Sonus Delay están de vuelta, en los estudios (de donde acaba de salir el majestuoso «Superesse») y por fin también, en los escenarios. Hay quien se tira horas delante del ordenador esperando a que se abra la venta online para el próximo concierto de los Stones o de Springsteen y estar en el sitio en el que todo el mundo quiere estar, y otros esperamos pacientemente que algún grupazo de la escena alternativa toque en alguna pequeña sala para disfrutar de su directo junto a otras cincuenta personas. A ver, tampoco voy a tirarme el pisto e ir de cultureta diciendo que mi sueño era ver un concierto de Sonus Delay y que llevo años tirándome de los pelos por no poder disfrutar de esa experiencia, pero sí que es cierto que es el grupo español que más ganas tenía de ver en directo de los que aún no había visto. Y no me defraudaron.
El concierto arrancó a las 22:15, con un retraso considerable que supongo sería debido a que la banda esperó a que la sala Rockville cogiera color. Con color y calor arrancaron su gran show con «Impulsos», precedido de su pertinente intro. «Sol Naciente» y «Farsa Ficción» completaron una triada mágica con la que se presentaron sobre las tablas cuatro años después de la última vez, según manifestó su vocalista Jiro. Tenían ganas y no ahorraron un esfuerzo para satisfacer a su público, el cual pudo disfrutar de todas las canciones de «Superesse» a excepción de la pseudobalada «Luce Vida». La primera parada en «Umbra Versa» tuvo lugar con «Cordón De Plata», uno de sus temas más conocidos.
Su puesta en escena es sobria pero efectiva, destacando la pasión de su guitarrista Roy García que ataviado con falda larga de cuero negro no paró de interactuar con el respetable siendo generoso en gestos metaleros y saltando en un par de ocasiones de las tablas a la pista. Pura pasión. «Contracorriente» nos devolvió a «Superesse», el tema de apertura del disco y que yo, personalmente, me esperaba para abrir el concierto, aunque ellos se lo guardaron para más adelante. Juanjo Vegas es el contrapunto a Roy en la guitarra, hierático en su puesto se mostró concentrado al 100% en la ejecución, rozando la perfección con sus envolventes delays o tirando de Cry Baby. «Estrategas» continúa mostrando músculo para enlazar con el primer single de este último disco, un «Alaska» potentísimo que huele a nuevo himno para sus incondicionales. Mención especial quería hacer aquí a su nuevo bajista, Félix Alonso «Fefe», que dio a lo largo de todo el concierto una masterclass de cómo tocar el bajo en un grupo de sonido prog, con pulcritud y actitud, y un buen ejemplo es el tapping que se marca en el puente de «Alaska».
Y del primer single de «Superesse» pasamos al que en su día fuera el primer single de «Umbra Versa», un «Visceral» que como su propio nombre indica es todo un derroche de energía. Sin solución de continuidad interpretaron «La Quimera», otro tema de aquel disco que según confesó Jiro es uno de los favoritos de toda la banda aunque en su día pasara más desapercibido. Apoyo la moción, yo también creo que es un temazo infravalorado. «Superviviente» es otro de los nuevos temas con vocación de hit y sirvió de antesala a uno de sus primeros «éxitos», un «Laberinto» que, eso sí, sonó un poco más embarullado de la cuenta. Recuerdo esos tiempos en que descubrí a Sonus Delay vía MySpace y como me enganché a «La Durmiente», y este tema es uno de los culpables.
Entramos en el tramo final con un medio tiempo sublime, marca de la casa, como «El Cielo En Dos» y uno de los temas más poderosos de su repertorio: «Razia». Fueron la antesala del tramo más emotivo del set, el que podría estar destinado a unos bises que no se produjeron. Aquí Jiro Suárez recordó a su padre a quien dedicó el emotivo «Aviador», tras el cual el batería, Javier Álvarez, dedicó «El Libro Perfecto», de cuya letra es autor, a su esposa allí presente. El rock y el metal son los mejores medios para transmitir emociones, aunque hoy en día sean herramientas que hayan caído en desuso, y estos son dos buenos ejemplos. Por no hablar de la tercera pata del banco, el imprescindible «Cruza El Cielo» con el que cerraron por todo lo alto una noche mágica.
Rondando la media noche tocó a su fin una actuación esperadísima por parte de los allí presentes. La lástima es que no fuéramos más, sobre todo para que una de las bandas más interesantes del panorama nacional vea reconocido su esfuerzo y su talento, pero así son las cosas. Estamos en España en 2022, y no corren buenos tiempos para la música de verdad. En la medida en que podamos, nosotros pondremos nuestro granito de arena para dar a conocer el trabajo de grupos como Sonus Delay que se dejan el alma para ofrecer un material de calidad. Por eso os recomendamos que no os perdáis la próxima oportunidad de verles en directo. Delicatessen.
Copyright © 2016-2019 Rock4Spain
0 comments