La tarde-noche del miércoles 13 de febrero estaba reservada al mejor punk – en varias de sus vertientes – en la sala Caracol. Encabezaban el cartel unos The Wonder Years que siempre son bien recibidos en nuestro país, y lo hacían acompañados de sus paisanos Free Throw y los irlandeses The Winter Passing, bajando en Madrid el telón de su gira europea. La noche prometía…
El hecho de colocar un concierto en día laboral y en ese horario (las actuaciones comenzaban a las 19:50) suele restar algo de afluencia a este tipo de eventos, pero a veces no queda otra con estos grupos que vienen de ultramar y tienen que concentrar en pocas semanas todas sus citas europeas, es normal. El caso es que debido a ello no pudimos disfrutar de la primera actuación, la de unos The Winter Passing que practican un seductor pop-punk con toques de indie-rock y emo, y que tendremos que degustar en vivo en otra ocasión.
Accedimos a la sala a las 20:45 con la actuación de Free Throw recién comenzada. Lo que más llamaba la atención al acceder a la Caracol es la cantidad de público joven que había, y en gran parte femenino, lo cual nos demuestra que aún debemos tener esperanza… La sala superaba la media entrada, como decíamos, un miércoles, por lo que se puede considerar todo un éxito. A pesar de que la banda de Nashville no eran los cabezas del cartel, tenían muchos fans entre el público que se sabían perfectamente sus canciones, y entre los que apenas sabíamos de su existencia esta noche ya se ganaron alguno más (yo me incluyo). Con un Cory Castro de lo más expresivo, alternando partes vocales delicadas con gritos desgarrados, y crudos guitarrazos con esos finger tapping que se ve que le encantan, lograban transmitirnos la desesperación y la rabia de ese emo de alto octanaje que practican. Canciones como «Tongue Tied», «Better Have Burn Heal» o «Pallet Town» volvieron loco al personal y no me extraña. Pese a la salvajada de contar con tres guitarras, su música no sonaba para nada enmarañada y nos encandiló a lo largo de los tres cuartos de hora, aproximadamente, que estuvieron sobre las tablas. Algún día volverán por aquí como cabezas de cartel, y sino, al tiempo…
Con algo de retraso sobre el horario previsto, al filo de las 22:00 aparecían sobre las tablas unos The Wonder Years que venían a presentarnos su último disco, un «Sister Cities» con el que han emprendido un pequeño cambio de estilo que, a tenor de lo vivido en directo, ha sido muy bien recibido por sus seguidores. Arrancaron el show con el enérgico tema que precisamente da título a este nuevo álbum, para acto seguido hacer su primera parada en «Suburbia I’ve Given You All and Now I’m Nothing» con «Local Man Ruins Everything». El escenario estaba limpio de monitores, se ve que es una nueva tendencia, y el ambiente iba subiendo de temperatura entre unos fans entregados mientras que Dan Campbell intentaba solucionar los continuos problemas que tuvo con su micrófono durante toda la actuación, y es que con tanto brinco los cables a veces se sueltan… Cuando escucho la voz de Campbell siempre me viene a la cabeza Matt MacDonald (The Classic Crime) – ¡si es que hasta se parecen físicamente! – y en temas como «Raining In Kyoto» el parecido es más que evidente. Eso sí, la trayectoria de The Wonder Years tiene menos altibajos que la de la banda de Seattle. Continuando con su repertorio, vemos que no se centraron exclusivamente en «Sister Cities», del cual apenas tocaron cinco canciones, satisfaciendo así los gustos de todos sus seguidores elaborando un acertado setlist que repasó toda su discografía a excepción de su álbum debut «Get Stoked on It!». También con tres guitarras, The Wonder Years apostaron por incluir alguna balada o tema más reposado entre tanta descarga de energía. El cantante invitó a la gente a abrazar a quien tuviera más cerca mientras tocaban la bella “Flowers Where Your Face Should Be” para acto seguido cambiar radicalmente de tercio con uno de los temas más punk de la noche como «Don’t Let Me Cave In». Así, a un ritmo frenético iba transcurriendo una actuación en la que los de Pennsylvania se apresuraron a interpretar los dieciséis temas que tenían previstos en poco más de una hora. Empezaron casi un cuarto de hora tarde y acabaron cinco minutos antes de las once así que, como os podéis imaginar, el ritmo fue casi digno de los Ramones… Sin tiempo para bises ni nada que se le parezca, encararon un tramo final para el recuerdo. A la emotiva «Cigarettes & Saints» dedicada a Tim Landers, vocalista de Cold Collective y Transit, fallecido hace tan solo unos días, le siguió una «The Devil In My Bloodstream» cuya parte inicial fue cantada por Kate de The Winter Passing. Y la apoteosis final llegó con la enérgica «Came Out Swinging» para la cual se les unieron Rob, el co-vocalista de The Winter Passing, y Cory de Free Throw, que regresaron unos instantes al escenario para ponerlo patas arriba en un hermanamiento punky enternecedor que supuso el cierre al show y al tour europeo. Esperamos volver a tenerlos pronto por nuestras tierras.
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