Scott Stapp siempre será la voz de Creed, y aunque la icónica banda se haya reunido para una espectacular y nostálgica gira que arranca hoy mismo en Miami, el vocalista no ha descuidado su carrera en solitario y acaba de lanzar su cuarto disco de estudio, «Higher Power». Al igual que su predecesor («The Space Between The Shadows»), sale a través de Napalm Records y tenemos en él una nueva demostración de por qué es uno de los artistas más relevantes de su generación. Su voz es inconfundible y sus letras son profundas y emocionales. A lo largo de todo álbum, Stapp nos recuerda que somos fuertes y que está bien pedir ayuda para superar cualquier adversidad. Él sabe mucho de eso, pues ha tenido una vida, tanto personal como musical, de lo más convulsa. Su talento está fuera de toda duda, y he aquí este decálogo que lo pone en valor. La intensidad como común denominador se pone especialmente de manifiesto en el poderoso arranque formado por la dupla «Higher Power» + «Deadman’s Trigger», dos de los temas más metaleros de la colección. En esa misma tendencia tenemos un arrebatador «Quicksand», muy en la línea de los grandes éxitos de Creed, en el que cuenta además con la colaboración del talentoso guitarrista griego Yiannis Papadopoulos que coloca ahí un solo de guitarra, al igual que hace en «Dancing In The Rain» y en «What I Deserve», este último un medio tiempo de altísima calidad, como también lo es «When Love Is Not Enough». Otro de los momentos álgidos del álbum es la balada «If These Walls Could Talk», eminentemente acústica, en la que cuenta con la colaboración de Dorothy para erizarnos la piel. El nivel baja en el último tramo del álbum con unos temas lentos bastante insulsos que impiden que el regreso discográfico de Stapp sea tan sobresaliente como podría haber sido. Aún así, «Higher Power» es un álbum notable que hará las delicias de sus seguidores y de los de la buena música en general. Lo siento por sus haters.
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