Alex Band of The Calling (3 de febrero, Copérnico, Madrid)

En Madrid, si quieres lío un lunes, tienes lío un lunes. Y el que se preveía para el pasado 3 de febrero era muy esperado por algunos nostálgicos: Alex Band, el vocalista y compositor principal de aquellos The Calling que lo petaron hace casi veinte años, visitaba Madrid acompañado de un más que solvente trío de músicos, y de unos teloneros que cumplieron perfectamente con su función pese a que la diferencia de estilos musicales era más que notable.

La confusión y el caos con el tema de las acreditaciones para los medios hizo que entráramos a la Copérnico más tarde de lo debido, motivo por el cual apenas pudimos escuchar los últimos acordes de la actuación de Benji Heard y verle recoger su acústica y el plato con vinilo que reproducía los ritmos que le servían de base a su minimalista propuesta, la cual fue presentada ante unas veinte o treinta personas. Comenzar las actuaciones a las 19:00 un día de diario no favorece, precisamente, ni la afluencia ni la implicación del público, pero es lo que hay; se está instaurando la moda de que los carteles tengan dos o tres grupos acompañando al principal con el objeto, supongo, de que entre todos se consiga llenar más la sala, lo cual, como fue en este caso, no suele cumplirse. Por cierto, ¿no se supone que iba a actuar My Silent Bravery? La confusión y el caos de los que hablábamos antes se extendía hasta el extremo de que los carteles, los eventos en redes y las noticias difundidas sobre el concierto eran contradictorias respecto a los participantes. Cero información por parte de la promotora Rock n’ Rock sobre estos cambios. Eso sí, la velada transcurrió con una puntualidad exquisita y sin retrasos.

Mejoró algo el aspecto de la sala mientras actuaban Screams On Sunday, el grupo local de la tarde-noche. Con su hiperactiva vocalista Patty saltando por todo el escenario y en constante comunicación con el público (quizá demasiada) transcurrió su breve pero intensa actuación con la que presentaron su último sencillo, «Lopsided Heart», además de algunos de los temas más representativos de sus EPs «Release Of Call Reality» (2014) y «Prelude» (2018). A base de su rock alternativo electrizante, a veces más pop, a veces más emo, y con algún toque esporádico de metal, intentaron caldear el ambiente con un éxito relativo.

Continuando con la puntualidad que citábamos anteriormente, aparecían sobre las tablas Psycho Village, el trío austriaco que a través de su faceta de promotores ha engendrado esta extensa gira internacional que alcanzaba en Madrid su ecuador. Al igual que el grupo anterior, su propuesta no me parece encajar mucho con la del artista principal, lo cuál no fue óbice para que consiguieran algún seguidor más en nuestro país tras su actuación. Se ganaron al respetable con su simpatía, siendo especialmente de agradecer los intentos de hablarnos en español de su bajista Maximiliam Raps, el cual se defendía bastante bien, todo sea dicho. También su guitarrista y cantante Daniel Kremsner estuvo muy comunicativo (éste en inglés), y ocupando todo el escenario, pese a ser tan solo tres músicos, fueron desgranando los temas de su interesante álbum debut «Unstoppable».

También es destacable su puesta en escena, con dos pantallas situadas a los laterales de la batería en la que se iban proyectando bien los videoclips de las canciones que estaban interpretando como en «Broken Hearted», o bien vídeos perfectamente montados para que pudiéramos seguir la letra como en «It’s Okay» donde consiguieron que todos nos implicáramos para corear los estribillos. Su rock melódico es potente y tiene la habilidad de coquetear tanto con el pop como con el metal según lo requiera la ocasión. Cerraron su show a lo grande con Daniel entre la audiencia, con su guitarra y micrófono incluidos, para cerrar allí una actuación tan efectiva como efectista.

A las 21:30 hacía su aparición en el escenario el protagonista de la noche: Alex Band. La sala presentaba a esas alturas un buen aspecto, dadas las circunstancias, alrededor de 300 espectadores, aunque supongo que lejos de las expectativas de los promotores. Quedan lejos también, los tiempos en los que The Calling tocaban en grandes recintos y estaban en boca de todo el mundo, son las circunstancias de la vida en general y las de la música en particular, en cualquier caso, los que allí acudimos estábamos dispuestos a disfrutar de la velada y de unas canciones mágicas que llegan hasta lo más profundo de muchos de nosotros, pese a que la gran mayoría solo recuerde a la banda californiana por «Wherever You Will Go». Una gran injusticia que tampoco me voy a molestar en intentar reparar porque hay batallas que por desgracia, están perdidas.

A lo largo de la escasa hora y cuarto de show (no llegó, de hecho), el artista repasó los grandes éxitos de los dos discos de su banda madre y algunas de las canciones de su trayectoria en solitario. «¿Alex Band? ¿The Calling? llamadlo como queráis», así se presentó tras abrir la noche con clásicos del calibre de «One By One», «Adrienne» o la genial «Our Lives». La emoción se desbordaba con «Could It Be Any Harder» justo antes de adelantarnos un tema titulado «Stand Up» que formará parte de su próximo álbum que saldrá a la luz este año.

Uno de los mejores temas de su carrera es «Stigmatized», el que cierra «Camino Palmero», al menos para mí está a la altura de su gran hit, y es el que interpretaron tras una intro al más puro estilo Goo Goo Dolls justo antes de dar paso al set acústico diseñado para el ecuador de su actuación. En él, Band interpretó en solitario «Things Will Go My Way» e hizo un amago de arrancarse con «Unstoppable» tras la petición popular, pero reconoció que no se acordaba bien del tema y nos dejo con las ganas. También «For You» fue reclamada por parte del respetable pero finalmente la que cayó fue «Euphoria» de su debut en solitario «We’ve All Been There» de 2010. Curiosamente, esta parte de la actuación fue de lo más celebrada, y es que también hay que decir que es donde estuvo a un nivel más alto, vocalmente hablando… 

De regreso a la parte eléctrica, y con las confidencias y miradas cómplices con los suyos que fue repartiendo a lo largo del set, llegó «Why Don’t You & I» (la colaboración que realizó con el gran Carlos Santana tiempo atrás), la potente «Thank You» que interpretaron a petición popular, y una emotiva «Tonight» que precedió al momento que todos estábamos esperando, la canción que ha marcado a varias generaciones y que convirtió a The Calling, mal que les pese, en un «one-hit wonder». Y así, tras convertir a la Copérnico en un karaoke en toda regla con el archiconocido «Wherever You Will Go», abandonaron brevemente el escenario para volver con «Anything» a modo de bis.

Despidieron así una actuación notable que nos alegró el lunes dejando un buen sabor de boca entre unos seguidores a los que irremediablemente invadió la nostalgia. Cierto es que Alex Band no es lo que era, y que los que como servidor tenemos idealizada esa voz bandera de un rock apto para todos los públicos pudimos comprobar que el paso del tiempo no ha sido benigno con él, pero su música sigue teniendo un aura especial, y a pesar de lo breve y fría que resultó la actuación, muchos la vivimos con las emociones a flor de piel. 

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Fundador y director de Rock4Spain. Esposo y padre de dos. Funcionario del rock & roll. Tras aparcar sus proyectos musicales propios y con la experiencia que le dan varios años de colaboración como redactor en cylcultural.org decide lanzarse a esta empresa.

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