Los albaceteños Santiago Barbero (voces), Ángel Nepomuceno (guitarra y coros), Felipe Sahuquillo (guitarra), Rubén Fernández (bajo) y Yone Martínez-Gómez (batería, coros y teclas) han sido capaces de desarrollar una banda fuera de lo común bajo el nombre de Octoplatypus. Bajo el título de «The Insidious Seven» presentan siete canciones con sus personajes correspondientes que van exhibiendo como un espectáculo circense.
El CD físico tiene los dos colores típicos de una carpa de circo: rojo y blanco. La propia introducción a la música es una presentación de un show feriante cuya lectura podemos seguir en la propia caja del álbum, justo detrás del compartimento para el disco. Me agrada bastante que tenga este texto porque el audio tiene una distorsión notable y hace complejo el entendimiento de algunas palabras o más bien llevan a confusión. Comienza el disco con “Giraffe Love Song” clara referencia y parodia a “Elephant Love Medley” del musical Moulin Rouge. Aquí presentan a la experta maníaca en amor, “Lust, The Lover”. Esta canción líricamente es tétrica en su comienzo y bastante pasional a medida que avanza. Esta emoción también la apreciamos musicalmente en torno al minuto 4:30 cuando letra y música se hace una en el significado. Hasta este punto personalmente no me ha llamado tanto la atención, es muy repetitiva, pero en eso reside el encanto de su composición. A continuación tenemos “Midnight”. Tiene un inicio bastante profundo y nos presentan al hombre insomnio que jamás duerme, “Sloth, The Insomaniac”. Introducen efectos de teclado bastante interesantes y unos guturales sutiles en palabras puntuales que nos lleven hacia la pesadilla justo en el momento que la velocidad de la canción aumenta, como cuando queremos huir de eso que nos persigue. Es en ese momento cuando presentan juegos musicales de lo más acertados en armonía, tópicos, sí; pero los tópicos se llaman así porque los identificamos fácilmente y son funcionales para una descripción de algo etéreo y complejo de explicar. Con “Snatch” presentan a “Envy, The Hollow”, el contorsionista del alma. Los primeros sonidos me quieren traer a la mente un death técnico al estilo Archspire pero, abruptamente éstos se suavizan hacia el progresivo de su estilo. Como tal se mueven bastante entre efectos de diferentes estilos como los otros anteriores, rozan el alternativo e incluso unos matices de blues para acabar volviendo al rasgado vocal y el rapeo. Son nueve minutos con una cantidad de canciones dentro de una que hay que escucharla (no oírla) más de una vez para comprender todo lo que está ocurriendo. Seguimos con “Crimson Lullabies” donde presentan a aquel que decide el destino de la masa a “Pride, The Megalomaniac” con guiño histórico hacia Alemania. En comparación con su inmediata anterior es bastante apagada, es lo suyo es un “lullaby”, pero tiene detalles preciosos en las guitarras que me han conquistado junto con unos suplicantes agudos. Por otra parte, el teclado se ha encargado de introducir unos efectos bastante galácticos, por denominarlo de alguna forma, de los cuales me he dado cuenta tarde, poco a poco se han introducido hasta que han llegado a mi oído. A continuación suben de nuevo la agresividad, ha sido como un pequeño puente en el disco. Comienza “Hello, My Name Is Ted and I Am A Vagitarian” presentando a otro amante del amor carnal literalmente, a “Wrath, The Predator”. Musicalmente vuelven a jugar entre efectos death, nu…, a medida que lo escucho más, veo sus influencias personales con Machine Head y esas evoluciones sonoras en todas las canciones. Personalmente, esta canción me ha encantado, no ha tenido fragmentos que no me agradasen de una u otra forma. La siguiente canción es “Never Give Up”, como pensamiento típico podríamos llegar a pensar que es una canción de superación al uso, nada más lejos de la realidad. Se nos presenta a “Creed, The Cambler” en una situación donde puede perder parte de sí mismo. Su letra es estremecedora, como las del resto del disco. Si hay algo que realmente me ha dejado con la boca abierta ha sido esto. Son composiciones atrevidas que puedes escuchar y comprender u oír sin más y disfrutar. No queda mucho para llegar al final cuando aparece “Glutony, The Gourmet” en la canción “Mr. Delicious”. Musicalmente no puedo desarrollar nada nuevo que no haya aparecido con anterioridad pero eso no implica que la canción no sea igualmente interesante. Su comienzo es una representación de alguien masticando y unos scats singings muy llevados al metal. Es una canción larga y sin embargo con toda la agilidad que conlleva se hace muy amena. Por mi parte, éste hubiese sido una conclusión maravillosa del disco, y como conjunto conceptual lo es, no obstante el grupo ha optado por introducir una versión de AC/DC, “Walk All Over You”, la cual en su adaptación está bien introducida ya que le añaden incluso una sección de jazz.
Sonia Jiménez Carrillo
Lo mejor: Me parece un álbum muy acertado en casi todo. Es un disco conceptual hasta en el más mínimo detalle, como puede ser el artwork; pocos grupos saben compenetrar este concepto hasta en la caja. Por otra parte, me han impresionado las letras. Son sencillas pero si les prestas atención realmente estremecen junto con sus personajes.
Lo peor: Yo mejoraría algunos aspectos vocales en referencia a adornos, vibratos y demás. Hay momentos que como oyente no sé si es eso lo que se pretende hacer o es lo que se consigue hacer. Como profesional que vuelca toda confianza en los músicos y su trabajo pienso que es lo que se pretendía, sin embargo, a veces me quería sonar fuera del tempo.
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