El renacimiento de La Fuga. Cual Ave Fénix, la banda cántabra resurge de sus cenizas con «Justo Después Del Silencio». Eso parecen querer decirnos con esas alas que se alzan sobre las nubes con dirección a la luna – cómo no – en la portada del álbum creada por el ilustrador Xavi Forné (Error Design!). Quizá es solo una interpretación personal, pero lo que está claro, ciñéndonos exclusivamente a la nueva música que encapsula, es que han recuperado el mojo. Parecen una banda nueva, o mejor dicho, parecen La Fuga original. Así lo hemos sentido la gran mayoría de los que los seguimos desde sus inicios. No sería justo decir que es un regreso a las raíces como tal, pero desde luego, se parece más a eso que el disco que llevaba ese título y que lanzaron en 2011 marcando el primer trabajo con Pedro Razkin tras la salida de Rulo y Fito del grupo. Tampoco creo que su intención sea volver al sonido rudo, primerizo y adolescente de «Mira» o «A Golpes De Rock & Roll», no tendría mucho sentido, pero sí parece evidente que quieren reverdecer los laureles de su época dorada, la del mayor éxito de la banda, que si bien no alcanzó el estrellato, sí que logró ocupar un lugar prominente en el mainstream, ¡y vive Dios que lo han conseguido!. ¿Quién podría esperar a estas alturas que sacaran un disco que pudiera mirar de tú a tú a «Calles De Papel» o «Negociando Gasolina»? Pues lo han hecho. Voy a completar esta primera parte de la crítica compartiendo los datos técnicos de la creación del álbum, dejando para la segunda la opinión subjetiva. «Justo Después Del Silencio» está producido y grabado por Nando G. Miguel, guitarrista y líder de la banda, en Estudios Clip, su propio estudio de grabación sito en Reinosa, y posteriormente ha sido mezclado por Tomi Pérez y masterizado por Alex Psaroudakis en Nueva York.
Analizar un disco de una banda que ha sido tan importante en tu vida siempre es complicado. Se trata de intentar discernir entre la opinión de fan y la de crítico, pero como me temo que es imposible separar completamente ambas, intentaré equilibrar el impacto emocional con la visión ecuánime de la obra. Para empezar, he de decir que he estado desconectado de La Fuga durante muchos años. Al igual que a otros muchos seguidores, algo se nos rompió en el alma cuando la banda se partió en dos. La salida de Rulo, como no podía ser de otra forma, fue traumática. Su peculiar voz era una de las principales señas de identidad de La Fuga, y ese hueco sentimos que nunca fue reemplazado por Pedro como debería. Tampoco es que fueran malos los tres discos que publicaron con él como vocalista, pero eran planos, genéricos y sin el gancho que siempre habían tenido los de Reinosa. Más allá de poder ir a verlos a algún concierto para disfrutar de sus clásicos como si de una legacy band al uso se tratara, perdí todo interés en La Fuga. Del mismo modo, nunca enganché con Rulo Y La Contrabanda. Ambos proyectos me dejaban frío. Siempre podríamos deleitarnos con sus viejos discos de finales de los 90′ y la primera década de los 2000. Sin embargo, algo cambió cuando a principios de 2022 La Fuga anunció que tenía nuevo cantante. Habían pasado pocos meses desde la controvertida salida de Pedro Razkin de la banda y ya tenían sustituto. «¿Les damos otra oportunidad?», «Por supuesto» me dije. Y cuando escuché «Demasiado Tarde» aluciné. Un desconocido para mí Xavi Moreno, vocalista de Distrito Rojo, tomaba el mando de las voces y lo hacía a un nivel sobresaliente. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero yo no lo considero así cuando estas se hacen en clave de halago, como son todas las que ha recibido el cantante y guitarrista catalán desde que se ha unido al grupo. Se le compara, obviamente, con Rulo. Su voz se parece mucho, y eso inevitablemente hace que quienes les habíamos perdido la pista hace tiempo hayamos reconectado con los mozos que llevamos dentro. En mi caso, con aquel chaval que prácticamente descubría el rock & roll de su mano en pequeñas salas de provincias abarrotadas junto a otros jóvenes que botaban, sudaban y gritaban sin parar cada una de sus letras. Pues aquí estamos, en pleno 2025 redescubriendo las bondades del rock patrio, a una de las mejores bandas de su generación, que supo y sabe transitar como pocas sobre la delgada línea que separa el rock urbano del rock & roll más fino, digámoslo así. Vuelven la luna, el colchón y todos sus clichés. Vuelve la garra, las emociones a flor de piel, aquellos ritmos entrecortados tan manidos que sin embargo nunca te cansan. Historias que hablan de despedidas, de vértigos, de amores que duelen y noches que sanan. Desde aquel primer single que aún no sabíamos a ciencia cierta si iba a formar parte de un álbum completo como el que ahora nos ocupa, varios son los temas que nos han ido mostrando, y todos mantenían el nivel y hacían crecer la expectación. Estaba claro que no iban de farol, y Nando así nos lo hizo saber. «Cada Vez Duele Menos» le tomaba el testigo convirtiéndose en un nuevo tema imprescindible para sus directos y aportando un punteo hard rock acompañando al riff principal como novedad a su fórmula clásica. «Este Blues» rebajaba levemente las revoluciones pero mantenía la garra, que nadie se lleve a engaño por el título. Y para garra la de «La Guarida», quizá el corte más potente del lote, y que encajaría sin problema en cualquiera de los discos de la primera década de vida de la banda. Y así podríamos ir desgranando cada una de las canciones que lo componen, pero al fin y al cabo acabaríamos redundado en lo mismo: el sonido clásico de La Fuga ha vuelto, y esperemos que para quedarse. Eso sí, tampoco han querido estancarse ni caer en el autoplagio y han aportado matices diferentes que yo nunca había visto en sus canciones como esos coros de aromas Beatle en «Cuántos Años», ese riff de guitarra que roza el heavy clásico en «En Mi Pecho», esos versos recitados en «Flores De Mentira» (o spoken word como dice la gente cool) o esa base rítmica electrónica que adereza un corte acústico y ambiental como «Por Echarte De Menos» que ejerce de cierre del álbum. En definitiva, han creado un álbum compacto y coherente, pero a la vez dinámico y variado. Una nueva obra maestra que añadir a su catálogo clásico y que espero no sea más que la primera de una fructífera etapa de madurez.

La Fuga (Sergio Sáiz, Fernando González Miguel, Xavi Moreno & Eduardo Sierra)
Lo mejor: La Fuga firma uno de sus mejores trabajos cuando ya nadie lo esperaba. Un disco inmenso que recupera todas sus señas de identidad y que aguanta sin complejos la comparación con cualquiera de los discos más relevantes de la banda.
Lo peor: ?

La Fuga «Justo Después Del Silencio» (Autoeditado)
1. A Ratos
2. Cada Vez Duele Menos
3. Cuántos Años
4. Demasiado Tarde
5. En Mi Pecho
6. Este Blues
7. Flores De Mentira
8. Horas Infinitas
9. La Guarida
10. Luna
11. Mil Perdones
12. Por Echarte De Menos
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