«Meraki» es una palabra que proviene del griego antiguo y viene a significar algo así como «poner alma, creatividad y amor en lo que haces, dejando siempre un pedazo de ti en tu trabajo». La verdad es que resulta complicado buscar una mejor definición para el nuevo trabajo de Ciconia. En su tercer disco de estudio, los pucelanos han adquirido la madurez suficiente como para ser considerados una referencia dentro del metal instrumental nacional, y sino, al tiempo…
La banda se fundó en 2013. Después de más de 18 años de conciertos, giras y grabaciones con diversas formaciones, Jorge Fraguas (bajista) puso en marcha este proyecto influenciado por bandas como Opeth, Anathema, Long Distance Calling o Mogwai. Del cuarteto original tan solo permanecen él y el batería Aleix Zoreda. El (desde hace ya unos años) trío se completa ahora con Dani Dean, un joven y virtuoso guitarrista que ocupa ese puesto, digamos, maldito, por el cual han pasado ya varios músicos en estos seis años de trayectoria. Y la verdad es que su inclusión le ha sentado como un guante al sonido de la banda.
La evolución de la banda se manifiesta en diversos aspectos, el primero a destacar sería el que entra por los ojos. La portada de «Meraki» es realmente bella y evocadora, marcando un salto de calidad muy evidente respecto a sus predecesoras. En este sentido, también la edición de los videoclips con los que presentan sus canciones es mucho más ambiciosa. En el aspecto estrictamente musical tengo que decir que, si bien todos sus trabajos de estudio gozan de una gran calidad de sonido, en «Meraki» se han superado. La tarea de grabación y producción llevada a cabo en los estudios Eldana de Dueñas (Palencia) es sublime, y si a ello le sumamos la mezcla de Carlos Santos en Sadman Studio (Madrid) y la masterización a cargo de Brad Boatright en los estudios Audiosiege de Portland (Estados Unidos), el resultado no puede calificarse más que como sobresaliente. Cada corte brilla con luz propia y la suma de todos ellos conforma una unidad sólida y que verdaderamente engancha. La columna vertebral sigue siendo un metal progresivo instrumental aderezado con toques de stoner que aportan matices a la muralla de sonido donde los ramalazos de heavy metal más clásico aparecen cuando menos te lo esperas. La principal diferencia respecto a su predecesor, «Winterize», es que el aire de folclore castellano que impregnaba aquel disco aquí desaparece casi por completo. Tiene sus momentos de protagonismo, como en la parte final de «Lost In The Wadi», pero han quedado minimizados en favor de un sonido más puramente metálico y de influencia anglosajona. Temas directos y llenos de emotividad como la inaugural «Litlost» o «Eunoia» marcan el camino a seguir. «Katabatic» es el elegido por la banda como carta de presentación y la elección no ha podido ser más acertada ¿o sí?, «Duality» es mi debilidad, lo reconozco. Son dos temas de mucha pegada y mucha calidad. Las guitarras de Dani son mágicas, creando grandes melodías al alcance de no muchos guitarristas en nuestro país, pero hay momentos en los que el derroche de técnica resta, a mi juicio, eficacia a la fórmula. Algunos punteos en «Dépaysement» y «Lost In The Wadi» me resultan demasiado cargantes. En cambio, el broche final, «Starlight», es perfecto. Arrancando con un bello arpegio limpio, los desarrollos son de gran elegancia; es un tema que si tuviera letra no nos costaría imaginárnoslo en la voz de, por ejemplo, Jim Grey (Caligula’s Horse). Nosotros ya los conocíamos, pero para los que no, la recomendación es que no duden en sumergirse en el universo de Ciconia. No se arrepentirán.
Ciconia (Aleix Zoreda, Jorge Fraguas & Dani Dean)
Lo mejor: «Meraki» es un disco extremadamente trabajado donde ningún detalle se ha dejado al azar. Con un sonido impoluto y unas composiciones de gran calidad, puede marcar el inicio de una época dorada para la banda.
Lo peor: Hay algunos momentos en los que satura el exceso de virtuosismo.
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