Por fin llegó el 27 de octubre, y con él la primera edición de The Phanoms Fest, ese festival que se han montado nuestros amigos Los Tiki Phantoms para celebrar Halloween con sus fans madrileños. La auténtica víspera de Todos los Santos lo hacían con sus seguidores de Barcelona, por eso la edición de Madrid venía con adelanto. Y para tan magna empresa se hicieron acompañar de dos bandas hermanas: Motorzombis y Durango 14. La fiesta, por lo tanto, estaba más que asegurada…
Durango 14 saltaban a la palestra a la hora acordada para hacer un breve repaso a su discografía en la media hora escasa de la que disponían. Sin apenas tiempo para presentaciones ni interacción verbal con los asistentes la banda madrileña se encargó de caldear el ambiente de la sala con su surf & roll espeso. Los ritmos frenéticos que imponían los músicos a los que el escenario se les quedaba pequeño – les recomendamos que para evitar sustos con tanto movimiento le pidan a los Reyes Magos unos sistemas inalámbricos – nos cargaron las pilas. Era el segundo concierto con la banda de su nuevo batería, Simón Cordero, y no se notó falta de cohesión en unas melodías que ya forman parte del imaginario del rock surfero nacional: «Tu madre se comió a mi perro», «Desperado», «Hairy Lemon» y entre medias ¡oh, sorpresa! versión del «Crazy» de Gnarls Barkley. Acertado set-list del combo local que ya es mucho más que una promesa.
David Pardo (Durango 14)
Los huecos en los metros cercanos al escenario van desapareciendo a medida que se acerca el momento de la actuación de los Motorzombis. Está claro que la banda catalana tiene también numerosos seguidores en la capital, y es que desde que surgieran de sus tumbas en 2005 se han convertido en un clásico para todos los amantes del cine de terror y el Rock n’ Roll. Estos cuatro zombis rockeros verdes putrefactos saltaron al escenario para hacernos bailar con su combinación de Horror Punk, Rockabilly y Hard Rock ochentero, y qué mejor manera de empezar que con «Sonrisa Maléfica», un tema con una letra de lo más original… Mientras aparecen en la pantalla que tienen tras ellos imágenes repletas de referencias al cine de terror y algún que otro videoclip, la banda liderada por Randy Goreman hace las delicias de todos sus fans con temas como «Fuck to the future», «Born to be alive» o Anunnaki love» que son coreados por los mismos. Psychobilly que, en clave de humor y con un aire festivo a la par que siniestro, hace de esta banda una referencia del horror punk español. 10 temas a piñón fijo en la media hora de set que tenían y que cerraron con «Nacido en los 80», apelando al espíritu nostálgico de los monster rockers y dejando el ambiente de la sala a puntito de entrar en ebullición…
Randy Goreman (Motorzombis)
Y llegaba el momento cumbre de la noche, los anfitriones de este festival saltaban al escenario, recién llegados de las profundidades del volcán Kilahuea, para hacernos mover el esqueleto con sus tonadillas. Los Tiki Phantoms son un grupo especial, una banda que sabes que no defrauda y con la que es imposible no pasárselo bien, y si encima se rodean de otras bandas molonas para hacernos disfrutar en estos tiempos convulsos pues la fiesta está servida. «El que parte reparte y se queda con la mejor parte», claro que sí, así que El Bravo, El Dorado, El Jíbaro y El Caníbal se reservan algo más de una hora para bailar con nosotros al son de «Vulcan» (tema elegido para abrir su actuación), «Bala de plata», «Patada trueno» o su último single «Locos sobre ruedas». El Caníbal, vocero de la banda, tuvo problemas con su cable – se ve que se le debió pelar con la lava del gran volcán – pero una vez solventados no cejó en el empeño de hacer bailar al respetable en un show en el que no faltaron la clásica tiki conga, las acrobacias y los sacrificios humanos, que en esta ocasión llegaron por triplicado. Aparecieron de la nada tres colchonetas hinchables para que surfearan sobre el público el intrépido Pablo Valero (bajista de Durango 14) y los baterías de los propios Tiki Phantoms y Motorzombis. Todo un show. La gran sorpresa fue cuando subió al escenario un cantante amigo de la banda para interpretar el clásico «Have love, will travel» que popularizaron The Sonics en los 60′. La primera vez que veo una canción con letra en un show de los Tiki Phantoms. Ese momento llegó justo antes de abandonar el escenario tras tocar «Kilahuea», pero esto no podía quedar así y todos lo sabíamos… No se hicieron mucho de rogar y aunque parte del publico pedía más sacrificios, lo que nos ofrecieron nuestros esqueléticos amigos fue su archiconocida versión de A-ha, rebautizada como «Tiki on me» y bien coreada por todos, y dos temas más («Doble bombo» y «Guatiki») para cerrar la noche con bailoteo sexy de una espontánea incluido. Un épico fin de fiesta como la ocasión se merecía.
El Jíbaro (Los Tiki Phantoms)
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