El próximo viernes 22 sale a la venta «Rise Radiant», el quinto disco de estudio de los australianos Caligula’s Horse, un trabajo muy esperado tras el exitoso «In Contact» de 2017. El problema es que cuando las expectativas son demasiado altas, muchas veces no logran cumplirse, y este es uno de esos casos. Nadie va a discutir a estas alturas la capacidad técnica de estos muchachos, pero para lograr un álbum que trascienda y que llegue al corazón, hace falta más que un sonido impoluto y/o un ejercicio de virtuosismo desmesurado. Centrarse en estos últimos aspectos es, por desgracia, el pecado original de muchas bandas de rock/metal progresivo, pero si bien el quinteto de Brisbane parecía no formar parte de este cliché, lo que parece evidente es que andan faltos de ideas y han preferido mantenerse en su zona de confort. Esto último no sería malo si las canciones que conforman este «Rise Radiant» mantuvieran la inspiración de sus trabajos precedentes – especialmente de los dos últimos – pero es que no es el caso. Sin ser un álbum malo, el hecho es que resulta frío y monótono, y en muchos momentos inconexo.
Caligula’s Horse han dado pasos ambiciosos con cada lanzamiento, manteniendo un curso de continuo desarrollo artístico y reinvención. Formada en 2011, la banda obtuvo elogios de la crítica por su debut ecléctico y exploratorio «Moments From Ephemeral City» (2011) y su segundo, oscuro y conceptual «The Tide, The Thief & River’s End» (2013), pero cuando Caligula’s Horse realmente dejó su huella en todo el mundo fue con su tercer álbum, el vibrante y contundente «Bloom» (2015) que también fue el primero en publicarse con el prestigioso sello discográfico alemán Inside Out, cuya asociación se mantiene hasta el día de hoy. Fue en ese momento cuando la banda amplió sus giras más allá de Australia, incluidos espectáculos con artistas como Mastodon, Opeth, Tesseract o Anathema con los que tienen muchas cosas en común. El cuarto álbum de Caligula’s Horse, «In Contact», con su temática conceptual y dinámica expansiva, fue el primero en entrar en la lista ARIA de los 50 mejores discos de Australia, lo cual no es fácil haciendo rock/metal progresivo. Su éxito comercial y crítico hizo que la banda creciera enormemente, llenando salas en Australia, el Reino Unido y Europa, y recorriendo las Américas por primera vez. A partir de ahí, lo dicho, la expectación por lo que podríamos encontrarnos en su quinta referencia discográfica era máxima. Según sus notas de prensa, «Rise Radiant» es su declaración artística más precisa y potente, una exploración intransigente de la experiencia humana vestida con vívidos colores musicales y actuaciones virtuosas en las cuales han llevado su sonido a sus extremos: a la vez, el más feroz y conmovedor, el más expansivo y el más condensado, el más poético y el más visceral. ¿Hay algo de cierto en eso? Sí, no cabe duda, pero la verdad es que creo que todos coincidiremos en que el intento se ha quedado un poco a medias. El álbum arranca con «The Tempest», un tema que recuerda bastante a Dream Theater, sobre todo en el principio, lo cual está bien para quien le guste; no es mi caso. «Slow Violence» es el primer single del álbum y por algo lo eligieron como tal. Un buen tema al que quizá le falta alma, pero suena realmente bien y técnicamente está a la altura. Es muy resultón y gana con las escuchas. Es un tema bastante directo, pero si por algo se caracterizan los grupos progresivos es por las canciones largas con continuos cambios de tempo, ambientes y demás. Las que nos vamos a encontrar en ese rollo son «Salt», con un arranque violento que coquetea con el djent para luego pausarse mediante un interludio jazzístico configurando un corte que tiene buenos momentos pero que resulta algo anodino en su conjunto, «The Ascent», la elegida para cerrar el álbum con sus casi once minutos de la que podríamos decir algo parecido que de la anterior, y «Autumn», que pasa por ser una de las mejores del LP con su bonita melodía de guitarra acústica inicial, tipo nana, y su inquietante y bella melodía que nos lleva a pensar en Radiohead al escucharla. Otro de los momentos destacados es «Resonate», lo cual puede sorprender porque es un tema realmente pausado con un sonido bastante pop pero es que tiene lo que les exigimos, al menos un servidor, que no es otra cosa que elegancia y profundidad. Lo malo que tiene es que los dos minutos y medio de duración en los que se la ventilan me sabe a poco… Los otros dos temas que nos quedan por analizar son «Oceanrise» y «Valkyrie», dos cortes efectivos que cuentan con el gancho suficiente pero que no llegan a emocionar.
«Rise Radiant» pretende ser, líricamente, un himno para la regeneración de la autoconfianza, una exploración de los temas relativos al legado y un grito de guerra por la supervivencia. Musicalmente, es un buen trabajo a nivel técnico por parte de Caligula’s Horse, que hay que reconocer que gana con las escuchas, pero que no da nivel que muchos de sus seguidores esperábamos. Con el talento que sabemos que tienen, podemos y debemos exigirles más.
Lo mejor: Sin ser su mejor trabajo, «Rise Radiant» tiene un nivel más alto que los discos de muchos grupos coetáneos, y canciones como «Slow Violence», «Resonate» o «Autumn» son muy disfrutables.
Lo peor: Lo plano que resulta en su conjunto y la carencia de momentos álgidos o estribillos redondos que hagan de alguna de sus canciones una experiencia realmente memorable.
1. The Tempest
2. Slow Violence
3. Salt
4. Resonate
5. Oceanrise
6. Valkyrie
7. Autumn
8. The Ascent
Copyright © 2016-2019 Rock4Spain
0 comments