Corazones Eléctricos se encuentran en la recta final de la gira de presentación de su último disco de estudio, «De Amor Y Rabia». Después de interesarnos y asegurarnos de que tanto él como los suyos se encuentran bien a nivel personal, tras el paso de la Gota Fría que ha devastado la provincia de Valencia la semana pasada, hemos charlado con Pau Monteagudo, vocalista, guitarrista y fundador de la banda valenciana, sobre toda la actualidad alrededor de la misma, así como del estado de la escena del rock. Sin pelos en la lengua.
R4S: Corazones Eléctricos tocaréis el próximo viernes 29 en la Moby Dick, en la que será una de las últimas actuaciones de la gira 23/24 en la que estáis presentando “De Amor Y Rabia”. ¿Cómo ha ido la gira hasta el momento y cuáles son los planes de la banda una vez finalice esta?
P: La gira bien. Somos una banda que no tiene detrás una infraestructura, ni una discográfica potente, ni una agencia de management con pasta, ni nada de eso, entonces contentos porque con nuestras canciones la gente nos va siguiendo y nos va apoyando más. Hemos hecho bastantes festivales este verano para lo que podíamos prever hacer y ahora estamos encarando el final del año. * Empezamos en Logroño, luego Bilbao… tenemos varios bolos ahí por delante. El de Madrid nos hace mucha ilusión, el de Valencia también… Y luego pues a seguir trabajando. Los grupos no tenemos época de vacaciones. Es currar, hacer un disco, y cuando tienes el disco, tocar todo lo que puedas, y mientras tocas seguir haciendo canciones… No hay vacaciones en plan “nos olvidamos del grupo por seis meses”. Así que esos son un poco los planes.
R4S: Como bien has dicho, habéis tocado en varios festivales este verano. Tú, como músico, ¿prefieres este tipo de eventos o los conciertos en salas?
P: A ver, en los conciertos en sala la gente que viene a verte viene a verte a ti, a no ser que vayas teloneando o lo que sea, pero en principio vienen a verte a ti. Entonces se agradece porque el ambiente es distinto en el sentido de que todo el mundo ha escuchado tu música y están ahí cantando las canciones… Mientras que cuando estás en un festival, hay parte del público que te conoce y parte que no. Pero también está guay porque tienes la oportunidad de darte a conocer, porque es lo que te he dicho antes, no tenemos una maquinaria de billetes de euro, y venga a meter pasta y que se entere hasta tu abuela de quiénes somos. La gran mayoría de grupos no tenemos esa suerte, entonces tocar en un festival, que te cubran gastos e incluso que te paguen, y que te puedan ver 500, 600 o 1.500 o 3.000 personas, que no te hubieran conocido de otra manera, pues está muy bien también. Esa es la situación en la que estamos. ¿Lo ideal para mí? Pues a rasgos generales, yo prefiero un concierto en sala con mi montaje, con mi publico y todo.
R4S: Ahora, además de cantante, eres el guitarrista principal de la banda, a diferencia de lo que hacías en Uzzhuaïa. ¿Tú te consideras más cantante o guitarrista?
P: Siempre he tocado y he cantado. Yo empiezo a tocar la guitarra allá por el año 92 o 93, y yo empiezo a tocar y a cantar. Entonces, es verdad que en Uzzhuaïa se ha conocido mi faceta como cantante, aunque alguna vez sacaba una guitarra acústica y tal, pero no era la realidad, yo siempre he sido guitarrista. Podemos estar hablando horas sobre guitarras, cabezales, amplis y tal… En Uzzhuaïa, aunque aparentemente solo cantará, escribí muchas de las canciones también. Ahora con Corazones lo que me apetecía era mostrarme al 100% de mi capacidad. Siempre he sido guitarrista, guitarrista solista también, y me apetecía mostrarme tal cual, y lo estoy disfrutando mucho, claro, porque me daba mucha envidia cuando grababas discos y yo iba, cantaba y ya está. Pero eso de “ponemos el micro así en el ampli y joder que guay suena ¿y si le metemos tal…?”. Ese experimento, ese laboratorio cuando entras a grabar a un estudio, yo me lo perdía o estaba al margen, y a mí me flipa la guitarra y el sonido y todo eso, entonces yo tenía claro que cuando pudiera montaría una banda y tocaría la guitarra, que es lo que venía haciendo antes de entrar en Uzzhuaïa. Yo lo pedí, pero no podía ser, no lo veían el resto. Pues nada, no pasa nada. Pero ahora ya por fin puede ser.
R4S: Inevitablemente, por tu pasado, muchos de los fans de Corazones Eléctricos lo eran también de Uzzhuaïa. ¿Tocáis algunas canciones de tu época anterior ahora con Corazones en los directos?
P: No, de hecho no lo he hecho nunca. Lo primero que saqué con Corazones Eléctricos en un disco entero, entonces yo quería también apostar un poco por esto. Cada momento tiene su espacio. Podría hacer algún tema de Uzzhuaïa, no pasa nada, he escrito yo también muchas de las canciones, pero es como que no me gusta mezclar, y tirar de nostalgia al final. Igual cuando tenga 70 años y haga un repaso a mi vida y a mi carrera pues a lo mejor ese es el momento, pero ahora mismo el objetivo es seguir escribiendo canciones porque aún sigo buscando esa canción que diga “esta es, esto es lo que llevo toda mi vida queriendo escribir”, entonces no he tirado de canciones de Uzzhuaïa. También es curioso lo que comentabas, sí hay parte del público que viene porque conocía a Uzzhuaïa pero también hay otra gran parte que no conoce a Uzzhuaïa. Al principio me sorprendía, pero luego dices “es lo que hay”. Uzzhuaïa tampoco hemos sido Héroes Del Silencio ¿sabes? O Barón Rojo, o M Clan o algo así. Uzzhuaïa éramos una banda underground. No me ofende, pero entiendo que haya gente que diga “no sé quiénes eran Uzzhuaïa”. Perfecto. Me alegra también, porque no me gusta tener el apellido. Yo no vengo a estirar la nostalgia ni muchísimo menos. Yo escribo canciones y espero que se me valore por ello.
R4S: El rock en general no pasa por un momento dulce, digamos, a nivel de popularidad. La gran mayoría de los grupos en la actualidad, por mucho nivel que tengan, como es vuestro caso o era el de Uzzhuaïa , tienen que compaginar la vida en un grupo con la vida de una persona normal, el trabajo con el que se paga las facturas, etc. No sé cómo es vuestra situación concreta y si te gustaría dar algún consejo a las bandas jóvenes que empiezan…
P: En mi caso, yo no tengo otro trabajo. No me dedico 100% a los Corazones Eléctricos en cuanto a lo musical, porque me dedico también a hacer producciones, tocar versiones en sitios, fiestas privadas… Lo voy anunciando, de hecho, en mis redes sociales. No vivo exclusivamente de Corazones, pero sí vivo de la música, si queremos verlo así. No tengo un trabajo, no voy a ningún otro sitio… Cada vez que gano dinero es con una guitarra de por medio. Me lo he montado así. Es un camino difícil, duro, pero es el que yo he elegido, nadie me ha obligado. Y prefiero hacerlo así porque me siento más libre. Entiendo lo que dices, que a día de hoy la cosa está complicada porque también ha irrumpido, hace ya muchos años, el tema de las redes sociales, y los grupos parece que ahora tienen que ser más creadores de contenido que músicos. Por eso creo que, al final, la calidad de la música baja cada vez más. YouTube ya te explica cómo hacer una canción para que guste. Todas las canciones son casi iguales, y todos los cantantes son casi iguales, y toda la música es casi igual. La gente solo quiere duplicar el éxito y se ha olvidado de la parte del arte que es la música. No tiene por qué ser Beethoven, no se trata de que compongas una sinfonía, el arte no entiende de la complicación sino de lo que conecta y de lo que expresa, y eso parece que se ha olvidado en pos de un beneficio, unos números, unos likes, unos seguidores, una respuesta de un público que no existe en realidad. Eso ha generado que tengamos esa sensación de desasosiego respecto al rock. El rock ya es una etiqueta de H&M ¿sabes? O de Zara. Ojo, yo no voy repartiendo carnets de roquero por ahí, que cada uno haga lo que quiera, pero hay que darle unas vueltas siempre, sobre como funciona no solo la música, sino la sociedad. A la gente no le gusta lo bueno, a la gente lo único que le gusta es el éxito. Si tú te vistes de éxito, la gente irá a tus conciertos aún sin tener ni puta idea de lo que estás haciendo. La gente compra seguidores, compra likes, cualquier cosa por un like, por un seguidor… Eso no lo hemos hecho nunca Corazones. Yo veo cuentas por ahí que dices “hostia, 15.000 personas”, y te asustas. Y nosotros tenemos tan pocos seguidores. ¿Cómo puede ser esto?.
R4S: Pero luego vas a un concierto y tampoco se corresponde con ese número de seguidores
P: Claro, nosotros calladitos, a nuestro ritmo y siendo sinceros y diciendo la verdad, pues tenemos la tranquilidad de que podemos mantenernos vivos haciendo giras, haciendo bolos y sacando discos con buenos presupuestos… Es eso, tío. Nos lo cargamos entre nosotros solos todo.
R4S: De hecho, una muestra de lo difícil que es hoy en día, montar y mantener una banda es que eres el único miembro original desde que formaras Corazones Eléctricos hace casi una década, con un line-up distinto en cada disco…
P: Sí, Sí. Me hubiera gustado que fuera de otra manera, la verdad. Yo no puedo obligar a la gente a quedarse en un grupo si no quieres o no puedes. Al final, de la gente que ha estado en Corazones… Lo del primer batería, Víctor, yo lo entiendo. De repente te llama un grupo mucho más grande, que te ofrece un montón de conciertos, cobrar en todos los conciertos, y tienes familia o lo que sea, me da igual, y lo entiendo. Es normal. Con el siguiente batería, con Miguel, nos pasó exactamente igual. Yo decía, “joder, ¿qué está pasando? Todos los grandes grupos de Valencia me están quitando todos los baterías”. Es así, el primero se fue a Seguridad Social, el segundo a Revólver. Estoy por hablar con el resto de grupos de Valencia y decirles “ni se os ocurra ya quitarme a nadie. Yo también tengo derecho a tener una banda”, pero bueno, luego lo que pasó con Kako es que él decidió después de la pandemia dejar el grupo. A día de hoy, aún no sé exactamente por qué, pero bueno, es respetable, por supuesto. No pasa nada. Y en esas estamos. Yo entiendo que es un camino complicado. Hay que tener mucha fe, y creer absolutamente en lo que haces. Ese sí que es el consejo que daría, que tampoco soy nadie yo para dar consejos, pero un poco así para la peña, la gente joven: ten fe en lo que haces y entrégate a muerte. No hagas algo esperando un resultado para ti, en el sentido de lo personal. Apuesta fuerte si de verdad lo quieres. Sí lo que quieres es estar en un grupo para hacerte fotos, para que te conozcan, hacerte popular o tonterías así, déjalo, porque el camino de un grupo es duro. Es probable que lo consigas o que no, pero hazlo por eso, porque tienes esa necesidad de estar ahí y no buscando algo para ti. Eso es lo difícil, el compromiso. Ser un poco un kamikaze. El arte siempre lo ha sido, da igual en la época que mires de la historia. Los artistas habrán tenido peores o mejores momentos, pero los primeros bluesmen todos murieron pobres y sentaron las bases de una música que ha seguido creciendo y que nos llega hasta día de hoy. Entonces, sé comprometido con lo que haces y olvídate de tus necesidades a nivel de ego, no utilices un grupo para eso. Eso es lo difícil y entiendo que es complicado, compaginar la vida de hoy y tenerlo todo. Tienes que elegir, decidir, lanzarte al vacío y buena suerte.
R4S: En algunos de los shows de vuestra gira, los menores de 25 años, pueden entrar gratis. El del próximo sábado 29 en Moby Dick es uno de ellos. ¿Qué tal ha funcionado la iniciativa -25 hasta el momento?
P: No va mal, la verdad. Volvemos a lo mismo. Cualquiera diría “¡pero estáis locos, tío! porque al final si entran, yo que sé, 20 personas que tienen menos de veinticinco años, a una media de 10 o 15 pavos por entrada, estamos hablando de 200 o 300 € que no vais a ganar ¿no?”. Sí, ya, pero es nuestra decisión. Volvemos a lo de arriesgar, volvemos a lo de ubicarnos. Nos estamos quejando de que el rock está en horas bajas, que hay otras músicas, que la gente tal, que la gente joven… ¿Y qué vamos a hacer al respecto?, porque con solo decirlo… Yo prefiero hacerlo así. La gente de 25 años para abajo, muchos están jodidos. No tienen trabajo o el trabajo que tienen les da lo justo o ni eso para pagarse una habitación, con suerte, o a lo mejor viven con sus padres. Están jodidos y lo único que quieren es volarse la cabeza cada fin de semana porque no ven la puerta por la que van a cruzar. Lo que nosotros hacemos es decirles “estáis invitados a nuestros conciertos” porque además sabemos que hay muchos que siguen conectando con el rock, y el rock no va a morir aunque la gente lance ese mensaje. Siempre se conectará por la actitud que genera, no es por la música. Siempre habrá gente joven que se sienta identificada, como te pasó a ti, me pasó a mí, y le habrá pasado a todas las generaciones. Toda esa gente joven, siempre que dependa de nosotros, a los conciertos de Corazones Eléctricos entráis gratis. Vosotros y vuestros colegas. Y ya te digo que funciona porque luego acaban diciendo “pues hemos pillado un disco entre todos los colegas y luego ya nos lo copiamos”, y no me importa, o acaban comprando algo en el merchan, o acaban dándote las gracias, porque al final nosotros lo damos todo en los conciertos. Y ha pasado a veces que te dicen “vengo de ver la semana pasada a los Scorpions y me gasté una pasta (eso pasó en Gijón), y luego os he visto a vosotros y me ha encantado y he flipado más, y encima no me habéis cobrado”. Es eso, hacer algo y no solo quejarse. Ojalá los grupos más grandes lo pudieran hacer porque al final, oye, de un recinto de 2.000 personas ¿qué han entrado? ¿100 que no han pagado porque tú has querido? No te preocupes, que al final te van a salir las cuentas. Y sumas a algo cultural, que es que la gente joven pueda acceder y pueda sumar a esta música que tanto nos mola.
R4S: Al final es lo que dices, muchas veces quien más podría hacer algo es quien menos propone en este tipo de iniciativas…
P: Por supuesto, pero igual que los teloneros, tío. En los años 90 era una maravilla cuando grandes grupos que estaban ya petándolo a nivel mundial como Pearl Jam, Nirvana o Soundgarden de repente llevaban teloneros de giras mundiales que no conocía ni Dios y los ayudaban. Bueno, eso mismo hizo Neil Young con Pearl Jam. Había como una especie de apoyo, “ven, dame la mano y te ayudo a subir un par de escalones. Puedo hacerlo, te ayudo, tú luego ya funciona solo, pero te echo una mano”. Eso ya no pasa. Los grupos que están a día de hoy llenando salas, pabellones o lo que sea, yo no he visto a ninguno que te lleve un telonero que sea un buen grupo pero que no haya tenido la suerte de tener esa exposición. Pero luego, la palabra rock, el puño y los cuernos en la mano, eso sí. Así no son las cosas ¿sabes?. Vuelvo a lo mismo, juntamos todos los factores y el resultado que da, es exactamente el que tenemos. Las matemáticas no fallan y esto son matemáticas. Que la gente cambie un poquito. Y sino no pasa nada ¿eh?. Yo no he venido aquí a decirle a nadie lo que tiene que hacer, pero yo sí decido qué es lo que puedo hacer yo. Y nosotros, de momento, con esas seguimos. Y viene gente. Nos sorprende, la verdad. Para Madrid, concretamente, no sé si llevaban ya 20 o 30 invitaciones de gente de menos de 25 años. De puta madre, que venga gente joven.
R4S: Bueno, yo de hecho iré con mi hijo de 4 años. Ya está aprendiendo a tocar la guitarra y no veas la afición que tiene…
P: ¡Qué guay! Ahí lo tienes también, puedes ver en conciertos a papás con críos que lo están disfrutando también. Que no va a pasar nada porque venga tu hijo contigo y disfrute de un ambiente y una energía que se genera que seguro que en el futuro, no sabrá de dónde le viene, como me pasó a mí con Miguel Ríos, pero le viene, porque lo has vivido desde pequeño aunque no lo recuerdes.
R4S: Realmente crees que “El rock ha ido perdiendo su espíritu adolescente” como rezaba el comunicado en el que anunciabais la iniciativa, o más bien es la juventud la que ha perdido el espíritu rebelde que lleva consigo el rock?
P: Bueno, son un poco las dos cosas. Entiendo que cuando tú eres joven, eres adolescente, necesitas romper con todo lo que te han marcado, lo que te han establecido. No quieres escuchar la música que escuchaban tus hermanos mayores, y por supuesto no la que escuchan tus padres o han escuchado. Tiras a la contra y es normal, necesitas sentirte parte de algo, y algo que sea tuyo. Es cuando empezamos las personas a identificarnos con nosotros mismos y a decir “yo soy este, pertenezco a esto”. El reggaetón, nos guste o no, sí simboliza un poco a la gente joven, al estado de la gente joven. El problema en el rock es que se ha convertido en negocio puro y duro, y ese espíritu artístico, más comprometido con la sociedad, en el momento en el que empezaron a entrar los billetes se apartó, se metió en un cajón y se cerró con llave. Ese es el problema. No hay relevo generacional porque no interesa. Pero no en España, en el mundo. Los grandes grupos de rock van de solidarios y tal pero… El otro día me salta un anuncio en Facebook o Instagram , da igual, de clases de guitarra pero que ahora te las da también Metallica. Jode también ahora a los profesores que dan clase. Es como que son megaempresas, son tsunamis absolutos y desbordan, abarcan todo. No sé si son conscientes o no son conscientes, no sé si es más una cuestión de su departamento de marketing o de quien hostias es, pero es lo que es. Y están encabezando todos los festivales, y al final un chaval de 14 años ahora va decir “voy a ver a Judas Priest”, claro, y ahora tus ídolos son gente que serían tus abuelos. Yo cuando empiezo un poco en esto del rock, tengo 13 años y mis ídolos eran gente de Seattle que tenían 25, no tenían 75 años. O lo Rolling Stones. Son macroempresas que generan eso y aplastan todo lo que tienen por debajo. Y oye, que yo he sido muy fan de Metallica de los Stones, y todo esto, pero oye, ¿podéis bajar un poquito el pie del acelerador? Podéis seguir haciendo conciertos, nadie dice que dejéis de tocar, pero no intentes abarcar tanto porque seguro que hay grupos de metal ahora mismo, aquí en España, por ejemplo, Angelus Apatrida sin ir más lejos, pero a nivel mundial, que están mucho más en forma que tú.
R4S: Y los hay a nivel nacional. Cuando se habla de que no hay relevo generacional yo siempre digo que sí que lo hay, hay mucha cantidad y calidad, pero por las circunstancias que sean, al final no llegan al público, se quedan estancados y los que están en primera fila son gente de 60 años para arriba que llevan toda la vida en esto mientras hay muchos grupos con calidad que se quedan por el camino.
P: Claro, es que todo es negocio. Todo el rato es conseguir más dinero, más popularidad, mi ego mayor, yo quiero más dinero. Todo el rato esa rueda sin parar. Al final es lo que te digo, si yo fuera los Rolling Stones, haría una gira y diría “para comprar las entradas vas a tener que responder a 10 preguntas de los Stones, y cuando las hayas contestado bien, podrás comprar la entrada”. Así conseguirías que esas 50.000 personas, o 80.000 sean fans de los Stones. Pero no, venga entradas y todo el mundo arrampla con las entradas para decir que he visto a los Rolling Stones. Luego les preguntas “¿Cuál es tu canción favorita del Exile On Main St.?” Y se quedan “¿eh?, el exile de qué?”, “Sí, Exile On Main St., el disco. Con el que empezaron a mirar un poco más al blues y dieron un giro, ¿cuál es tu canción favorita?” No tienen ni puta idea. Todo se ha convertido en eso en el mundo, la pose, el decir “yo he estado ahí, me he hecho el selfie en no sé dónde”. Entiendo que haya una parte de negocio, tampoco hay que entenderlo mal. Yo soy consciente de que hace falta monetizar lo que uno hace, como le pasaba a Picasso o a cualquiera, pero no a toda costa. No solo es eso, porque entonces comprometes todo lo demás ¿y qué va a quedar? Pues a mí me gustaban los primeros discos de Metallica. Cuando de repente sacan una canción como “One” o “Master Of Puppets”, eso era artístico, dentro del thrash metal, lo que están haciendo ahora es un refrito de riffs, que suena muy guay todo, muy cañero, con una promoción brutal y ya está, pero no han vuelto a generar arte como sí hicieron en sus primeros discos. Eso me lo puedes poner en el grupo que tú quieras. Quitando algunas excepciones… Como excepción te pongo a uno de los más grandes como es Paul McCartney. Sigue sacando discos superinteresantes. Paul McCartney, de los Beatles, podría decir “No saco más”. Pues sigue como si fuera el primer disco que está escribiendo en su vida. O Bowie también era uno de esos. Que sí, que entendían el negocio, que tontos no son, pero entendían la parte artística. ¿Por qué hacemos música? No solo lo hago por dinero. Pero eso se ha olvidado. La industria musical es un tsunami que ha arrasado con todo, pero bueno, yo soy optimista en cualquier caso. Tampoco quiero trasladar un mensaje de pesimismo, ni muchísimo menos. Yo tengo claro lo que hago. Yo no hago canciones buscando un estribillo para que la gente lo coree o hablar de cierto tema porque no sé qué… Yo expreso lo que siento, ese es el reflejo del último disco y si conecta contigo estupendo, y sino conecta contigo estupendo también, no pasa nada, yo no hago las cosas para ti, las hago por mí.
R4S: Muy bien. Pues esto ha sido todo Pau, muchas gracias por atendernos. Para despedirnos, como solemos decir, puedes hacer uso de tu derecho a la última palabra para dirigirte a vuestros fans y a nuestros lectores.
P: Pues que sean conscientes de que hay mucha, mucha, mucha calidad. Como pasa con los icebergs, por debajo hay mucha calidad. Entiendo que la búsqueda cada vez se hace más difícil porque se ha multiplicado todo tanto, hay tanta mierda… Por ahí lo decía Jorge, el de los Ilegales y tenía razón, hay mucha basura y mucha mierda en la música y es muy difícil llegar a encontrar pequeñas joyas entre tanto lodo, pero las hay. Si te gusta una banda y viene a tu ciudad, investiga un poco, verás que no son bandas grandes, y apóyalos. Compra las entradas si puedes ir al concierto, porque además es que vas a disfrutarlo más que si vas a un gran evento, a un gran festival que te van a cobrar la birra al precio que te va a cobrar el grupo la entrada, el grupo pequeño. Entonces eso, básicamente que apoyen a los grupos, que aún hay mucha pasión. Grupos que se hacen 500 kilómetros para tocar en tu ciudad… Tendrías, como hacían con los Beatles, que ir a recibirlos. Porque ahí hay una pasión brutal. Hay que disfrutar de todo eso, de toda esa energía que genera la peña.
* Los conciertos de Logroño y Bilbao de este fin de semana (8 y 9 de noviembre) han sido cancelados por la banda con posterioridad a esta entrevista, en solidaridad con la situación que se está viviendo en Valencia
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