Emery – Eve (2018)

Si buscas por la red, y si no ya estoy ya para decírtelo, verás que Emery son una banda de post-hardcore formada en 2001 y que «Eve» es su séptimo disco.  

Además, a poco que rasques más, sabrás que sus  miembros son cristianos y, entre otras cosas, están detrás de la web badchristian.com, que además funciona como sello discográfico (BC Music) y que, cito literalmente “Es una comunidad floreciente enfocada a interactuar con la cultura desde un punto de vista post-cristiano a través de la transparencia, entretenimiento, honestidad y creatividad”. Lo que viene a significar que tienen una mente crítica acerca de sus creencias y la Iglesia, lo que queda reflejado en sus letras. Y hasta ahí, parece que todo está claro ¿Verdad? Pues no.

A día de hoy se trata de una banda inclasificable, de esas que podemos meter en ese saco que tanto aguanta que es el rock alternativo, básicamente porque con el paso de los años han ido dando pasos que les han alejado de la etiqueta que se les había puesto en sus inicios. A lo largo de este camino, sus miembros han ido madurando y todo eso ha quedado reflejado en este lanzamiento que, sin duda, sigue la línea de su predecesor de 2015 “You Were Never Alone”, pero añadiéndole más azúcar, obteniendo por tanto su álbum más meloso hasta la fecha aunque, no nos alarmemos de momento, todavía incluye ramalazos de intensidad como iremos desgranando a continuación.

El cálido comienzo de “Is this the real life” es un tanto engañoso, ya que en sus poco más de dos minutos y medio, encierran más energía de la que podíamos sospechar y nos dan una lección sobre cómo construir un tema directo, a priori sencillo, pero que va desarrollándose de una forma coherente hasta ir más allá de la estructura típica de estrofa – estribillo, jugando con las voces perfectamente integradas de Morrell y Shelton, que serán tónica habitual, y es que detrás de estas composiciones hay clase. Seguirán jugando con los cambios de intensidad incluso entre los temas, ya que “Fear Yourself” vuelve a reducirla tras el final del primer tema. Otra canción de dos minutos que enlaza de manera abrupta con la potente “Jesus Wept”, sin transición, unificando ambas canciones en una sola sin que nos demos cuenta.  Una vez más, revistiendo de sencillez detalles que hacen crecer las composiciones. La combinación de armonías vocales en canciones como “Safe” (en memoria de  las madres de Matt Carter y Devin Shelton), “Shame” o “See You On The Other Side”, combinándose aprovechando los silencios al final de los versos, es otro de los puntos fuertes del álbum, ya que aparte de encajar perfectamente, añade dinamismo a composiciones más pausadas y por tanto evita que haya momentos donde la canción pueda venirse abajo. “Young Boy´s Dream” es un tema más juguetón que contrasta con “People Always…” donde recuperan las voces gritadas en una de las canciones destacadas del disco ya que combina muchos de los elementos de su sonido mediante progresiones que nos van arrastrando por diversos momentos de toda índole y con un final a tres voces bastante destacable. Contrasta ésta con “Streets Of Gold”, cuyos primeros dos minutos parecen directamente sacados de un disco de Iron And Wine (aunque no en su momento más inspirado), pero cuyo último minuto y medio alcanza una emotividad que te deja con ganas de más. A partir de aquí, encuentro que el disco entra en una fase de altibajos, donde se juntan dos canciones con alma de interludio que personalmente me sacan un poco del trabajo, pese a que “Bones” sería prometedora si se hubieran adentrado más en la idea en lugar de dejarla en una mera insinuación; y me cuesta volver a conectar con el trabajo con la misma intensidad. Eso sí, los últimos treinta segundos de “Sins Of Every Father” ponen un acertado broche final.

En resumen, el séptimo álbum de los de Seattle vuelve a poner sobre la palestra la calidad de sus composiciones, y vale la pena adentrarse en él.

Bruno Díaz

Emery (Devin Shelton, Josh Head, Toby Morrell, Dave Powell & Matt Carter)

Lo mejor: La forma en la que dotan de detalles canciones que apenas alcanzan tres minutos, haciendo suyo eso de menos es más, sin sobrecargarlas.

Lo peor: Si hubieran incluido un par de temas menos, no colocando de manera seguida dos interludios, creo que el trabajo lo hubiera notado favorablemente.

Emery «Eve» (BC Music)

  1. Is This The Real Life
  2. Fear Yourself
  3. Jesus Wept
  4. Safe
  5. Young Boy´s Dream
  6. People Always Aks Me If We´re Going to Cuss in an Emery Song
  7. Streets Of Gold
  8. Name Your God
  9. Flesh
  10. Bones
  11. Shame
  12. Everything That She Offered Me
  13. See You on the Other Side
  14. 2007 Clarcksville High Volleyball State Champs Gay is OK
  15. Sins of Every Father

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1 Comment

  1. Walter

    febrero 17, 2019 at 6:33 pm

    Me gusto el disco, creo que a esta altura la banda tiene «esa magia» de convertir el polvo en oro. El álbum en si mismo no es el mejor, lejos de superar a The Question, pero mantiene la esencia de la banda en esta etapa mucho mas madura. Coincido con tu crítica Bruno, muy buen trabajo. Saludos desde Mar del Plata, Argentina.

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