Hoy en el temazo del fin de semana vamos a reparar un agravio imperdonable ¿cómo es posible que los Ramones aún no hayan protagonizado esta sección? Pues sí, nosotros tampoco lo sabemos explicar… Pero como nunca es tarde si la dicha es buena, hoy vamos a disfrutar con uno de sus innumerables hits: «I Wanna Be Sedated».
Si el punk es para el verano, como dicen por ahí, ¿qué mejor que ir a los creadores del género? o al menos, al grupo más relevante e influyente, y es que la banda formada en el barrio de Forest Hills (Queens), en la ciudad de Nueva York, allá por 1974, patentó un estilo único – por muy imitado que haya sido – donde tres acordes de guitarra y ritmos vertiginosos y machacones de batería y bajo sirven de armazón para unas voces melódicas que a través de letras sencillas y aparentemente inocentes consiguen canciones veloces y pegadizas que se han grabado a fuego en el imaginario colectivo. A parte de su estilo musical, otros aspectos les hicieron especiales y fácilmente reconocibles. Todos los miembros que pasaron por la icónica banda adoptaron seudónimos que terminaban con el apellido «Ramone», aunque ninguno de ellos estaba relacionado biológicamente; fue idea de Dee Dee que se inspiró en Paul McCartney que se registraba en los hoteles como «Paul Ramon» para no ser reconocido. La idea del «uniforme» a base de viejos pantalones vaqueros y chupas de cuero partió de Johnny, el verdadero cerebro detrás de los Ramones. El resto es historia, y un hito importante de ella es «I Wanna Be Sedated», uno de los singles recogidos en «Road To Ruin», el cuarto disco de estudio de la banda y el primero en contar con Marky Ramone como batería tras la salida del miembro original Tommy. «I Wanna Be Sedated» es, sin duda, una de las canciones más exitosas en una trayectoria que abarcó veintidós años en los que realizaron más de dos mil conciertos. Una banda de leyenda.
¡Feliz fin de semana!
Ramones en 1978 (Joey, Marky, Johnny & Dee Dee)
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