Un día más en la oficina para Seether. La banda de origen sudafricano, siempre en los altares de esta casa, nos presenta en su noveno disco de estudio una nueva muestra de que dominan todos los recursos del género para ofrecer cuando les apetezca (normalmente cada tres años, aunque esta vez hayan pasado cuatro desde el gran «Si Vis Pacem, Para Bellum») una colección de canciones capaz de satisfacer las expectativas de sus seguidores. Es cierto que se están convirtiendo en los AC/DC del post-grunge, por así decirlo. Con todo lo bueno y todo lo malo que presenta esta analogía. Llevan más de veinte años sacando el mismo tipo de discos poderosos y emocionales por los que son reconocibles, muy parecidos entre sí, pero en los que cuesta encontrar, de un tiempo a esta parte, temazos del calibre de los de sus tres o cuatro primeros discos. No obstante, todos estos discos tienen un nivel superior al de cualquiera de los que facturan los cientos de grupos que siguen su estela o los pocos que la comparten. «The Surface Seems So Far» es la última demostración. Escrito durante el encierro por la pandemia de COVID-19 («Si Vis Pacem, Para Bellum» salió en aquel verano de 2020, pero obviamente, estaba grabado mucho antes) también es el primer álbum que no presenta canciones acústicas, una rareza para una banda que siempre ha destacado por los medios tiempos. El cierre con «Regret», uno de los mejores cortes del álbum, es lo que más se le parece, pero «The Surface Seems So Far» se centra más en la potencia, como ejemplifican «Judas Mind», «Illusion», «Lost All Control» o un «Try To Heal» que sería un gran hit si hubieran encontrado un buen estribillo para redondearlo. En definitiva, estamos ante un buen álbum, que no sorprende pero cumple. Está un peldaño por debajo de sus dos trabajos precedentes, pero es lo suficientemente bueno como para que aparezca de aquí a un mes en nuestra lista de los mejores discos del año. Las paradojas de ponerse el listón tan alto.
Copyright © 2016-2019 Rock4Spain
0 comments