Toundra (28 de febrero, Teatros del Canal, Madrid)

Toundra es un grupo acostumbrado a los grandes retos, a no encasillarse y a salir de su zona de confort. Si hace tres años se unieron a Niño De Elche para formar aquel proyecto puntual llamado Exquirla en el que fusionaban post-rock y flamenco, ahora se han liado la manta a la cabeza y le han puesto una banda sonora acorde al siglo XXI al gran clásico del cine expresionista alemán «El Gabinete Del Doctor Caligari». La película acaba de cumplir cien años y gracias al poder hipnótico de sus imágenes su vigencia sigue intacta. Tras el éxito años atrás de las proyecciones de «El Acorazado Potemkin» y «Metrópolis» con bandas sonoras actuales tocadas en directo, Café Kino le encargó a Toundra poner música a la película que Robert Wiene dirigió en 1920. Nuestros postrockers más internacionales aceptaron el reto y he aquí el resultado. 

La interpretación en vivo de esta banda sonora sólo se había podido presenciar una vez, el año pasado en el Teatro Capitol, pero después de haber grabado el disco en estudio, el pasado viernes 28 de febrero era el día de la puesta de largo oficial, tanto del álbum como de la gira que tras esta fecha inaugural en los Teatros Del Canal (enmarcada dentro del FIAS 2020, Festival Internacional de Arte Sacro; no entiendo muy bien porqué, la verdad) les llevará a escenarios de Zaragoza, Barcelona, Badalona y Granollers, antes de dar el salto a Europa con seis actuaciones en Alemania y una en Suiza, para después echar el cierre en Gijón, tierra natal del guitarrista y portavoz del combo Esteban Girón.

Se rogaba puntualidad al público respecto al acceso a la Sala Roja de los Teatros Del Canal, y es que lo que íbamos a presenciar no era un concierto al uso, era una experiencia sensorial que aunaba el visionado de la centenaria película junto a la interpretación musical de Toundra. Rebasando las 20:30, y con las luces ya apagadas, el cuarteto madrileño hizo su aparición sobre el escenario para ocupar sus respectivos puestos en el lado derecho del mismo (desde la visión del espectador). Tras un caluroso aplauso de bienvenida a las músicos, gran parte del público tuvo a bien ofrecer una sinfonía de toses para hacer la gracia del día con el tema del famoso coronavirus. Tras algunas risas que descargaron de tensión el ambiente, los protagonistas se sentaron bajo la cálida y tenue luz que apenas los alumbraba para interpretar «Titelsequenz», la intro que suena mientras aparecen los créditos iniciales. Tras ella se sucedieron los seis actos de los que se compone «Das Cabinet Des Dr. Caligari». El característico estilo visual oscuro y retorcido, reconocible por las formas puntiagudas, extrañas líneas oblicuas y curvas que se inclinan y giran en ángulos inusuales pintadas directamente en los decorados, conforman ese ambiente asfixiante que rodea cada una de las escenas, al mismo tiempo que Toundra facturaba una rigurosa y limpia interpretación que ayudaba a poner la piel de gallina al personal a medida que avanzaban las imágenes y los acordes.

Los actos en los que se divide la obra musical escapan de las estructuras habituales de una canción al uso, pero el hecho de tener que ajustarse a sus correspondientes actos visuales le permite a la banda darse un respiro y que no sea tan difícil (aunque lo es) ajustar sus melodías a lo que está sucediendo en la pantalla, a la cual estaban mirando mientras tocaban. Los in crescendos y las atmósferas etéreas características de su música están ahí, no así los potentes riffs ni las guitarras enmarañadas. La labor de Alex Pérez como batería es casi testimonial, ya que la ambientación de los temas le requería más a los teclados que al tom base y al hi hat que básicamente conformaban su set. Tampoco en este proyecto Alberto Tocados hace uso de su bajo, sino de los sintetizadores que proporcionan las bases sobre las que se desarrollan los temas. Tan solo al final del tercer acto tenemos un solo de guitarra, el resto del tiempo la tarea de Esteban Girón y «Macón» se centra más en los arpegios y en las atmósferas. Ahora, según escucho el álbum a la par que escribo esta crónica, vienen a mi mente las turbadoras imágenes del film y todo cobra sentido, porque si he de ser sincero, la experiencia de escuchar el álbum sin ver la película al mismo tiempo resulta una tarea un tanto tediosa. La repetición de melodías y de tenebrosas ambientaciones sonoras a lo largo de casi hora y cuarto realmente me dispersan y no logran atraer mi atención de forma constante, pese a que existan puntos de intensidad brillante. Eso sí, la experiencia del visionado de «Das Cabinet Des Dr. Caligari» con nuestros Toundra tocando junto a la pantalla es algo mágico que recomiendo a cualquiera que tenga la opción de acudir a alguna de las representaciones que van a llevar a cabo.

Toundra «Das Cabinet des Dr. Caligari» (Inside Out Music)