Más vale tarde que nunca. Cuando se acaba de cumplir un año desde su fecha de lanzamiento hemos sacado tiempo para escuchar en profundidad el nuevo disco de Eon y escribir esta reseña para que quien aún no haya descubierto a una de las bandas revelación del metal español se haga una idea de porque está así considerada y se deje llevar por la música del combo madrileño.
Formados en Carabanchel, los inicios de Eon datan del año 2009. Cuatro años después publicaron su primer larga duración, “In(visible)”, y tras sufrir algunos cambios en su formación, parece que han encontrado su propia identidad musical, dando una pequeña vuelta de tuerca a su sonido potenciada por los últimos fichajes: David Viana a la batería y Diego Cardeña a la voz. La aportación de estos se manifiesta claramente en el endurecimiento del sonido de Eon, que si en su debut estaba orientado al metal melódico de bandas como Sôber o Skunk D.F., ahora ha adquirido matices provenientes del metalcore americano de bandas como Killswitch Engage o del death metal melódico nórdico heredado de In Flames. De primeras, lo que más llama la atención de «Médula» es la gran versatilidad vocal de Diego, capaz de pasar de registros guturales a voces limpias y melódicas en pocos segundos. El locutor radiofónico y periodista musical se destapa con unas habilidades vocales que algunos ya descubrieron cuando se hizo cargo del micrófono, aunque fuera por poco tiempo, de Disserta. Lástima que estas habilidades técnicas vayan en detrimento de una mejor vocalización, y es que por momentos, cuesta bastante entender las letras de las canciones. «Médula» cuenta con un sonido muy cuidado; Eon lo han grabado y mezclado en Sadman Studios bajo los mandos de Carlos Santos, y ha sido masterizado por Jens Bogren en los Fascination Street Studios suecos. Bogren, que ha trabajado con bandas tan importantes internacionales como Paradise Lost, Sepultura o Soilwork, ha remarcado la excelente labor técnica del álbum confiriéndole ese sonido internacional.
El LP lo forman 10 canciones en algo más de 42 minutos de un metal poderoso que no deja indiferente. Canciones cuyos títulos son de una sola palabra, definiendo de forma escueta y contundente lo que nos encontramos en su interior. Eon desarrollan un metal moderno, con magníficos riffs de guitarras y unas líneas vocales preciosistas que a veces se ven tapadas por la poderosa base rítmica, yo creo que se les ha ido la mano con el doble bombo, pero eso habrá muchos metalheads a los que les encantará… Dentro de un conjunto bien cohesionado y con esa mezcla de melodía y contundencia por bandera, señalaré como destacados temas como «Edén» o «Placebo» donde me recuerdan a los Killswitch Engage de la época de Howard Jones, con el que Diego Cardeña guarda un gran parecido vocal. En “Aura” usa un timbre algo pomposo, mezclando las voces guturales con unas limpias operísticas en el estribillo que llaman mucho la atención. Lydia Rodríguez – actual cantante de Presuntos Implicados – aparece como colaboradora en la voz en “Llaga”, en lo que podríamos considerar el medio tiempo del disco, un corte melódico y emotivo no exento de contrastes con voces cavernosas y contundentes riffs. Y como último corte a destacar tendríamos “Víctima”, que es también el que cierra este trabajo. Un tema oscuro, agresivo, rozando el death metal, pero que se mantiene fiel a la identidad de la banda. Una identidad que, según parece, defienden a las mil maravillas en directo. Esperaremos a tener la oportunidad de comprobarlo…
Lo mejor: «Médula» cuenta con una gran producción y un sonido muy cuidado, donde destaca el trabajo vocal y las atmósferas que envuelven sus composiciones.
Lo peor: La dificultad para entender las letras, así como la falta de solos de guitarra que podrían aportar un plus a algunas canciones.
1. Edén
2. Nébula
3. Placebo
4. Verbo
5. Duramadre
6. Aura
7. Soma
8. Insomnia
9. Llaga
10. Víctima
Copyright © 2016-2019 Rock4Spain
0 comments