Con la iluminación de Navidad recién inaugurada en Madrid, y el consumismo exacerbado en el que nos sumerge el Black Friday, nosotros destinamos la noche del 24 de noviembre al rock n’ roll y a la nostalgia. Con la muchedumbre que se agolpaba en el centro nos costó llegar hasta la Joy Eslava, pero lo conseguimos. Rozando las 20:30 ahí estaba, engalanada y llena hasta la bandera para recibir a La Fuga. La banda cántabra (al menos en su origen, ahora es mitad de Reinosa, mitad de Pamplona) siempre es bien recibida en la capital del Reino, y aunque esperábamos un buen ambiente, no contábamos con que colgaran el cartel de «No hay entradas»…
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