Especial Linkin Park: 15 años de «Meteora»

Hoy se cumplen quince años del lanzamiento de una de las obras cumbres del metal del siglo XXI. Hablamos de «Meteora», el segundo álbum de estudio de Linkin Park. Para muchos seguidores de la banda, éste es su mejor trabajo y el último de sus discos memorables. En lo segundo coincido, no así en lo primero ya que «Hybrid Theory» es una auténtica obra maestra, el disco que llevo el nu metal a las masas y seguramente la mejor obra del género, mientras que «Meteora» es un gran disco repleto de himnos para las nuevas generaciones pero que no hace más que copiar los esquemas de su primer y rompedor álbum. La fórmula es sencilla: una base rítmica pesada, no demasiado compleja, unas guitarras simples y efectivas que descerrajan riffs potentes y distorsionados, un DJ que se ocupa de la parte electrónica y los teclados, y dos voces, la de Mike Shinoda encargada de rapear y la del malogrado Chester Bennington, que le pese a quien le pese – y esto lo he sostenido siempre, no porque al haber fallecido ahora todo el mundo hable bien de él – es una de las mejores voces de la historia del rock, al menos en su estilo, capaz de pasar en un santiamén de los registros más melódicos a los más agresivos con unos guturales agudos y armoniosos que pocos vocalistas están capacitados para hacer.

Estamos ante un gran disco. Linkin Park se cascó aquí 13 canciones, incluyendo la intro de 13 segundos “Foreword”, que enlaza a la perfección con el primer corte: “Don’t Stay”. Sino serían 12, igual que en «Hybrid Theory», colando al igual que en aquel, una pista instrumental en su penúltimo corte. De ahí que sea evidente el intento de calco en el esquema respecto al disco que puso patas arriba el mundo del metal. De hecho, volvieron a confiar en Don Gilmore para la producción del álbum. Una tras otra, las canciones de este disco no sorprendían a nadie pero tampoco decepcionaban en absoluto. Temas que contienen una introducción de guitarras afiladas y/o toques electrónicos, voz melódica/agresiva de Benington, rapeos intercalados de Shinoda y muchos scratches (admito que los echo de menos en muchos discos actuales, al igual que otros muchos aunque no se atrevan a reconocerlo…). Y si hay un tema que se salta la norma ese es “Breaking The Habit”, el primer corte no instrumental en el que se saltan sus reglas y prescinden de las guitarras para facturar un tema más pop en el que Chester se movía también como pez en el agua, ofreciendo todo su esplendor vocal en una canción que pese a ser más liviana es de las más destacadas del álbum. Era una premonición de lo que vendría después en los discos posteriores, aunque ahí se les fue de las manos y no llegaron al nivel de este tema, que entre otras cosas, destaca precisamente por estar intercalado entre otros profundamente guitarreros. En la variedad está el gusto, pero tampoco hay que pasarse… “Nobody’s Listening” también prescinde de la parte metalera de su fórmula ofreciendo una canción muy rapera con un acompañamiento de instrumentos tradicionales de viento que le dan un toque muy oriental, pero no alcanza el nivel de “Breaking The Habit”. Por cortes como éste es por lo que «Meteora» no llega a la excelencia de su predecesor, ya que en «Hybrid Theory» no había ni un solo momento en el que la banda californiana flojeara. Dicho esto, no podemos obviar que temazos como «Don’t Stay», «Somewhere I Belong», «Faint», «From The Inside» o «Numb» son auténticos himnos generacionales por los que el segundo disco de Linkin Park ha pasado a la historia como uno de los discos fundamentales para entender el metal del nuevo milenio. Y eso no es moco de pavo…

Linkin Park en 2003 (Joe Hahn, Chester Bennington, Dave Farrel, Mike Shinoda, Rob Bourdon & Brad Delson)

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Fundador y director de Rock4Spain. Esposo y padre de dos. Funcionario del rock & roll. Tras aparcar sus proyectos musicales propios y con la experiencia que le dan varios años de colaboración como redactor en cylcultural.org decide lanzarse a esta empresa.

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