Siempre es buen momento para reivindicar a The White Stripes. En este caso, la excusa es que Meg White cumple el próximo martes 50 años, de la que poco o nada sabemos desde que el dúo se separo oficialmente en 2011, aunque a efectos reales desde que sufriera un ataque de ansiedad en la gira de su último disco «Icky Thump» en 2007 ya se la puede considerar retirada del mundo de la música. Pieza clave del resurgimiento del garage rock que se vivió en los primeros años 2000, su estilo minimalista de tocar la batería ha sido calificado por muchos de simplista o mediocre, lo cual no le ha impedido ser reconocida como artista, incluso llegando a estar incluida en 2015 en la lista de los «100 mejores bateristas de todos los tiempos» de la revista Rolling Stone. Con los White Stripes ganó un premio Brit y seis Grammy, pero el mayor reconocimiento es el legado que ambos dejaron en el imaginario colectivo. A nivel visual es indiscutible, pero a nivel musical también, y buena muestra de ello es nuestro temazo del fin de semana. Hemos regresado a su álbum debut, el homónimo de 1999, para rescatar uno que refleja a la perfección el espíritu garajero cuasi punkarra que les llevó a plasmar diecisiete canciones en menos de tres cuartos de hora. «Astro» mola lo que no está escrito. Sencillo, directo, pegadizo, con una letra simple cuyo significado nadie entiende muy bien pero con un cuyo riff que se te queda grabado a fuego. Poco más de dos minutos y medio de blues-rock guarrete que viene de perlas para motivarnos antes de ir a un club oscuro a tomar cervezas mientras damos guitarrazos al aire.
¡Feliz fin de semana!
The White Stripes en 1999 (Jack & Meg White)
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