Parece obvio decir que vivimos en una época dorada para el post-rock. La cantidad y la calidad de las bandas de rock y metal instrumental que están saltando a la palestra en los últimos años así lo confirman. La banda que ahora nos ocupa es Telepathy. Los británicos acaban de publicar su esperado segundo disco titulado “Tempest”. Grabado, mezclado y masterizado en los Orgone Studios de Londres bajo el mando del productor e ingeniero Jaime Gómez Arellano (Ghost, Opeth, Paraíso Perdido, Altar de Plagas, Catedral), “Tempest” sigue los pasos de su debut “12 Areas” (2014). Se trata de un álbum conceptual que sirve de banda sonora para el desgarrador viaje de una persona acosada por el dolor y enfrentada al aislamiento total después de despertarse de una gran inundación. El álbum guía al oyente en un viaje a través del despertar, la desolación y finalmente la aceptación.
“Tempest” fusiona elementos de post-metal, sludge, doom y black metal con estructuras de canciones poco ortodoxas y complejas. La inclusión de voces guturales en la pieza central del álbum, “Echo of Souls”, muestra una banda sin miedo a navegar en aguas desconocidas, consolidando aún más su reputación dentro de la escena del metal experimental actual. Mientras su predecesor “12 Areas” transmitía una sensación de caos y un sonido furioso, “Tempest” amplía su paleta y marca un cambio hacia un sonido más equilibrado, dinámico, espacioso y refinado, pero sin dejar de lado la pesadez y la profundidad emocional. Este nuevo trabajo marca un nuevo capítulo en la carrera de la banda, y con un line-up consolidado con la incorporación de su nuevo bajista, Teddy-James Driscoll, se espera que el cuarteto de Colchester se prodigue más al otro lado del Canal de la Mancha y se una a la hornada de bandas continentales que están elevando el nivel del post-rock europeo.
Lo mejor: “Tempest” es un trabajo intenso en el que Telepathy han sabido combinar la furia con la calma. Siguen la estela de bandas como Rosetta o If These Trees Could Talk y aunque aún no estén a su nivel pueden tardar poco en dar ese salto.
Lo peor: Están equilibrando los factores de su ecuación. En mi opinión, deberían disminuir la proporción de sludge en beneficio de los momentos más reposados donde las atmósferas creadas por las guitarras de Richard Powley y Piotr Turek brillan con más intensidad.
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