Biffy Clyro – The Myth Of The Happily Ever After (2021)

 

Como en los viejos tiempos, Biffy Clyro publican un disco nuevo apenas un año después del anterior. «The Myth Of The Happily Ever After» es un proyecto sorpresa, un álbum concebido como una continuación a su último trabajo «A Celebration Of Endings» y una rápida respuesta emocional a la agitación vivida el año pasado. Es el «ying» del «yang» de aquel, la otra cara de la moneda, una comparación del antes y el después: el optimismo con el que empezaron el año 2020 que de repente se vino a abajo con la pandemia global. De la grabación de «A Celebratrion Of Endings», el trío escocés se quedó con quince temas extra guardados para ver la luz en un futuro, sin embargo, ante el inesperado tiempo libre con el que se encontraron al no poder salir de gira, Simon Neil, James y Ben Johnston decidieron darle una vuelta y componer aún más material nuevo. Y de este modo, en vez de haber sido un disco de rarezas como tantos otros de «caras B» que han publicado en los últimos años, se acabó convirtiendo en un disco nuevo con todas las de la ley. 

Castigados por la cuarentena, Biffy Clyro grabaron «The Myth Of The Happily Ever After» de una manera completamente diferente a como abordaron su anterior álbum. En lugar de pasar meses en Los Ángeles, cambiaron la costa del Pacífico por la Atlántica grabando durante sólo seis semanas en su local de ensayo (convertido en un estudio totalmente funcional por los hermanos Johnston) en una granja más cercana a sus casas. Es su primer álbum 100% escocés, tal y como bromea Neil. Sin embargo, podemos afirmar que estamos ante un disco continuista, tanto en lo que respecta a la calidad del sonido, como a la de las composiciones. Líricamente nos cuentan que un concepto recurrente es el poder de las convicciones personales, que han adquirido un fervor casi religioso a través de las redes sociales y los medios de comunicación, argumentando nuestros protagonistas que una mayor unidad y apertura mental es el único camino a seguir para superar toda esta polarización. Dejando estas disquisiciones al margen, yo lo que no puedo evitar es la sensación de que si hubieran rescatado las mejores canciones de «A Celebratrion Of Endings» y de «The Myth Of The Happily Ever After», descartando el relleno, para hacer un disco único les habría quedado un trabajo mucho más redondo y a la altura de lo que todos esperamos de ellos, algo que siempre pensé también del excesivo «Opposites». «Ellipsis» directamente lo obvio. Tan solo es una opinión personal, pero lo que es un hecho es que, salvo contadísimas excepciones, cuando das salida a tanta producción artística el nivel medio decae. A nosotros lo que nos ocupa ahora es separar el grano de la paja y a ello vamos.

«DumDum» da el pistoletazo de salida en clave ambient. Electrónica y voz acaparan el protagonismo en un corte enigmático, con cierta épica pop que va in crescendo pero que tampoco llega a culminar como apunta. En «A Hunger In Your Haunt» sí que tenemos a unos Biffy perfectamente reconocibles recordándonos a los de sus inicios por momentos con sus míticos punteos de base y un gran estribillo. Un corte de su genuino post-hardcore con bastante rollo prog, el que le dan sus clásicos cambios de ritmo. «Denier» tiene un potente inicio, muy guitarrero, luego rebajan las revoluciones pero mantienen bien el tipo en este corte que sigue la senda marcada por su predecesor. En «Separate Missions» asistimos, por el contrario, a un giro del guión. Es una canción de pop electrónico de reminiscencias ochenteras donde no es que las guitarras pasen a un segundo plano sino que directamente pasan al ostracismo hasta que aparecen sutilmente en el tramo final. «Witch’s Cup» arranca con un riff y unos arreglos que pueden recordar a «The Captain», aunque el resultado final está a años luz de aquel tema que abría su «Only Revolutions». No obstante es un tema más que disfrutable. Uno de los momentos cumbre del álbum llega con «Holy Water» (ay, la sexta canción…) que consta de dos partes bien diferenciadas: en su primera mitad podríamos decir que es una balada convencional, de instrumentación principalmente acústica, mientras que en la segunda predomina una atmósfera oscura donde las guitarras distorsionadas, las melodías disonantes y los riffs entrecortados reclaman su protagonismo y lo consiguen, dejando, a buen seguro, una gran sonrisa en la boca a sus fans old school. Un tema emocional que bien puede estar entre los mejores que han compuesto en la última década. Con «Errors In The History Of God» siguen por la buena senda; un tema melódico y lo suficientemente rabioso para enganchar a todos sus fans, tanto los de su primera etapa como los de la última, en el cual destaca un solo de guitarra de rock convencional poco habitual en ellos. Estamos en el mejor tramo del álbum, y ello lo corrobora «Haru Urara». Bajo este extraño titulo se esconde la historia de un caballo que quedaba último en todas las carreras pero se convirtió en todo un icono de la cultura japonesa. Gente de todo Japón iba a verlo correr, deseando, ya no que ganara, si no que al menos no quedara último, y eso hizo que una gran cantidad de dinero llegara a esa provincia rural donde se celebraban las carreras a través de las apuestas. Toda una paradoja sobre la tan manida «resiliencia» y sobre lo que reflexiona Simon Neil en un tema con cierto rollo math-rock, incluso jazz, repleto de cambios y mucha clase. Una demostración de que no hace falta gritar ni saturar en exceso las guitarras para ser capaz de contentar a paladares más exigentes. «Unknown Male 01» – otro tema con título extraño en el que en esta ocasión nos hablan sobre los amigos que se han quitado la vida – fue el primer adelanto que nos mostraron del disco, el cual se muestra delicado durante dos minutos, pillándonos moderadamente desprevenidos de cara al giro emo que le sucede y sobre el que se desarrolla la mayor parte del tema, cuya parte más destacada sería el tramo final con sus breakdowns y un riff irregular y en espiral que llega a un crescendo cuasi apoteósico. «Existed» es un tema que, de alguna manera, redefine el sonido de sus habituales canciones lentas, lo cual creo que no es necesario ya que no desprende la emoción que requieren este tipo de canciones. Un bajón considerable antes de «Slurpy Slurpy Sleep Sleep», que es un cierre tan audaz y frenético como «Cop Syrup» lo fue para «A Celebratrion Of Endings»; un corte genuinamente progresivo que te deja una sensación agridulce porque demuestra que si quieren pueden, pero quizá prefieren instalarse en la autocomplacencia y no arriesgarse a perder los fans más poperos que han ido ganando con los años. Una decisión respetable ya que aunque sus canciones actuales no desprendan la misma magia que las compuestas en su primera década como banda, tampoco se han convertido en unos nuevos Coldplay, y eso es de agradecer.

Biffy Clyro (Ben Johnston, Simon Neil & James Johnston)

Lo mejor: Un disco que se complementa perfectamente con «A Celebration Of Endings» y que mantiene el nivel de este, si no lo supera, lo cual es una gran noticia viniendo de donde veníamos.

Lo peor: Solo los más fanáticos podrán sostener que no han perdido parte de su esencia.

Biffy Clyro «The Myth of the Happily Ever After» (Warner Records)

  1. DumDum
  2. A Hunger In Your Haunt
  3. Denier
  4. Separate Missions
  5. Witch’s Cup
  6. Holy Water
  7. Errors In The History Of God
  8. Haru Urara
  9. Unknown Male 01
  10. Existed
  11. Slurpy Slurpy Sleep Sleep

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Fundador y director de Rock4Spain. Esposo y padre de dos. Funcionario del rock & roll. Tras aparcar sus proyectos musicales propios y con la experiencia que le dan varios años de colaboración como redactor en cylcultural.org decide lanzarse a esta empresa.

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