La magia y la poesía se dieron cita en la lluviosa noche del viernes en la mítica Sala Clamores de Madrid. Oriundo de Alcalá de Henares, Víctor Fraile presentó en la capital su álbum debut en solitario titulado «Diarios De Un Instante». El concierto arrancó, puntualmente, a las 21:30 con la dupla con la que lo hace el citado álbum, con «El Protagonista» y la delicada y excelsa «Todo Lo Que Aprendí», una vez minimizados los problemas de sonido que afectaban a la guitarra acústica del cantautor, o más bien al cable. Para esta cita tan especial, la primera con su público estando el disco en la calle, se vio arropado en la platea por sus familiares, amigos y miembros de todas sus bandas, Whisky Caravan y Reine al completo, a excepción de Josete Blanco, bajista de los primeros, que le acompañaba sobre las tablas.
La banda del directo la completaban Jorge Escudero a la guitarra, Daniel Murillo al piano y el también productor del álbum, Santi Fernández, a la batería. El quinteto lo dio todo para transmitir la emoción que emana de unas canciones elegantes y emotivas. «Tu Secreto» y su sutileza melódica dio paso a uno de los momentos más emotivos de la noche en el que Víctor se desprendió de su guitarra para interpretar «Telón De Acero» a solas con el piano, la cual volvió a recuperar (y no volvió a soltar) para homenajear a su madre con «Mil Espinas» y recibir el cariño y la merecida ovación de un público que aquí sí, guardó un silencio sepulcral en muestra de respeto. No sería así durante toda la velada…
Entrando en el segundo tercio del show cayó la primera versión, y no se fue a lo fácil. Aprovechando que tenía al batería de Los Secretos en las baquetas podría haber tocado una de la mítica banda madrileña, pero no, decidió sorprendernos a todos revisitando «Aguardiente» de Neus Ferri. No sería la única sorpresa de la noche. Acto seguido llegó «Hay Niños Que Saben Matar» con sus ritmos latinos, aunque quedó algo más deslucida al faltar las percusiones del disco, y ese breve vals que es «Aurora» con el que algunas pocas parejas se animaron a bailar. Era el momento de «El Tiempo Fuera De Lugar», y al igual que en el álbum, Natalia Tizslow le acompañó a las voces.
Jorge Escudero se sienta y saca una guitarra española, Santi Fernández se levanta y junto a Josete Blanco toca palmas para acompañar la aflamencada «Son De Luna» haciendo vibrar al respetable, paso previo a un nuevo homenaje, en este caso al tristemente fallecido
Manuel Ángel Martínez «Mart» versionando «Por Lo Nuestro», canción perteneciente a su disco debut en solitario
«Tierra Y Fe», el cual se publicó póstumamente en diciembre del pasado año. Aproximándonos al final del concierto, el compositor complutense honró a la ciudad en que creció con la nostálgica «Esta Ciudad» y nos puso en pie con la emocionante «El Cielo Sobre Mí» antes de retirarse del escenario.
Tenía que haber bises y los hubo. Fueron dos canciones con las que cerrar una actuación extraordinaria. La primera de ellas fue la tercera versión de la noche, la desnuda y desgarradora «Silencio» de Aurora Beltrán, mientras que la encargada de echar el cierre definitivo fue «Hombre», esa adaptación del poema de Blas De Otero que ya hizo suyo de forma brillante en su época liderando Laguna. No había tiempo para más pero todos nos fuimos satisfechos tras este derroche de sutileza y buen hacer, habiendo escapado durante casi una hora y media de la mundanal realidad.
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