He de confesar que no conocía de nada a Night Demon, pero cuando por curiosidad escuché «Outsider», este me voló la cabeza. El tercer disco del trío californiano es de esos que te enganchan desde la primera escucha y que se disfrutan de principio a fin. Esto es heavy metal, sí, pero no heavy metal rancio del de gorgoritos, solos inacabables y riffs cabalgantes clónicos. Hablamos de heavy del siglo XXI, el que es capaz de combinar esos aspectos característicos que hicieron popular el género en los años 80, con la épica y sonoridades más modernas, a veces cercanas al doom, con sus tempos lentos, y otras al thrash, con su velocidad vertiginosa, pero siempre atendiendo a las melodías. Bandas como Khemmis o Spirit Adrift están también en esa tarea regeneradora, pero Night Demon creo que se han posicionado un paso por delante con «Outsider». Y es que además de las variantes implementadas en este álbum a nivel compositivo, lo que más destaca es el paso adelante dado en la producción, mucho mas pulida que en «Curse Of The Damned» (2015) y «Darkness Remains» (2017), lo que le da al disco un sonido más actual y acorde a los tiempos que corren, desmarcándose de ese sonido ochentero de sus trabajos precedentes. Podríamos decir que «Outsider» sitúa a Night Demon en algún punto intermedio entre Black Sabbath y Avenged Sevenfold, y eso quiere decir que este disco puede decepcionar a los jevis más puristas, pero que puede encandilar a los amantes del metal que aprecian la variedad de estilos y que entienden que a menudo, es preferible coger carreteras secundarias que te llevan no sabes muy bien a donde, que tirar por el camino de en medio. Entre estos últimos me incluyo.
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