto del calibre de “La Sinfonía Del Paradÿsso”, tanto el disco como el concierto, solo está al alcance de grupos realmente grandes. ¿Alguna vez pensasteis cuando comenzasteis con el grupo hace más de 20 años que llegaríais a ocupar este status?
J.E.: Indudablemente, no. No es algo que se dé por hecho, es algo que se imagina, o que se sueña, mejor dicho. Pero sí que sueñas con hacer cosas grandes en el mundo musical, porque por eso te embarcas en un proyecto tan potente y trabajas día a día con ese ímpetu, esa responsabilidad, año tras año… Unas cosas te van llevando a otras, la experiencia se convierte en un grado y vas viendo qué cosas te hacen falta para cubrir tus necesidades más imperiosas. Piensas «hostias, ¿qué nos falta por hacer? ¿otro disco? ¿qué nos gusta?», entonces nosotros vamos eligiendo qué cosas nos apetecen llevar a cabo, somos muy inquietos, muy eclécticos a la hora de escuchar música; es verdad que venimos del rock duro, venimos de escuchar a Black Sabbath, Iron Maiden, Judas Priest, Metallica… Pero también escuchamos otro tipo de músicas más sinfónicas, o grupos como Depeche Mode o U2 que también han jugado un poco con este tipo de elementos… Es desarrollar tu carrera artística y darte cuenta de qué cosas te hacen ilusión y qué cosas pueden tener mayor aceptación por parte del público. El hecho de conjugar tu música con una filarmónica es algo que se ha hecho antes en el rock, pero no se había plasmado directamente después en un álbum de estudio, y poder hacer una revisión de un álbum que fue tan importante para el grupo y para el público, pues tiene todavía una responsabilidad aún mayor. Digamos que no te lo imaginas, pero sí sueñas con hacer cosas grandes en el mundo de la música, y una cosa lleva a la otra… Aún nos quedan muchas cosas por hacer, supongo…
R4S: Yo creo que hasta el propio “Paradÿsso”, parte del público y de la crítica no entendía realmente vuestra propuesta musical, limitándose a citar similitudes con bandas extranjeras sin profundizar en vuestro sonido. Ahora, sin embargo, se habla de un sonido Sôber para definir a muchas bandas que suenan parecido a vosotros y que os tienen como referencia. Imagino que esto os hará sentir orgullosos, es como un reconocimiento a toda una carrera…
J.E.: Mayores, nos hace mayores (risas)
A.B.: Sí, al principio fue una apuesta, no arriesgada pero sí valiente, porque cuando empezamos a componer queríamos unas bases contundentes con una voz melodiosa, letras ambiguas y tal, y eso en España no se hacía, se hacía fuera, muy poquitos grupos, pero se hacía. En ese momento no había ningún referente en España, entonces te tenían que comparar con Tool o con Pearl Jam, o con quien fuese… Con Héroes Del Silencio incluso. Luego, realmente, tienes que ver que en el rock todo el mundo viene de las mismas fuentes, que no estás inventando nada nuevo ¿no? No nos molesta en ningún momento, nosotros seguimos en nuestras trece y si tú oyes «La Prisión Del Placer», que es lo primero que se publicó bajo Sôber, y la oyes ahora la seguimos tocando exactamente igual, y hay canciones nuevas con ese mismo estilo, entonces hemos sido coherentes y la gente se da cuenta de que si no nos hemos movido con las modas, con los grupos, pues muy equivocados no estábamos. Ahora hay muchos más grupos así. Hubo una época, con «Paradÿsso», que a nosotros nos llegó que había compañías que decían «quiero un disco como Paradÿsso» y había grupos, que no vamos a decir nombres porque no viene al caso, que tuvieron que hacer discos que se iban de su estilo para parecerse a Sôber pero no llegaban a cuajar… Yo no veo a AC/DC haciendo un estilo como Metallica, AC/DC son AC/DC y Metallica es Metallica, y Iron Maiden es Iron Maiden, cada uno tiene su hueco y cada uno se busca sus castañas. Es verdad que España es muy pequeña y cuando algo triunfa todas las compañías quieren tener algo así…
J.E.: Y todo se sabe…
R4S: Y luego ya sabéis también como es esto, porque yo me acuerdo cuando con este disco, al fichar por una multinacional, llegasteis a más gente, con más medios, pues siempre está el que dice «ahora se han vendido…» y yo no apreciaba ningún cambio sustancial en vuestra música en plan de que hubierais dado un giro a vuestro sonido para llegar a más gente…
J.E.: Pero es que eso es necesario que suceda. Las críticas para los críticos, y el público es muy exigente, y cuando tú vas a la universidad y te dicen «escucha Sôber tío», «pues no lo conozco», «pues es la polla, tienen un disco que se llama «Morfología», vamos a verlos y tal», pues que ese chaval se lo diga a otro, el boca a boca… y de repente suena en los 40 Principales pues ya no mola tanto. Entonces te planteas ¿pero tú no has visto a Metallica en los 40 Principales? ¿o a Foo Fighters o a Bon Jovi? ¿no has viajado fuera? que pones la televisión y puedes ver a Marilyn Manson en un programa tipo «Saturday Night»… ¡O Slipknot tío! nosotros cuando fuimos con este disco a mezclar a Los Ángeles, íbamos conduciendo por Sunset Boulevard con la radio en el coche y de pronto, en una radio comercial, después de Madonna te sonaba un tema de Slipknot. Porque es comercial, porque todo lo que llega al público final se convierte en comercial; otra cosa son los mecanismos, la creatividad… Si fuéramos una banda que hubiera salido de la nada, pero es que cuando salió «Paradÿsso» nosotros llevábamos ya casi 10 años trabajando, con varios discos antes, con lo cual ¡olé nuestros cojones!, ojalá hubiera más mecanismos a día de hoy… Eso es lo que echamos en falta hoy en día, que desde que Sôber abrió las puertas musicalmente del rock no ha sucedido nada, a nuestro nivel, digamos. Surgió una banda que se llamaba Savia y otra que se llamaba Skizoo. De fuera del metal y del rock no ha habido nadie que halla salido un poco, porque no ha habido posibilidades ni oportunidades, y creo que eso sería de puta madre que sucediese. ¿Que he conocido una banda y de repente se convierte en mainstream, y a tu vecino que le gustaba Alejandro Sanz ahora también le gusta Sôber?, pues te jodes, eso pasa como con todo en la vida. Imagino que es necesario que pase, pero al final te das cuenta de que ese está ahí. El otro día tocamos en un concierto y de los 2.000 tíos que había no son gente nueva, había gente de 40 o 50 tacos para aburrir. Con lo cual, es el momento social, en cuanto comercias con algo ya te vuelves comercial… ¿Slipknot, Napalm Death, Carcass o Obituary no eran comerciales? ¿cómo llegaban a mi casa entonces sus discos si no había redes sociales? Pues porque había gente detrás haciendo un trabajo de marketing para que llegase a los sitios. En el momento en que tú sales de un local de ensayo y plasmas luego tu música en un CD se convierte en comercial, tu objetivo es que llegue al mundo. Yo no puedo canalizar a quien llegas, y el público es el que decide. El culpable de que una banda te guste más o te guste menos por esa tontería eres tú. Nadie se encargó de eso. Al revés, yo creo que eso nos vino muy bien y que abrió mucho la mente a nivel de promotores, de festivales que empezaron a coger grupos de rock más cañeros en festivales más mainstream. Yo recuerdo épocas en las que podíamos ir a tocar a Granada y compartir escenario con un grupo como Amaral, M Clan y de repente luego estás con Guano Apes, o con Alaska hemos tocado, o con Metallica dos veces seguidas, al final es que estabas en el Festimad y tocabas con Slipknot o Muse. Era el momento social de la música, todo valía, tú decidías… Pasó un poco con el grunge, bueno, ahí deberíamos tener un debate a nivel musical muy amplio… Lo que quiero decir es que al final la culpa no la tienen los medios, la tienes tú cuando tú decides que algo te deja de gustar por una estupidez como sonar en sitios así. Sin más, nosotros somos quien somos gracias a eso.
R4S: Supongo que en las primeras semanas de promoción no pararéis de conceder entrevistas a todo tipo de medios ¿cansa más que estar de gira o por el contrario os gusta hablar de vuestra música?
J.E.: Encantados, encantados… Lo que más cansa es estar parado. El no hacer nada es lo que más cansa. En la vida del grupo la actividad es lo que nos mantiene vivos, por eso somos capaces de crear continuamente. Cansa el estar esperando a a que suceda algo, en todos los ámbitos, en el caso de Sôber no es solo un trabajo, es lo que más nos gusta con lo cual es una ilusión hecha realidad.
R4S: Sí, porque es verdad que Sôber sois un grupo que no paráis, estáis siempre en el ciclo de composición de música – grabación – presentación en directo…
A.B.: Siempre estamos reinventándonos, trabajando mucho e intentando llegar al máximo número de gente posible. El día que no te suena el teléfono o no tocas es cuando realmente estás inquieto; cuando tocas o haces entrevistas o estás de promoción es un regalo, es lo que soñábamos cuando éramos pequeños.
R4S: Pues esto es todo chicos, si queréis añadir algo más para dirigiros a vuestros fans, vender el disco…
A.B.: Nada, pues muchas gracias. Solo decirles que lo escuchen, que lo compren si les gusta, que les va a gustar seguro. El disco físico es muy bonito, yo lo recomiendo más que nada por el carácter visual y sino pues en cualquier plataforma legal de descarga pues que lo tengan también y sobre todo, que lo escuchen y lo disfruten entero. Últimamente se hacen listas, pero los discos hay que escucharlos enteros.
J.E.: Y más éste, que tiene un concepto. Es un disco conceptual, desde que empieza hasta que acaba tiene un hilo conductor que es la filarmónica, merece la pena ver las transiciones, cómo se ha colocado todo… Y sin más, daros las gracias por vuestro tiempo.
Muy pronto, la crítica de «La Sinfonía Del Paradÿsso». ¡No os la perdáis!
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