Sexma – Génesis (2023)

Como cada vez que sale al mercado un nuevo álbum de Sexma, este me genera sentimientos encontrados. Por un lado alegría porque nunca me defraudan y siempre publican una colección de canciones entre el notable y el sobresaliente con las que regocijar este alma sensible y metalero que Dios me ha dado, pero por otra parte, siento una cierta rabia y tristeza al constatar que la banda burgalesa no recibe el reconocimiento que merece y está condenada a seguir picando piedra en el subsuelo más profundo de la escena musical patria. No son los únicos a los que les pasa, es cierto, pero aquello de «mal de muchos consuelo de tontos» no seré yo quien lo compre. Y espero que tampoco lo hagan ellos. En este 2023 celebran veinte años de existencia como banda, ahí es nada, y su regalo hacia los seguidores para que sirva de conmemoración es «Génesis», su quinto disco de estudio. En esta ocasión, han registrado su nuevo álbum en los estudios Sadman en Verín (Orense) junto a Carlos Santos (Hamlet, Vita Imana, Toundra…) y lo ha masterizado Tony Lindgren en los prestigiosos Fascination Street Studios AB (Suecia).

Sexma siguen fieles a su máxima en lo que a la definición de su sonido se refiere: «metal melódico con tintes progresivos, marcados riffs, grandes estribillos y letras introspectivas», y eso tiene mérito si tenemos en cuanta los numerosos cambios de lineup que el quinteto castellano ha sufrido a lo largo de estas dos décadas. Tan solo su vocalista, Igor Lope, y el batería, Iván Olano, permanecen en el grupo desde entonces. En este álbum, la novedad es la inclusión de David Oter (Antecessor, Perrosdepaja) como guitarrista en lugar de Edgar Rioyo que abandonó la formación hace cosa de un año. Como de todo en la vida, de algo aparentemente negativo también se puede extraer una lectura positiva, y es que la aportación de todos los músicos que han pasado por el grupo a lo largo de estos años ha configurado la identidad propia que los hace plenamente reconocibles a día de hoy. La sombra de Sôber es alargada y siempre les ha perseguido desde los inicios, quizá por ello para este disco han decidido prescindir de los servicios de Alberto Seara y Carlos Escobedo, y en lugar de grabar en los estudios Cube (Madrid) como han hecho hasta ahora, lo han hecho en Sadman, produciendo el disco ellos mismos al alimón con Carlos Santos. Tampoco creo que deban renegar de esa influencia, porque les sienta muy bien y ahí está, pero es evidente que su sonido es más que eso, mucho más. Beben de otras fuentes, principalmente foráneas, que enriquecen su personal propuesta con la que ponen en riesgo la salud de nuestras cervicales, y lo hacen con clase, he ahí su mayor virtud. El tema de apertura, «Edén», es un claro ejemplo a la hora de plasmar sus cualidades y uno de los que mejor resumen su evolución y que hace que sea tan difícil de explicar porqué no son aún una referencia dentro del metal español. Tampoco le van a la zaga «Anatema» y «Albatros», dos de mis cortes favoritos, en los cuales destacaría la gran influencia del sonido Tool plasmada especialmente en la introducción del primero y en la parte final del segundo, donde destacan sobremanera las líneas de bajo de José Herrero. Con estas señas seguro que ya sabéis a lo que me estoy refiriendo…  Las directrices están claras e «Inmune» se muestra continuista, y por lo tanto, embriagador, destacando de esta ese solo de aires árabes a cargo de Gonzalo Herrero que tan bien empasta con sus característicos riffs aguerridos y penetrantes. El punto de inflexión de «Génesis», aunque solo sea por lo diferente que es del resto, lo pone «Éxodo», un corte breve y más reposado de lo habitual en el que cuentan con la sutil aportación de los teclados de Txema Fonz, vocalista de Somas Cure. Este nos sirve para coger aire de cara a un tramo final que arranca sin concesiones con «Fractal», un cañonazo directo a la línea de flotación en el que queda al descubierto la cara más visceral de la banda. «Polvo, Cenizas Y Nada Más» también pasa por ser uno de los temas más relevantes, donde las dinámicas y los cambios de registro nos embaucan con un sonido que podría situarse en algún punto intermedio entre nuestros Sonus Delay y los mejores Coheed & Cambria. El cierre a estos treinta y cinco minutos de metal alternativo de alto octanaje lo pone «Nébula», una canción contundente y desgarradora que arranca con una tensión inabarcable, sobre todo por esa inquietante introducción, y se cierra con el épico solo de guitarra que precede a un último estribillo que sirve para bajar el telón con el micrófono y las guitarras en todo lo alto. Una nueva joya que añadir a su colección.

Sexma (David Oter, José Herrero, Igor Lope, Iván Olano & Gonzalo Herrero)

Lo mejor: No levantan el pie del acelerador y su quinto disco mantiene el nivel excelso de sus predecesores. Si acaso, es más crudo y directo, pero sonando a la vez más progresivo, lo cual indica que lejos de acomodarse siguen ampliando horizontes.

Lo peor: Que a estas alturas sigan siendo desconocidos para el gran público.

Sexma «Génesis» (Gato Encerrado Records)

1. Edén
2. Anatema
3. Albatros
4. Inmune
5. Éxodo
6. Fractal
7. Polvo, Cenizas Y Nada Más
8. Nébula