Mañana se cumplen 20 años del lanzamiento de «12 Stones», el álbum debut homónimo de la banda de Mandeville (Luisiana). Es por ello que vamos a elegir «Broken», uno de sus primeros éxitos, como nuestro temazo del fin de semana.
Retroceder dos décadas es siempre satisfactorio para los amantes del post-grunge, y es que a principios de milenio ese subgénero injustamente denostado vivía su época de gloria. Buen ejemplo de ellos son 12 Stones, que pese a que nunca han tenido el reconocimiento de otras bandas del estilo como Creed, Staind, Seether o 3 Doors Down, calaron hondo en los que nos gusta rascar más allá del mainstream para encontrar joyas como la que hoy nos ocupa. Los miembros originales de la banda se conocieron en el 2000 en aquella pequeña ciudad al norte de Nueva Orleans y en tan solo 15 meses firmaron un contrato discográfico con la mítica Wind-up Records, con la cual publicaron su álbum debut (y dos más), pero su pequeño salto de popularidad se dio a razón del éxito del hit de Evanescence «Bring Me To Life». Sí, el que rapea y grita ahí es Paul McCoy, vocalista de unos 12 Stones cuasi desconocidos en ese momento. La canción ganó un premio Grammy a la Mejor Interpretación de Hard Rock en 2004, y a partir de ahí, los propios 12 Stones empezaron a colocar canciones en videojuegos y en bandas sonoras de películas copadas por las bandas de Wind-up como «My Life» en «El Rey Escorpión», «Photograph» en «Elektra» o «Let Go», grabada exclusivamente para la banda sonora de «Daredevil». Pero nos centraremos en «Broken», su primer single como banda, presentación del grupo al mundo y su tema más reconocido hasta la fecha, y es que esta canción es una perfecta representación de lo que esconde ese magnífico álbum debut que captura de manera inmejorable el espíritu de la época gracias a unas canciones potentes y melódicas, unas letras introspectivas y emotivas, y a la excelsa producción de Dave Fortman y Jay Baumgardner. «Broken» arde, abrasa, toca la fibra. Desprende esa efervescencia y vulnerabilidad juvenil que cuando te atrapa no te suelta, y una de sus mayores virtudes es que el sonido es crudo y orgánico a la par que pulcro, e incluso, sofisticado. Sin más dilación, vamos a disfrutar de este temazo que nos amenice este lluvioso fin de semana.
Rock on!
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