Yoko Factor es un joven, pero ya veterano dúo, de la escena balear del rock más potente. Formado en 2018 por Andrea Trujillo y Pablo Herrero, primos de sangre en la vida, y de sudor y esfuerzo en el local de ensayo, en el cual, las largas tardes de ensayos regadas por mucha cerveza y vodka con Red Bull (según sus palabras), entre otras viandas, han dado por fin sus frutos: diez cañonazos + un bonus track (titulado así, con dos coj***s) de puro rock alternativo, stoner y garage rock, que los sitúan en las coordenadas de otros dúos más conocidos a nivel mundial como Royal Blood, The Black Keys o sobre todo The White Stripes (en la versión más potente de los de Detroit). Distorsión, electricidad y percusiones atronadoramente pegadizas que le acercan a los sonidos desérticos más noventeros es lo que vamos a poder encontrar en «Primilege», un álbum que ha sido grabado y mezclado por el afamado productor Paco Loco en su estudio del Puerto de Santa María en Cádiz y masterizado por Kadifornia Mastering. Editado por Mata La Música Records y lanzado en una edición especial de 12” a través de Nooirax Producciones, será este viernes 29 de octubre cuando esté disponible para todo el mundo, pero nosotros desde aquí, ya les vamos allanando el camino mostrándoos nuestras impresiones.
Yoko Factor graban su primer trabajo en 2018, un EP titulado “The Puppet Show” que les sirvió de carta de presentación para mostrar sus intenciones, las cuales se vieron reforzadas con la publicación en 2020 del single «Deep In A Hole» (no, no es una versión de AC/DC) que no habría estado mal que lo hubieran rescatado para este «Primilege». Su álbum debut es un pepino, vaya por delante, pero sí que es verdad que el hecho de que sean un power duo, y por lo tanto, un proyecto minimalista, hace complicada la labor de detectar los matices que diferencian unos cortes de otros, pero nosotros vamos a intentarlo porque la empresa merece la pena. «War Is Over» sirve de apertura y va directo a la yugular, como queriendo decir que aunque la guerra haya acabado ellos no van a hacer prisioneros, así que es mejor que te rindas a su embrujo perpetrado a través de una batería penetrante muy marcada y una guitarra saturada con frecuencias graves que compensa la falta de bajo. En «What A Disaster» apreciamos un rollo nirvanero, y es que el grunge más punkarra asoma por aquí, y no será la última vez a lo largo del LP… «Bittersweet Sin» tiene un inicio suave donde las guitarras limpias abren la veda a las distorsionadas conjugando un tema dominado por el groove y en el que la influencia de los primeros White Stripes es más que patente. «Away From Home» es un corte dinámico que se mueve en unos parámetros menos garajeros y más cercanos al rock alternativo convencional sin desprenderse en su momento de su sello personal lo-fi. «Invisible» es un tema poderoso y con mucho gancho aunque creo que le falta algo que le dé el punto diferencial sobre el resto necesario para ser el single que aspira a ser. Ya en el ecuador nos topamos con «Fixing», un corte que contiene «las tres ces» (corto, concreto y conciso) y yo le añadiría una cuarta ¿porqué no? y es que «convincente» es para mí la palabra que mejor lo define. Es el tema con el que – si aún estabas indeciso a estas alturas sobre si sumergirte más o no en su propuesta – conseguirán disipar tus dudas y atraparte del todo. Buena pareja forma con su sucesor, un «Someone Else» bastante pesado que pasa por ser el más puramente stoner del álbum. Muy recomendable. «The Other Side» es un corte sucio y veloz que navega entre el grunge primigenio y el punk-rock garajero mientras que «Dancing Sober» se caracteriza por su combinación de noise con el rock más melódico y pegadizo, lo cual puede hacerlo asequible para públicos más indies. Y así hemos llegado al tramo final, el protagonizado por «Dragon’s Fire», una de las canciones más cercanas al rock & roll tradicional, por así decirlo. En ella siguen sonando sucios pero al mismo tiempo es el corte más fino del redondo. La sutileza y la rabia se encuentran tan controladas como desatadas según el momento. Un buen cierre que se complementa con «Bonus Track», donde los mallorquines combinan inglés y español en la letra y nos muestran una versión más reposada, introspectiva y oscura de la banda, con cierto aire a los Havalina previos al despiporre electrónico. Los silbidos quizá desentonen un poco pero bueno, como no deja de ser una rareza… Lo dicho, «Primilege» es un disco de escucha obligatoria y os recomiendo que no perdáis de vista a Yoko Factor porque con un debut así, su futuro es más que esperanzador.
Yoko Factor (Andrea Trujillo & Pablo Herrero)
Lo mejor: Un disco con un sonido potente y muy definido con la dosis justa de suciedad y de pulcritud que sitúa a Yoko Factor como una de las bandas revelación del panorama nacional.
Lo peor: La propuesta no es del todo novedosa ¿pero cuál lo es?
Yoko Factor «Primilege» (Mata la Música Records / Nooirax Producciones)
- War Is Over
- What A Disaster
- Bittersweet Sin
- Away From Home
- Invisible
- Fixin’
- Someone Else
- The Other Side
- Dancing Sober
- Dragon’s Fire
- Bonus Track
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