Kind Dude (Thomas Jefferson Cowgill), un nombre que a partir de ahora deberéis recordar si no lo conocíais. Una mezcla entre Joy Division, Johnny Cash, Marilyn Manson… un indie algo heavy, una mezcla que te va a llenar el espíritu de una sensación agridulce con su música aún más expresiva. Este disco es completamente diferente a los demás, aunque es cierto que poco a poco con cada publicación se iba acercando a lo que es ahora “Music To Make War To”, con su anterior disco “Sex” ya estaba en su mente esta idea, de eso no hay duda, quizás la única diferencia es el significado que quiere transmitir con las canciones, ya que el sonido es tétricamente similar.
“Music To Make War” comienza con lo que debe “Time To War”. Esta canción es la típica que te podrías cuando estás triste, en el peor momento de tu vida. Es esa canción que te hace compañía y que aún teniendo ese toque de oscuridad melancólica, el cual mucha gente piensa que solo te ancla a un bucle de dolor, lo que hace es sacarte poco a poco, ayudarte a soltarlo. La base musical parece el eco del viento en una cueva con sutiles notas de piano, con loops que no te dejan pensar sino que te incita al mantra. Y de pronto la aterciopelada voz de barítono de Cowgill…. Son solo detalles que te hacen llorar la tristeza y encontrar la luz saliendo de la cueva. Pero ese terciopelo no para porque llega su canción, “Velvet Rope”. Esta cuerda de terciopelo nos une con la canción anterior no dejando espacio a otro sonido ni efecto. No hay agresividad fortuita ni aumenta el ritmo agresivamente, todo se hace suavemente haciéndonos disfrutar de una ligera euforia nostálgica como cuando estando bebido suena en tu local favorito esa canción especial y te quedas simplemente escuchándola sin pensar, solo sintiendo.
No sé si habéis escuchado Turisas, seguro que sí, sois gente sabia. Pues mantened en mente la voz de Mathias Nygård introduciéndole en un blues. Un atractivo blues que te arropa y seduce, eso es “Good And Bad”. Además en esta canción nos encontramos con otro regalo, la voz de Josephine Olivia. El saxofón juega con las voces de ellos, el bajo tiene alma de solista y no necesitamos decir más que «poséeme» al escuchar todo esto. Es duro el cambio a “I Don’t Write Love Songs Anymore” pues empieza a deshacerse de los sonidos más country y es duro de nuevo lo que nos quiere decir, como si su amor le hubiera traicionado y ahora estuviera sumergido en una terrible oscuridad. Como si tras pedir ayuda al amor que creía para siempre, de pronto se fuera, muerto de miedo, sin mirar atrás, ni queriendo hacerlo ya que está inmerso en su idea y no quiere pensar otra cosa. Es tan pasional, tan triste esta canción. “Dead Before Chorus” ya nos introduce la guitarra pura. Una línea musical que se repite con el bajo de la misma forma, algo minimalista en este sentido. Pero eso nos marca el sufrimiento de las letras, plasma como la gente que nos odia disfruta de nuestras caídas, y el reflejo musical es realmente bueno. Es una canción con la que vuelves al pasado, a los 80′. “Twin Brother Of Jesus”, Dioses, ese sonido de cadenas y de pasos, eriza la piel. Solo dos frases de la letra: “Everybody dies alone”, “The hell is White…” y la canción cobra sentido.
“In The Garden” de nuevo nos cambia de sonido. Nos introduce un sintetizador, un sonido de órgano. Esas voces de mujer mezcladas con el eco que parece llamarnos. Sigue sin perder ese aura de los 80′ que encontrábamos anteriormente.
“The Castle” es rasgarte. Rasgar las voces, rasgar las guitarras, volver a esa zona agresiva en la que no importa más que apoyarte en tu micro para decirle a la gente lo que piensas con rabia. A partir de cierto punto es muy cambiante la unión entre canción. Si de pronto Cowill nos quiere dar rabia rockera nos la da, si pretende ser alternativo ahí se presenta y tal cual ha venido con una cosa ahora con “Let It Burn” nos da un sutil ritmo de música dub que pronto pasará a country y lo escuchareis, creedme, porque el puente va a ser una peli de vaqueros. Para concluir este disco nos ofrece “God Like Me” y el disco empieza como ha acabado. Un piano solo con su voz, una balada, un sentimiento de falta, de dolor “Who just wanna make war? I just wanna make love”. La esperanza es lo último que se pierde.
Sonia Jiménez Carrillo
Lo mejor: La sensación tan bonita que me ha dejado tras escucharlo y analizarlo. Hacía mucho que no sentía eso.
Lo peor: Por poner una pega podríamos decir que se hace algo monótono en ocasiones.
1. Time To Go To War
2. Velvet Rope
3. Good And Bad
4. I Don’t Write Love Songs Anymore
5. Dead On The Chorus
6. Twin Brother Of Jesus
7. In The Garden
8. The Castle
9. Let It Burn
10. God Like Me
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